Disponer de un backup de nuestro equipo es algo muy importante hoy en día, sobre todo porque nunca se sabe cuándo vamos a tener un problema de seguridad o un virus va a causar problemas. Para poder realizar una copia de seguridad siempre es bueno tener a mano un dispositivo NAS o un disco duro externo que nos permita realizar la copia. Hoy os vamos a enseñar a cómo realizar copias de seguridad de Windows haciendo uso de un equipo Synology.
Para el proceso vamos a utilizar un dispositivo NAS de este fabricante (en concreto el modelo Synology DS213J), un sistema operativo Windows 7 Ultimate de 64 bits y la utilidad incluida en el propio sistema operativo que nos va a permitir realizar copias de seguridad de forma manual o programarlas y así evitar que nos tengamos que preocupar, incluyendo también la posibilidad de restaurarla.
Antes de realizar el proceso vamos a dividirlo en dos partes, siendo la primera de ellas la configuración del dispositivo NAS y la segunda referida a la configuración de la utilidad del sistema operativo y la realización del backup.
Añadir también que este manual puede ser aplicable a los sistemas operativos Windows Vista, 7 y 8 (versión Profesional en todas ellas o versiones superiores), existiendo también la posibilidad de aplicarse a los Windows XP pero distando ligeramente de lo que aquí vamos a realizar.
Configuración del dispositivo NAS
En primer lugar vamos a comenzar configurando el dispositivo de almacenamiento en red que vamos a utilizar. En nuestro caso vamos a usar un dispositivo del fabricante Synology con un total de 2 TB de almacenamiento disponibles. Antes de comenzar hay que tener en cuenta una serie de consideraciones:
- Crear una cuenta de usuario nueva
- Asignarla un límite de espacio en el NAS
- Crear la carpeta compartida sobre la que se realizará la copia de seguridad de Windows
- Asignar los permisos de esta carpeta a la cuenta creada
Es necesario aclarar que para realizar el backup se puede utilizar cualquier cuenta que se encuentre disponible en el NAS, sin embargo, si no queremos que las copias de seguridad se «coman» todo el espacio del almacenamiento será necesario asignar un límite de almacenamiento a ese usuario. Por este motivo, es mejor crear un usuario nuevo que se utilice solo para este proceso y así tener el control necesario sobre los acceso que se tienen y las tareas que se pueden desempeñar.
En primer lugar vamos a comenzar creando el usuario al que hemos hecho mención, siendo necesario acceder para esta tarea al Panel de Control.
Cuando nos encontremos en el listado de usuarios crearemos uno nuevo y le daremos un nombre y una contraseña. Es recomendable dar a los usuarios nombres descriptivos para saber en todo momento de quién es, por no decir que sean fáciles de recordar y vincular con la acción en cuestión.
Una vez que ya tenemos el nombre y la contraseña toca asignar la nueva cuenta dentro de un grupo. En esta ocasión, solo necesitamos que sea un usuario normal del sistema, por lo tanto, no es necesario que la cuenta sea configurada como administrador del mismo.
El paso siguiente sería el momento asignar permisos sobre la carpeta, sin embargo, como aún no la hemos creado podemos prescindir de momento de este paso, ya que posteriormente dispondremos de la posibilidad de asignar estos permisos en el momento de crear la carpeta compartida.
Posteriormente tendremos que asignar la cuota de almacenamiento permitida a este usuario. Como ya comentamos con anterioridad, se trata de algo necesario si no queremos que las copias de seguridad de Windows consuman todo el espacio de almacenamiento. El límite escogido por nosotros ha sido de 200 GB y habría que tener muy en cuenta a la hora de fijar este límite el tamaño estimado de los datos de los que queremos hacer la copia de seguridad y sabes cuántas copias de seguridad queremos disponer hasta que se complete el cupo.
Una vez hemos fijado la cuota máxima llega el turno para las aplicaciones de las que el usuario puede hacer uso, en este caso, las dos relacionados con el proceso de realización de copias de seguridad.
Opcionalmente se puede establecer un límite en la velocidad de subida y de descarga de este usuario, aunque esto depende mucho de las preferencias de cada usuario. En nuestro caso vamos a saltarnos este paso sin realizar ningún cambio.
Por último, toca ver el resumen de la configuración que hemos realizado para verificar que todo es correcto y que no existe ningún dato erróneo que queramos modificar.
Ya hemos terminado con el proceso de creación de nuestro usuario, ahora nos toca crear la carpeta que se utilizará para guardar la copia de seguridad de Windows. Desde el mismo Panel de Control y accediendo a la opción Carpeta Compartida seremos capaz de realizar este proceso al completo.
Cuando accedemos a esta opción nos aparece un listado con todas las carpetas compartidas existentes. Procedemos a crear una nueva que nosotros vamos a llamar Windows Copias de Seguridad. En nuestro caso vamos a seleccionar que se oculten las subcarpetas para todos aquellos usuarios que no tengan permisos, provocando que solo los administradores y el usuario que acabamos de crear (cuando le demos permisos) van a tener acceso a su contenido.
Opcionalmente se puede establecer si se desea un cifrado para proteger los datos, en nuestro caso no vamos a seleccionar dicha opción. Tal y como veis a la hora de crear la carpeta, no se escoge el tamaño máximo de la carpeta, de ahí que se considere una característica propia del usuario.
Toca la hora de elegir qué usuario tienen permisos de lectura y escritura sobre esta carpeta compartida. En este listado aparece en última posición el usuario creado con anterioridad, así que seleccionaremos este usuario en la columna de Lectura/Escritura.
Una vez hemos finalizado este proceso la configuración del NAS está lista y ya tendríamos todo lo necesario para realizar copias de seguridad se nuestro sistema operativo Windows. Sin embargo, aún nos falta configurar el equipo propiamente dicho, proceso que vamos a realizar a continuación.
Configuración de Windows Vista, 7 y 8 para realizar copias de seguridad en una ubicación de red
Nos falta lo más importante en el proceso: que el equipo Windows sea capaz de realizar la copia de seguridad. Para realizar esto vamos a utilizar en esta ocasión la utilidad que posee el propio sistema operativo. Para encontrarla tendremos que dirigirnos a Panel de Control y entrar en el apartado Sistema y seguridad.
Ua vez que hemos accedido a Copias de seguridad y restauración tenemos que seleccionar Configurar copias de seguridad, situado en la parte derecha.
El sistema se tomará unos segundos para preparar el proceso de configuración, no siendo generalmente más de 15.
Cuando finalice nos aparecerá un listado (vacío si no existe ningún disco USB externo conectado al equipo) en el que podremos ver las unidades disponibles. En este caso tenemos que seleccionar Guardar en red para conseguir abrir el diálogo que nos permita seleccionar una carpeta de un equipo ubicado dentro de la misma red que el ordenador.
Si conocemos la dirección del equipo solo es necesario teclearla, sin embargo, siempre suele suceder que no nos acordemos por lo tanto podemos realizar la exploración en busca del dispositivo en primer lugar y posteriormente la selección de la carpeta.
Al ser una copia de seguridad en red el sistema nos informa de que podría estar disponible para otros usuarios. Sin embargo, al configurar los permisos de los usuarios ya nos hemos asegurado que solo una cuenta tenga permisos, por lo tanto no hay de que preocuparse.
Llega el momento de seleccionar que tipo de copia de seguridad queremos que se realice. La diferencia entre las dos opciones es que la primera de ellas permite restaurar no solo los archivos, sino que se realiza una imagen del sistema que permite restaurar Windows al completo. En el caso de la segunda se trata de una copia de seguridad selectiva en la que el usuario indica de qué carpetas se necesita que se haga la copia de seguridad.
Después de haber decidido el tipo de copia de seguridad necesitamos indicar si queremos que se realicen de forma manual o de forma periódica, quedando esta decisión a gusto de cada usuario. En nuestro caso, hemos optado por las copias de seguridad programadas.
Una vez que hemos seleccionado este aspecto solo nos queda verificar la configuración final, guardar esta y esperar a que se complete la primera copia de seguridad que se hará en ese mismo momento.
Durante el proceso de copia podrás verificar el estado de este y comprobar cuál es el tamaño utilizado por la carpeta en red. Siempre que queramos se puede cambiar la configuración que hemos fijado con anterioridad, por lo que no tenemos de qué preocuparnos.
Con este proceso tan sencillo puedes mantener a salvo tu sistema operativo Windows y los datos almacenados en él, un proceso básico que puede evitarnos una gran cantidad de quebraderos de cabeza, sobre todo a la hora de realizar la reinstalación del sistema operativo.