Usar correctamente la calefacción, y en el momento que corresponde, es fundamental para ahorrar dinero y no pagar en exceso en tus facturas. Por ello, te vamos a contar algo que deberías hacer por las mañanas, antes de poner la calefacción. La idea es que gestiones mejor la temperatura de la vivienda y evites consumir más recursos de los que deberías. A veces, solo con hacer pequeños cambios de hábitos, podemos lograr un ahorro considerable.
Esto que vamos a explicar, lo puedes aplicar en cualquier momento y sea como sea tu calefacción. No obstante, sí que puede haber diferencias en función de dónde vivas y, básicamente, de la temperatura que pueda hacer fuera. También de tus hábitos diarios, como vas a poder ver a continuación.
Ventila tu casa antes de poner la calefacción
Este consejo consiste en ventilar la vivienda antes de que pongas la calefacción. Es algo que deberías hacer cada día, pero mucha gente lo hace de forma errónea. Cuando te levantas, lo normal es que hayas apagado la calefacción la noche anterior y la temperatura haya bajado. Antes de encender la calefacción, podrías ventilar la casa y, posteriormente, ya encenderla para que mantenga bien la temperatura. Además, esto tiene aún más sentido si vas a irte a trabajar fuera o vas a estar unas horas fuera de casa.
Antes de salir, lo que vas a hacer es abrir las ventanas y ventilar la vivienda. Te da igual que, provisionalmente, la casa se enfríe más ya que no vas a estar en casa. A tu vuelta, entonces ya pondrás la calefacción. Por tanto, el objetivo es que ventiles la casa cuando corresponde. No abras las ventanas después de haber encendido la calefacción, ya que posteriormente tendrías que volver a calentar la vivienda y eso va a suponer un consumo extra. Hazlo siempre antes, a primera hora por la mañana, cuando la casa está más fría.
Ahora bien, cuidado con ventilar más de lo necesario o cuando no corresponda. Si aún mantiene la vivienda calor residual del día anterior, y fuera hace demasiado frío, intenta evitar abrir la ventana. Hazlo más tarde, cuando vuelvas del trabajo o cuando la temperatura de fuera haya aumentado. Eso sí, siempre antes de encender la calefacción.
Pon la temperatura correcta
Por otra parte, ajustar bien la temperatura de la vivienda va a ser clave. Cada grado adicional cuenta. No necesitas tener la casa a mucha temperatura en invierno, ya que basta con que esté a 19-20 grados si quieres ahorrar. El hecho de subir un grado el termostato, puede hacer que gastes sobre un 7% más.
Hay que tener en cuenta que, hoy en día existen termostatos Wi-Fi inteligentes, los cuales nos permitirán encender y apagar la calefacción de manera local o remota a través de una app. Además, si tienes válvulas termostáticas en tu domicilio, podrás regular la temperatura de cada habitación de forma individual, perfecto para bajar la temperatura allí donde no suela haber nadie, como la habitación de los invitados, y poner algo más de temperatura en los baños. Eso te ayudará a evitar consumir en exceso y podrás pagar menos en la factura cada mes, sin renunciar a mantener una buena temperatura.
Actualmente hay dos marcas muy recomendables que nos permitirán controlar la calefacción, la primera de ellas es tadoº, una marca que nos permite instalar válvulas termostáticas de la misma marca para integrarlas todas ellas con la misma aplicación oficial. Esta marca es muy recomendable, ya que dispone de una app muy completa, además, se puede gestionar de forma local a través de Home Assistant usando la integración de Apple HomeKit.
Otra marca muy recomendable es Netatmo, es muy similar a tadoº. Netatmo dispone de un termostato para calderas individuales, y también tiene válvulas termostáticas de la misma marca, y que se integran a la perfección con la aplicación. Además, si tu caldera es modulante este fabricante dispone de un termostato modulante, para ahorrar aún más en gas en tu vivienda. Por supuesto, podemos integrar Netatmo en Home Assistant sin problemas.
En definitiva, ventilar la vivienda a la hora correcta, antes de poner la calefacción, te ayudará a ahorrar. Es importante evitar el derroche de energía, ya que provocará que tengas que pagar bastante más cada mes. Tener un buen aislamiento térmico, también será de gran ayuda.