Desconectarse de la red eléctrica puede parecer un sueño lejano, pero hoy es más posible que nunca. En este artículo te explico, paso a paso y desde mi experiencia, cómo calcular cuántos paneles solares necesitas para vivir con total independencia energética. También te hablaré de algo igual de importante: las baterías para almacenar la energía. Porque cuando cae la noche, los paneles dejan de producir, pero tú sigues necesitando electricidad. Dependiendo de cómo tengas la calefacción en tu hogar y de tu consumo, necesitarás más o menos paneles solares.
No se trata solo de poner unos cuantos paneles en el tejado. Hay que tener en cuenta muchos factores, como el consumo de electricidad que tienes en casa, cuántas horas de sol recibe tu tejado o qué tipo de baterías necesitas para aguantar los días nublados o las noches. En este artículo, te lo cuento todo con ejemplos sencillos y fórmulas fáciles.
¿Qué significa vivir fuera de la red?
Vivir fuera de la red, o también conocido como «off-grid», es no depender en absoluto de la red eléctrica. Lo positivo de vivir aislado de la red eléctrica, es que te ahorrarás los costes fijos que ello supone, dependiendo de la potencia que tuvieras que contratar, puede ir desde los 20€ hasta los 70€ mensuales aproximadamente. Si no te conectas a la red eléctrica, siempre puedes ahorrarte este dinero, lo que puede suponer hasta 800€ al año en costes fijos (sin consumir nada de energía).
Además, vas a estar protegido por completo ante posibles apagones. No vas a depender de la red eléctrica, por lo que, en caso de que surja algún problema ajeno a tu vivienda, a ti no te pasaría nada y tus aparatos seguirían funcionando. Es otro punto positivo.
Toda la energía que consumes la produces tú mismo, normalmente con paneles solares, y la almacenas en baterías para usarla cuando el sol no brilla. Esto no quiere decir vivir sin comodidades. Puedes tener nevera, televisor, ordenador, cafetera… Todo. Pero para lograrlo necesitas un sistema solar bien dimensionado. Si fallas en el cálculo, puedes quedarte sin energía en el peor momento.
Lo primero: saber cuánta electricidad usas al día
Antes de hablar de paneles, lo esencial es saber cuánta energía consumes. Yo, por ejemplo, revisé mis facturas de la luz y vi que gasto unos 10 kWh al día. No es mucho, pero tampoco poco. Lo justo para una casa con electrodomésticos normales y una pequeña oficina. Es muy importante que revises bien cuánta electricidad consumes a lo largo de todo el año, porque no es lo mismo tener la calefacción eléctrica (que gastará muchísimo) que usar gas e incluso aerotermia. Dependiendo del consumo que realices en tu hogar, tendrás que dimensionar tanto los paneles como también las baterías.
Si no tienes claro tu consumo, puedes hacer una lista de los aparatos que usas, cuántas horas al día los enciendes y cuánta potencia necesitan. Aquí te dejo un ejemplo:
- Frigorífico: solamente consume cuando está en funcionamiento el compresor, el resto del tiempo el consumo es muy bajo. Al día podemos gastar unos 0,3kWh aproximadamente.
- Televisor: 100W × 4h = 0,4 kWh
- Portátil: 50W × 8h = 0,4 kWh
- Iluminación LED de toda la casa: 15W × 5h = 1 kWh
- Lavadora (cada dos días): 1000W × 1h ≈ 1 kWh/día
El total diario aproximado rondará los 10kWh, aunque esto depende también de otros factores, como si has puesto el AC, si has puesto lavavajillas etc. Lo mejor es que calcules el consumo de forma mensual, a través de tu distribuidora.
¿Cuántos paneles solares necesito según el lugar donde vivo?
La cantidad de paneles depende de dos cosas: cuánta energía necesitas y cuánta luz solar recibe tu tejado cada día. En mi caso, vivo en una zona con unas 5 horas pico de sol al día, que es lo que se suele considerar como horas de máxima producción.
Un panel solar de 400W bien orientado puede generar unos 2 kWh diarios. Así que, si necesito 10 kWh al día:
10 kWh / 2 kWh por panel = 5 paneles
Pero espera, hay que añadir un 30% extra por pérdidas: cables, inversor, sombra parcial, suciedad… Así que:
5 paneles × 1,3 = 6,5 → redondeando: 7 paneles de 400W y un inversor acorde para aguantar la potencia pico. Esto sería, en este caso, lo mínimo necesario.
Nuestra recomendación es que pongas tantos paneles como permita tu tejado, y más si vas a estar desconectado de la red eléctrica, porque así podrás llenar siempre al máximo tu batería. De hecho, los días nublados o lluviosos, los podrás «pasar» mejor, ya que generarán la energía suficiente para un funcionamiento normal de nuestro hogar. Para que os hagáis una idea de cuánta producción solar pueden generar 4,55kWp de paneles, en el mes de mayo en un día soleado ronda los 24kWh aproximadamente, sin embargo, en un día nublado o lluvioso puede rondar unos 10kWh aproximadamente.
¿Y qué pasa por la noche? Necesitas baterías sí o sí
Los paneles solo generan energía mientras hay sol. Por eso, si vas a vivir sin conexión a la red, necesitas baterías que almacenen la energía suficiente para cuando oscurece o hay días nublados. Volvamos a mi caso: gasto 10 kWh al día. Necesito una batería que me permita almacenar, al menos, esa cantidad. Pero aquí también conviene tener una reserva de, al menos, 3 días, por si el tiempo no acompaña.
10 kWh × 3 días = 30 kWh de capacidad de batería
Como las baterías de litio suelen tener una profundidad de descarga útil del 90%, eso significa que para usar 30 kWh reales, necesitaré algo más de 33 kWh de capacidad nominal. Las marcas más conocidas (Tesla Powerwall, BYD, Pylontech…) ofrecen baterías modulares, así que podrías instalar tres de 11 kWh o seis de 5,5 kWh, por ejemplo. Lo mejor de esto es que, al ser modulares, primero podrías comprar baterías de 30kWh, y luego ampliar si fuera necesario.
Algo a tener muy en cuenta, es que debes dimensionar los paneles por encima del almacenamiento de las baterías, sobre todo por los días nublados o lluviosos, es algo fundamental. Además, necesitarás un inversor híbrido (que también se puedan conectar las baterías correspondientes, y que soporte el modo off-grid o modo isla) y, en algunos casos, un generador de respaldo. Hay inversores de Deye que permiten poner un generador diésel en caso de necesitarlo a modo de emergencia.
¿Qué tipo de baterías necesitas para almacenar la energía solar?
Una vez que tienes claro cuántos paneles solares vas a instalar, toca resolver la segunda parte del rompecabezas: cómo almacenar la energía para usarla por la noche o en días nublados. Aquí es donde entran en juego las baterías solares, y no todas son iguales. En general, existen tres tipos principales: baterías de plomo-ácido, baterías de litio y baterías de flujo. Las más comunes hoy en día en sistemas residenciales son las de litio, ya que ofrecen mayor eficiencia, vida útil más larga y menor mantenimiento. Son algo más caras que las de plomo-ácido, pero el rendimiento lo compensa a medio plazo.
Para saber cuánta capacidad necesitas, tienes que calcular cuántos kWh consumes en un día y multiplicarlo por el número de días de autonomía que quieres tener (normalmente entre 2 y 3 días como mínimo). A esto, súmale un margen extra por seguridad y pérdidas de eficiencia.
Por ejemplo, si gastas unos 10 kWh al día, lo ideal sería tener unas baterías con al menos 30 kWh de capacidad útil. Algunas marcas ya ofrecen baterías modulares que puedes ampliar fácilmente en el futuro si tus necesidades crecen.
Además, no te olvides de contar con un buen inversor, que es el dispositivo que convierte la energía almacenada en corriente útil para tus electrodomésticos. Hay modelos híbridos que combinan paneles solares y baterías al mismo equipo, lo que simplifica bastante la instalación. Además, hay modelos que también permiten conectar un generador diésel a modo de emergencia, fundamental por si resulta que tienes una semana completa de lluvias y nubarrones.
Consejos finales si estás pensando en dar el salto
- Empieza por reducir tu consumo: cambia a electrodomésticos eficientes, usa iluminación LED y apaga lo que no uses. Cuanto menos consumas, menos paneles y baterías necesitarás.
- Cuida la orientación e inclinación de los paneles: idealmente, hacia el sur y con el ángulo que mejor aproveche el sol en tu zona. Es muy importante dimensionar la instalación solar a tus necesidades, no obstante, si vas a desconectarte de la red, nuestro consejo es que mires cuántos paneles solares como máximo vas a poder instalar en tu hogar.
- Mantén tu sistema solar: limpiar los paneles cada cierto tiempo y revisar el estado de las baterías prolongará su vida útil. Configura las baterías para cargarlas al 95% como máximo y descargarlas al 10% como mínimo.
- Piensa a futuro: deja espacio para ampliar las baterías si no vas a comprar todo de una vez.
Desconectarse de la red no es solo un gesto ecológico: es una forma de vida más libre, más resiliente y, a largo plazo, más rentable. Pero para lograrlo, hay que planificar bien. No basta con instalar unos paneles sin saber cuánto consumes o sin pensar en las noches y los días nublados. Es algo que requiere de un análisis personalizado para cada caso.
Yo lo tengo claro: si un día doy el paso definitivo, lo haré con, al menos, 10 paneles de 500W y un buen sistema de baterías que me asegure energía incluso cuando no haya sol.
Otros componentes clave
Vivir fuera de la red eléctrica es algo idílico y como hemos visto, técnicamente posible. Hemos visto cómo los paneles y las baterías son una parte del rompecabezas, pero no la única. Para hablar de un sistema funcional, eficiente y seguro, necesitamos otros componentes importantes que puedan asegurar el flujo de energía.
Uno de ellos es el regulador de carga, que hace de intermediario entre los paneles solares y las baterías, controlando el flujo de energía para evitar sobrecargas o descargas excesivas que puedan dañarlas. Podemos encontrarlos de mayor o menos precio, rondando entre los 100 y 300 euros, dependiendo de su punto máximo de potencia.
Un generador de respaldo puede ser un salvavidas en determinados momentos y dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Es ideal para semanas de lluvia o nubes densas, en las que los paneles producirán menos, y las baterías podrían no bastar. Un generador diesel o de gasolina es una opción, aunque hay que tener en cuenta que genera ruido y emisiones.