El horno podemos decir que es uno de esos aparatos que tienen un consumo de electricidad bastante elevado. Aunque no todos los modelos son iguales, lo cierto es que siempre van a ser una parte importante del gasto energético. Ahora bien, puedes utilizarlos de forma más óptima y así intentar ahorrar. En este artículo te hablamos de un error que podrías estar cometiendo, en ocasiones, y que va a hacer que gastes más.
Se trata de precalentar el horno. Sí, hay situaciones en las que puede ser necesario o aconsejable. Sin embargo, en otras muchas es totalmente prescindible y lo que vas a hacer es consumir más energía de la que deberías. Por ello, vamos a explicarte todo lo que debes saber de cara a ahorrar en la factura.
Precalentar el horno, un error
Desde IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, indican que debemos hacer del precalentamiento del horno una excepción. En caso de que necesitemos tiempos de cocción más largos, lo que recomiendan es apagar el horno 10 minutos antes del final y así aprovechar el calor residual. Ten en cuenta que, al precalentar el horno, vas a tener que abrir la puerta para meter los alimentos. Es justo en ese proceso, al abrir el electrodoméstico, cuando más calor se pierde y, por tanto, más va a tener que trabajar nuevamente para aumentar la temperatura y poder calentar la comida que vayas a poner.
Indican que, generalmente, no es necesario este precalentamiento y es algo que podemos evitar y lograr así un ahorro de energía. Piensa que cada minuto que lo tengas encendido, va a estar consumiendo electricidad. Si además abres la puerta, va a tener que gastar más para recuperar el calor perdido. Por tanto, siempre que sea posible es buena idea que evites precalentar el horno. Además, es útil utilizar el calor residual y apagarlo antes de que termine de calentar la comida. Ahorrarás algo de energía y si es algo que aplicas continuamente, el ahorro puede ser importante cada mes y lo notarás en tu factura.
Buen mantenimiento del horno
Más allá de este consejo, otra recomendación que puedes poner en práctica para ahorrar, es tener un buen mantenimiento del horno. Asegúrate de que está limpio, de que lo tienes bien cuidado y no hay nada que pueda provocar un aumento del consumo. Es lo mismo que deberías aplicar en cualquier otro electrodoméstico.
Además, cuidado con qué pones cerca del horno. Por ejemplo, no es buena idea tenerlo próximo al frigorífico. Al desprender calor, haría que el frigorífico tuviera que funcionar a mayor potencia para mantener una buena temperatura. Igualmente, podría afectar a otros dispositivos que pongas al lado. Por tanto, lo mejor es aislarlo para que no afecte a otros electrodomésticos.
Si tienes un sistema de domótica, puedes programar acciones de forma avanzada con Home Assistant usando Scheduler, con el objetivo de facilitarnos la vida.
En definitiva, si quieres ahorrar al utilizar el horno, una buena idea es evitar precalentarlo cuando no sea necesario. También puedes optar por apagarlo unos minutos antes y así aprovechar el calor residual, para reducir el gasto de energía al calentar la comida. También podrías usar un grifo termostático y otros aparatos de domótica para ahorrar.