Utilizar la calefacción puede suponer un gasto importante en la factura cada mes. Si no la utilizas correctamente, ese gasto podría dispararse sin que te des cuenta. Te vamos a contar qué podrías tener en cuenta, como inversión, para intentar gastar menos. El ahorro puede ser interesante y llegar a ser una suma importante durante todo el año. Vamos a hablarte de en qué consiste y de qué manera te ayuda.
Ten en cuenta que, a poco que bajes la temperatura de la calefacción, puedes empezar a ahorrar bastante. De hecho, se calcula que por cada grado podemos ahorrar sobre un 7% de energía. Esto hace que sea esencial poner la temperatura adecuada y no cometer el error de tenerla demasiado elevada.
Utiliza válvulas termostáticas
El consejo consiste en utilizar válvulas termostáticas en tu calefacción. Eso te ayudará a tener un mayor control de la temperatura y, de esta forma, ahorrar energía. Según IDAE, el ahorro puede suponer entre un 8 y un 13%. Sin duda, una cantidad considerable que podrías ahorrar cada mes y pagar menos en la factura.
Lógicamente, esto supone una inversión inicial. Vas a tener que comprar válvulas termostáticas o un termostato programable. Pero, una vez hayas hecho ese gasto, vas a empezar a gastar menos. Por tanto, a largo plazo será una inversión que te permitirá pagar menos en tu factura, ya sea de luz o de gas.
Puedes ver algunas opciones de válvulas termostáticas o termostatos inteligentes, como los que te mostramos a continuación:
El objetivo es que te ayuden a mantener siempre una buena temperatura. No necesitas tener la casa siempre a la misma temperatura, ni tampoco todas tus habitaciones. Por ello, tener válvulas de este tipo, que te ayuden a ajustar mejor la temperatura, será de gran ayuda para que puedas ahorrar entre un 8 y un 13%.
El control remoto, opción útil
Si puedes comprar válvulas termostáticas que tengan control remoto, es otra ventaja. Vas a poder encender o apagar un radiador en concreto, así como toda la calefacción, sin importar dónde estés. Por ejemplo, si estás fuera de casa y quieres que la temperatura sea agradable cuando llegues, puedes tener en cuenta esta opción.
Además, vas a poder programar cuánto tiempo permanece encendida la calefacción. Con esto, evitarás que esté más tiempo del necesario. Cuanto más esté, más consumirá. Puedes aprovechar el calor residual, una vez alcance la temperatura deseada, y apagarla para que no gaste nada más. Por ejemplo, lo puedes hacer un par de horas antes de ir a dormir.
Gracias al control remoto, vas a poder tener acceso desde la aplicación de móvil. No importa dónde estés, siempre y cuando tengas acceso a Internet. Solo con eso, ya podrás controlar cuándo se enciende, cuánto tiempo y a qué temperatura. Tendrás un mayor control para poder limitar el consumo de energía.
Por tanto, utilizar válvulas termostáticas es una buena opción para ahorrar entre un 8 y un 13% de energía. Ten en cuenta que la vivienda tarda en calentarse, pero también en enfriarse. Eso significa que puedes aprovechar el calor residual y gastar menos.