Para poder ahorrar en la factura de la luz, algo muy importante es controlar bien los aparatos que utilizamos en nuestro día a día. Especialmente, es clave gestionar correctamente aquellos que consumen más. Por ejemplo, el lavavajillas, el horno o una estufa, pueden ser algunos ejemplos de electrodomésticos que gastan bastante energía. En este artículo, vamos a explicarte cómo puedes saber si un aparato que tienes en casa es realmente eficiente o no.
El objetivo es que puedas utilizar correctamente tus aparatos. Es importante realizar cambios cuando gastan más de lo que deberían. Por ello, tener toda la información posible va a ser de gran ayuda para que puedas administrar el consumo de energía de tu hogar y poder pagar menos cada mes.
Comprueba la eficiencia de tus aparatos
Saber si algo es eficiente, puede ayudarte a decidir cambiarlo por otro o no. Tal vez te interese comprar uno nuevo, que sepas que consume menos, y así ahorrar en la factura de la luz. Van a entrar en juego diferentes factores y siempre podrás tener en cuenta lo que vamos a explicarte.
Ver la etiqueta de eficiencia energética
Lo primero que puedes hacer es ver la etiqueta de eficiencia energética. Los electrodomésticos, al menos los que no son muy antiguos, van a tener una etiqueta con una letra. También puede que veas A+++, A++ y A+. Un electrodoméstico A, por ejemplo, va a ser más eficiente que uno que tenga una etiqueta B, C o D.
Cuanto mayor sea la letra (partiendo de la A como la mejor), más eficiente va a ser. Al menos, sobre el papel ese electrodoméstico debería consumir menos que otro modelo similar, que tenga una etiqueta de eficiencia energética inferior. Es una primera señal que podemos tener en cuenta para guiarnos.
Mirar la potencia en las características
También puedes observar la potencia de ese aparato. Es algo que va a venir en las características del modelo exacto que vas a utilizar. No importa si se trata de un aire acondicionado, una estufa o simplemente una bombilla. En todos estos casos, verás la potencia, medida en vatios (W), que va a tener.
Por ejemplo, si tienes una estufa que tiene una potencia de 800 W, va a ser más eficiente que otra que tenga una potencia de 1.500 W. Ojo, realmente significa que consume menos, pero no quiere decir que vaya a calentar igual una habitación. Por tanto, en este caso sería algo relativo, que deberás tener en cuenta para saber si realmente te interesa o no.
Comprobar realmente cuánto gasta
Esto es importante, especialmente cuando los aparatos ya son algo más antiguos. Con el paso del tiempo, un electrodoméstico puede perder eficacia. Puede empezar a consumir más. Por ejemplo, esto ocurre si acumula suciedad, si se deterioran algunas piezas, un mal uso continuado o cualquier otro motivo.
Lo que te recomendamos es que compruebes exactamente cuánta energía consume. Puedes utilizar un enchufe inteligente que tenga medidor de consumo. También podrías ver el consumo en tiempo real, algo que ofrece tu distribuidora, aunque esto no es tan fácil de calcular con exactitud.
Por tanto, estos son los métodos que puedes usar para saber si un aparato es o no eficiente. Lo puedes tener en cuenta con cualquier electrodoméstico que uses en tu día a día, sin importar si es más antiguo o más moderno.