A la hora de contratar Internet, es importante saber si realmente vas a aprovechar lo que estás pagando. Puede que estés desperdiciando dinero, ya que no alcanzas la velocidad contratada. Esto puede ocurrir por diferentes motivos, pero uno de los principales es la cobertura. En este artículo, vamos a hablarte de cómo puedes saber si realmente aprovechas o no lo que estás pagando. Puede ayudarte a ahorrar dinero cada mes.
No todos los usuarios se conectan igual a Internet, ni todos necesitan la misma velocidad. Por ello, es buena idea mirar qué velocidad llega, si navegas correctamente o no y comparar con lo que tienes contratado. Tal vez estés pagando por algo que nunca has llegado a disfrutar, lo cual no sería positivo.
Prueba tu velocidad
Es tan sencillo como hacer una prueba de velocidad. Especialmente, esto es útil para quienes se conectan a Internet desde un mismo lugar. Por ejemplo, puede que tengas un ordenador en una habitación y te conectes siempre desde allí. Es en ese sitio, por tanto, donde te interesa analizar qué velocidad tienes.
Lo que vas a hacer es un test de velocidad de Internet desde ese ordenador. Con esto comprobarás qué velocidad recibes. Si te conectas por Wi-Fi, el problema con la cobertura podría ser una causa de estar limitado. No obstante, también podría pasar por cable, si no tienes puerto Gigabit Ethernet o usar un mal cableado.
El objetivo de conocer la velocidad es poder compararlo con lo que tienes contratado. Por ejemplo, tal vez veas que te llegan unos 100 Mbps. Esa es la velocidad real que recibes. Sin embargo, el ancho de banda, lo que tienes contratado, podría ser muy superior. Podrías tener, por ejemplo, 600 Mbps contratados y estás desaprovechando 500.
Si ves que esto es así, y realmente con lo que recibes es suficiente para tu día a día, podrías plantearte contratar una tarifa inferior, más económica. Otra alternativa sería intentar mejorar esa cobertura, conectarte por cable, utilizar algún repetidor, etc.
Revisa la conexión y dispositivos
Más allá de la prueba de velocidad, y ver si realmente te compensa tener la tarifa contratada y no otra, deberías revisar tu conexión y los dispositivos que tienes conectados. Puede que haya algún error en la configuración, que la red esté saturada o haya interferencias que provoquen que el Wi-Fi vaya mal.
Todo esto va a afectar a la velocidad de tu red. Si te conectas de forma inalámbrica, va a ser más sensible y podrías tener más problemas para lograr un rendimiento óptimo. Te recomendamos que mires muy bien todo esto e intentes que la conexión vaya lo mejor posible, con una buena estabilidad y velocidad. Siempre puedes ver la velocidad máxima de la tarjeta Wi-Fi.
Ten en cuenta que, al realizar la prueba de velocidad, sería interesante hacerlo con dos dispositivos. De esta forma, podrás descartar problemas den uno de ellos. Tal vez tengas una tarjeta de red limitada, un receptor Wi-Fi que no tenga una gran capacidad o haya algún problema puntual con ese dispositivo.
En definitiva, te recomendamos que revises qué velocidad de Internet te llega justo donde sueles conectarte y compararla con lo que tienes contratado. Si ves que recibes mucha menos velocidad, tal vez deberías replantearte contratar una tarifa inferior y poder así ahorrar dinero, siempre y cuando no necesites más.