Tener una gran cantidad de equipos conectados a Internet en los hogares es algo muy común hoy en día. Si pensamos en una vivienda familiar, es muy frecuente que tengamos 2-3 dispositivos conectados al router, por persona. Todos tienen un teléfono móvil, tal vez tablets, algún ordenador portátil o cualquier otro aparato. Además, es probable que en esa casa haya otros equipos compartidos por todos, como puede ser una televisión, algún ordenador de sobremesa, así como algún dispositivo IoT, algo cada vez más extendido. Todos ellos están conectados a Internet. Ahora bien, ¿Cuál es el límite del router? Vamos a ver cuántos dispositivos pueden conectarse, cómo aumentar el límite y hasta qué punto afecta.
Cuántos dispositivos puedo conectar a Internet
Debemos ser conscientes de que una cosa es la capacidad teórica, el número máximo que sobre el papel puede admitir un router, y otra es la práctica. Es decir, podemos conectar una gran cantidad de dispositivos a nuestra red Wi-Fi y que todo vaya bien, pero también conectar apenas 4 o 5 aparatos y que la conexión se vea mermada. Dependerá de la conexión contratada y, también, del uso que le demos a la red. Por ejemplo, no es lo mismo una conexión de ADSL de 20 Mbps que otra de fibra simétrica de 500 Mbps.
De forma teórica podemos decir que la capacidad de un router se mide en el número de direcciones IP que es capaz de manejar. Esa sería, sobre el papel, la cifra máxima de dispositivos que vas a poder conectar. Podríamos decir que esa cifra máxima va a ser 253 dispositivos conectados al mismo tiempo (tanto por cable como por Wi-Fi) su utilizamos la típica máscara de subred 255.255.255.0. Hay que descontar la dirección IP usada por el propio router. Algunos routers pueden aumentar esa máscara de subred, pero es la cifra habitual en los domésticos.
Ahora bien, si hablamos del número máximo que realmente va a soportar el router, la cifra va a ser menor. De hecho, algunos fabricantes recomiendan no tener más de 16 dispositivos al mismo tiempo. No obstante, no debería haber problemas por superar esa cifra. Sí que podríamos tener un menor rendimiento.
Todo dependerá de factores como la velocidad de Internet contratada, si estamos por Wi-Fi o cable, la banda que usemos y el uso que le demos a la red. Si por ejemplo tenemos 50 aparatos conectados al mismo tiempo, una tarifa de 100 Mbps, y en todos ellos vamos a estar navegando, lo normal es que se ralentice bastante. Si estamos viendo un vídeo por YouTube, por ejemplo, no necesita mucho. Pero, ¿Y si multiplicamos eso por 30 dispositivos al mismo tiempo?
Procesos del router
Cuando un router tiene que gestionar muchos dispositivos conectados a la red, debe llevar a cabo un proceso de gestión eficiente para garantizar un rendimiento óptimo. A continuación, se describe el proceso que sigue un router para gestionar muchos dispositivos:
- Asignación de direcciones IP: Se asignan direcciones IP únicas a cada dispositivo conectado a la red. Estas direcciones permiten la comunicación entre los dispositivos y aseguran que los datos se envíen y reciban correctamente.
- Control de ancho de banda: El router gestiona el ancho de banda disponible para cada dispositivo. Puede asignar un ancho de banda máximo para evitar que un solo dispositivo acapara todos los recursos y ralentice la red.
- Priorización de tráfico: El router puede priorizar ciertos tipos de tráfico, como video o voz sobre IP, para garantizar una transmisión fluida y sin interrupciones. Esto se logra dando prioridad a ciertos paquetes de datos y asegurándose de que se transmitan de manera más rápida y eficiente.
- Uso de colas de espera: En situaciones de congestión de la red, el router puede utilizar colas de espera para administrar el tráfico entrante. Esto implica poner en espera ciertos paquetes de datos y permitir que otros pasen primero, evitando así la pérdida de datos y mejorando el rendimiento general de la red.
- Configuración de reglas de acceso: El router puede establecer reglas de acceso para controlar qué dispositivos pueden acceder a la red y qué recursos pueden utilizar. Esto puede incluir restricciones basadas en direcciones MAC, puertos o protocolos específicos.
- Gestión de conexiones simultáneas: Un router debe ser capaz de gestionar múltiples conexiones simultáneas. Esto implica administrar el tráfico entrante y saliente de manera eficiente para evitar cuellos de botella y garantizar un rendimiento constante.
- Monitoreo y resolución de problemas: El router debe monitorear constantemente el rendimiento de la red y detectar posibles problemas. Puede utilizar herramientas de diagnóstico para identificar y solucionar problemas de conectividad, interferencias o pérdida de señal.
Cómo aumentar el número máximo
Para evitar esos problemas que mencionamos, normalmente los routers cuentan con un límite máximo de dispositivos conectados. Dependerá del modelo y la configuración que traiga de fábrica. No obstante, es algo que podemos modificar. Puede que en un momento dado necesitemos conectar más aparatos.
El proceso es sencillo, aunque puede variar según el modelo. Los pasos, eso sí, son parecidos. Lo primero que tendremos que hacer es entrar en la configuración del router. Para ello necesitamos saber cuál es la puerta de enlace predeterminada, que suele ser 192.168.1.1, y entrar. Si no sabes cuál es, puedes ir a Inicio, entras en el Símbolo del sistema, ejecutas el comando ipconfig y allí verás la puerta de enlace.
Hecho esto, simplemente tendrás que encontrar la opción correspondiente en tu modelo exacto. Generalmente está en la sección Wireless, Wi-Fi o similares. A veces viene en Opciones avanzadas. Hay que encontrar una sección denominada Máximo Clientes, Max Clients o similares.
En nuestro ejemplo, que lo hemos probado en el router HGU de Movistar, el límite es de 64 dispositivos conectados como máximo al router. Es una cifra que, de primeras, puede ser más que suficiente para la mayoría de usuarios domésticos. Pero claro, volvemos a lo que hablábamos: cada vez hay más aparatos conectados y podríamos necesitar aumentar la cifra.
Simplemente tendríamos que poner una cifra mayor, darle a aplicar los cambios y guardar. También, si buscamos lo contrario, podríamos poner una cifra menor y limitar el acceso a otros dispositivos y de esta forma evitar la saturación y tener problemas para navegar.
Hay que tener en cuenta que no siempre vamos a depender del router, ya que a veces el límite de clientes inalámbricos simultáneos los da el propio chipset Wi-Fi, por lo que en ese caso no podríamos hacer nada para superarlo. Lo importante siempre será utilizar el sentido común y no pretender conectar una gran cantidad de dispositivos al mismo tiempo.
Qué ocurre si conecto muchas cosas al Wi-Fi
Pero, ¿Qué podría pasar si conecto muchos aparatos al router Wi-Fi? Pongamos una situación probable, sin tener que irnos al máximo de conectar hasta 253 aparatos al router. Pensemos, por ejemplo, en una situación en la que empezamos a conectar ordenadores, móviles y otros dispositivos y de repente vemos que tenemos 20 o 30 cosas conectadas.
Lo primero es que puede producirse una mayor lentitud a la hora de enviar la señal. Esto ocurre debido al protocolo CSMA/CA, que hace que el router, antes de establecer la conexión y emitir la señal, compruebe si el canal está o no libre. Si hay muchos equipos conectados, ese proceso va a ralentizarse. Va a provocar mayor latencia y velocidad baja.
También, es lógico pensar que el ancho de banda puede quedarse corto. Hay que pensar que la cantidad máxima es limitada y no podremos pretender ver vídeos en YouTube en 4K desde 10 ordenadores al mismo tiempo si tenemos 100 Mbps, por ejemplo. Por tanto, mientras más aparatos conectados, más problemas de velocidad y limitaciones para aprovechar sin problemas el ancho de banda.
Un factor muy importante que va a influir en todo esto es el uso real que le demos a la conexión. Es decir, no es lo mismo tener 20 aparatos conectados, como podrían ser libros electrónicos, bombillas inteligentes, una televisión, un móvil que usamos para navegar… Que, en cambio, cinco ordenadores y todos ellos descargando grandes archivos de la nube, actualizando sistemas y, en definitiva, haciendo un uso muy extremo de la conexión. En este último caso tendríamos más problemas, aunque la cantidad sea menor.
Consejos para gestionar la conexión
La gestión e los dispositivos conectados al router, es uno de los aspectos críticos dentro de la infraestructura de la red y de su administración. Y es algo que podemos aplicar tanto a empresas, como a nivel doméstico. Los routers son el punto central de los dispositivos que están conectados a internet, y hace que se puedan comunicar entre sí. Toda esta gestión, permite a los administradores tener un control y monitorización sobre todos estos dispositivos que están conectados a la red Wi-Fi, en este caso.
Una de las tareas más importantes, es la asignación de las direcciones IP a los dispositivos. Esto es algo que es necesario, el poder identificar todos y cada uno de los aparatos de forma eficiente es importante. Esto también les da a los administradores la capacidad de generar restricciones o permisos de acceso a internet a equipos concretos. Por otro lado, tenemos el ancho de banda. El control de los datos que lo ocupan es algo recomendable, sobre todo para evitar que colapse. Esto es especialmente importante, en redes con gran cantidad de dispositivos y datos. Por lo cual, se requiere un uso equitativo de todo ese ancho de banda. Solo así conseguiremos un rendimiento óptimo, fiable, y que no genere problemas.
La monitorización también es muy importante, y esta debe ser constante. Esto es algo que permite a los administradores, detectar y solucionar problemas de red de la mejor forma posible. Si un dispositivo sufre algún problema de conexión, con una gestión de estos adecuada, no debería suponer un gran problema para nuestro sistema. Todo esto es algo más sencillo hoy en día, debido a las interfaces que tenemos en los routers. Las empresas hacen grandes esfuerzos en hacer que esto sea intuitivo, y accesible a todo el mundo. Estas también nos dan funciones añadidas, y en muchas ocasiones, nos dan mucho poder de configuración.
Consejos
Aunque de forma teórica puedes conectar muchos dispositivos al router, lo cierto es que mientras más tengas, más probabilidad de que aparezcan problemas. Especialmente pueden surgir fallos al consumir el ancho de banda. Piensa, por ejemplo, en una conexión de fibra óptica de 100 Mbps, que no es muy holgada. Tal vez conectes un ordenador para descargar archivos, el móvil con el que estás realizando copias de seguridad en la nube una televisión donde vas a reproducir vídeos en Streaming en 4K… Todo eso puede agotar el ancho de banda y hacer que funcione peor la conexión.
Un consejo interesante es utilizar correctamente las bandas Wi-Fi. Puedes usar tanto la de los 2,4 GHz como la de los 5 GHz. Esta última es la que ofrece mayor velocidad y además es la que menos se satura. Intenta conectar a ella los dispositivos que no tengas muy lejos del router y así lograrás mayor estabilidad y velocidad.
Otro consejo es evitar agotar el ancho de banda cuando necesites concentrar la conexión. Es decir, si volvemos al ejemplo de que tienes una tarifa de fibra óptica de 100 Mbps, en el supuesto de que tengas que realizar una videollamada y requieras de una conexión aceptable, evita estar descargando archivos o usando la nube desde otros dispositivos al mismo tiempo, por ejemplo. De esta forma podrás gestionar mejor la conexión.
También, un punto más que puedes tener en cuenta es utilizar repetidores o sistemas Mesh que puedan soportar una gran cantidad de dispositivos. En caso de que te conectes de forma inalámbrica a través de este tipo de aparatos, debes tener en cuenta la capacidad máxima que soportan. En algunas ocasiones a partir de 8-10 dispositivos dejan de funcionar correctamente, por lo que si necesitas conectar más es importante que adquieras un aparato que funcione sin problemas, aunque vayas a conectar más equipos.
En definitiva, podemos decir que teóricamente lo normal es que podamos conectar hasta 253 dispositivos al router. Ahora bien, en la práctica esa cifra va a ser menor. Dependerá de diferentes factores, como la velocidad contratada, el uso que le demos o el tipo de router, pero podemos decir que a partir de unos 20 dispositivos es cuando podríamos empezar a tener problemas reales. Si necesitas conectar más aparatos, siempre puedes comprar un router más potente o utilizar repetidores Wi-Fi que tengan mayor capacidad.