Sin duda el router es una pieza fundamental para nuestras conexiones. Es un aparato imprescindible para poder conectarnos, ya sea de forma inalámbrica o a través de cable. Esto hace que en caso de sufrir algún problema no pudiéramos tener conexión. Por ello en este artículo vamos a explicar qué podemos hacer si tenemos algún fallo en el router. Una serie de pasos básicos para intentar solucionar el error.
Detrás de un fallo en el router hay diferentes motivos que pueden estar involucrados. Por lo que es importante conocer desde los errores más típicos hasta lo que se debe llevar a cabo para que el equipo tenga un correcto mantenimiento. De esta manera, no solo podemos conseguir solventar el error en cuestión, sino hacer que su funcionamiento no dé tantos problemas con el paso del tiempo. Así que no solo veremos cuáles son los errores más habituales, sino lo que debemos hacer para resolver el problema del router.
Problemas comunes en el router
Cuando algo no funciona correctamente suele ser sencillo de identificar. Si hablamos del router, lo normal es que notemos una pérdida de velocidad, tengamos algún fallo relacionado con la cobertura, mala estabilidad… En definitiva, errores que pueden hacer que nuestra navegación no sea la mejor. Por ello es importante identificar cuáles son los problemas más comunes y de esta forma pasar a encontrar la solución.
A continuación, tenemos que buscar esos problemas comunes en un router que hacen que nuestra experiencia en Internet sea insatisfactoria. Si queremos buscar una solución adecuada a nuestros problemas debemos mirar:
- Determinar si el problema es de nuestro ISP o del router.
- Revisar el cableado que estamos utilizando y el Wi-Fi
- Si nuestro router está mal configurado o tiene un problema de hardware.
- Averiguar si necesitamos equipamiento de red adicional o si nuestro router está obsoleto.
Problemas del operador
La mayoría de los problemas cuando tenemos cortes o pérdida de velocidad se debe a alguna incidencia con el operador, aunque esto no es muy normal, puede suceder en momentos de congestión del operador.
Cortes continuos
Sin duda uno de los problemas más típicos que pueden ocurrir en el router es que tengamos cortes. Estamos navegando con normalidad y de repente perdemos la señal durante unos segundos. Es una causa que nos indica que algo no va bien, ya sea con el propio aparato, con la cobertura o incluso con el dispositivo que estamos usando para navegar.
Esto se conoce comúnmente como microcortes. No llegamos a quedarnos mucho tiempo sin conexión, pero ocurre frecuentemente. Vemos que el aparato no emite señal o que el dispositivo que estamos usando pierde la conectividad durante unos segundos, vuelve y posteriormente vuelve a perderla. Así continuamente sin que sepamos realmente cuál es el motivo.
En estos casos, lo ideal es que te pongas en contacto con tu compañía telefónica. De esta forma te pueden informar si se trata de una incidencia en tu línea o en la zona, o incluso si el problema es constante y es necesario reemplazar el router ya que es el causante de estos microcortes.
Pérdida de velocidad
También hay que hacer mención a una mala velocidad. Tal vez sea uno de los puntos más visibles cuando algo no va bien. Los usuarios notan que la velocidad de la conexión es muy inferior a la que debería. Descargan un archivo y tardan mucho, intentan subir algo a la nube y va súper lento, las páginas web tardan en cargar, etc. Es un hecho que todos queremos conseguir una buena velocidad de subida y bajada, pero no siempre es posible. En ocasiones se debe a problemas con el router y una vez los solucionamos esto desaparece. Por tanto, conviene detectarlo lo antes posible y evitar que nos afecte en el día a día a la hora de navegar por la red.
Si nuestro router está en buen estado, nuestro ISP en la gran mayoría de ocasiones nos ofrecerá una conexión estable. Eso no quiere decir que a lo largo del año nuestro proveedor tenga una avería que pueda durar unas pocas horas. Una forma de empezar podría ser haciendo un test de velocidad aquí.
En ese aspecto si observamos que no obtenemos velocidades similares a las de nuestra conexión o a las de otros días que hemos hecho el test, es síntoma de que algo no va bien. También si tenemos un ping elevado es un indicio de que algo no anda bien. Por otro lado, si el problema persiste, también podemos intentar ponernos en contacto con nuestro ISP por teléfono u otro canal oficial.
Problemas cableados y Wi-Fi en el router
Una vez que confirmamos que nuestra conexión está bien, pondremos nuestro foco en el router. En ese aspecto una buena forma de averiguar dónde está el problema es conectarnos por cable de red Ethernet o Wi-Fi. Si en uno de estos dos apartados obtiene buena velocidad, por ejemplo, haciendo un test como en el apartado anterior, está claro que el problema viene del router.
Si el que nos da una velocidad lenta o deficiente es el cable de red podría indicarnos que está en mal estado o que es de una categoría inferior a la que le corresponde. Por lo tanto, en esos casos conviene probar a sustituirlo por uno de al menos de categoría 6. La razón es que si le ponemos uno de categoría 5 no podrá pasar de 100 Mbps aunque si nos puede servir para comprobar problemas de estabilidad.
Los problemas para reconocer una red Wi-Fi suelen estar presentes. Sabemos que hay una red disponible, pero una vez realizamos una búsqueda desde nuestro equipo vemos que no aparece. Este problema puede estar relacionado con la colocación del router, con un problema a nivel de firmware y también podría ser de lado del dispositivo que intentamos conectar. En cuanto al Wi-Fi, hay que comprobar la banda en la que estamos conectados. La banda de 2.4GHz nos va a dar una mayor estabilidad y alcance. En cambio la de 5GHz tiene una mayor velocidad pero con la distancia sufre más. Si vemos que la red Wi-Fi no aparece, algo que se nos viene a la cabeza en primer lugar es que el router tiene problemas. Deberíamos buscar una solución, ya que las redes inalámbricas hoy en día son muy utilizadas y cada vez tenemos más equipos conectados y que dependen de tener una buena conexión.
Eso no quiere decir, que si el router ya tiene bastantes años y está encendido todo el año las 24 horas del día le haya pasado factura. Uno de los problemas comunes en un router es que tras un uso tan prolongado se le haya averiado la parte Wi-Fi o la Ethernet.
Por otro lado, aunque no es un problema muy frecuente, puede darse el caso. Si detectas que estás conectado a la red WiFi pero no hay acceso a Internet, puede deberse a un problema en el conexionado de los cables Ethernet en tu router. Si el mismo cable de red tiene conectados sus dos extremos al router, provocará un cortocircuito en el equipo y hará que entre en bucle, siendo incapaz de proporcionar acceso a Internet.
Puede que hayas visto un cable de red desconectado y hayas decidido conectarlo al router sin comprobar que el otro extremo ya estuviera conectado. Al hacer esto, el router seguirá emitiendo señal WiFi y podrás conectarte de manera inalámbrica, sin embargo, no tendrás acceso a Internet. Lo mismo pasará con la conexión cableada. Tus equipos detectarán que están conectados a la red, pero no tendrás acceso a Internet y no podrán navegar.
Para solucionar este problema, desconecta los cables de red de tu router y reinícialo. Espera unos minutos hasta que el router empiece a funcionar con normalidad y comprueba si tus equipos conectados por WiFi pueden navegar con normalidad. Si el problema se ha resuelto, ve conectando los cables de red uno a uno y comprobando que no vuelve el problema cuando hayas hecho todas las conexiones. En caso de que, al conectar un cable de red, vuelva el problema, deberás deshacerte de ese cable y sustituirlo por otro.
Problemas del firmware del router
También algunos problemas comunes en un router vienen derivados de la no actualización del firmware. En el momento que lo actualizamos nos encontramos con los siguientes beneficios:
- Se corrigen los fallos de seguridad.
- En ocasiones se añaden nuevas opciones.
- Obtenemos mejoras de rendimiento gracias a un firmware más depurado que libera recursos.
Por otra parte, podemos considerar nuestro router obsoleto cuando hace dos o tres años que no se actualiza. Sobre todo es un peligro en materia de seguridad porque las vulnerabilidades que vayan apareciendo ya no se corrigen. Aquí ya conviene plantearse la sustitución. Por lo que si es un equipo de una compañía telefónica y estás experimentando problemas constantes, lo suyo es que llames a tu operador para que te envíen un técnico o así puedan valorar si es el momento de que te manden otro router. Por otro lado, si usas un router propio, entonces no te queda más remedio que reemplazarlo (siempre y cuando se haya quedado sin soporte por parte del fabricante).
Mantenimiento del router
Los routers pueden llegar a fallar por innumerables cosas diferentes. Por lo cual, no se escapa de que esta requiera cierto mantenimiento de vez en cuando. Esto no quiere decir que deje de funcionar si no lo hacemos, pero de esta forma no solo nos durará más tiempo. Si no que es posible que el rendimiento tenga algún tipo de mejora en cuando a velocidad y estabilidad.
Lo primero y necesario, es realizar actualizaciones de firmware cuando corresponda, pero esto lo vamos a ver más adelante. Así como mejorar la seguridad todo lo que sea posible con el dispositivo. Pero si podemos mencionar otro tipo de mantenimiento. Que el router se encuentre limpio es tan importante como los puede ser para la ventilación de un ordenador. Es normal que en algún momento lleguen a acumular polvo o suciedad, ya que son dispositivos que no se mueven y así, es más sencillo que se ensucie. Pero esto es algo que puede afectar a los circuitos y perjudicar directamente al funcionamiento del mismo. Lo mejor que podemos hacer, es realizar limpiezas superficiales de vez en cuando. Esto evita que el polvo se acumule, y este no llegue a entrar dentro del dispositivo. Lo cual puede obstruir los conductos de ventilación.
Por otro lado, tenemos las fuentes de calor. Este es un gran enemigo para todo equipo informático, por lo cual bastará con el calor que este genera en su interior. Entonces es recomendable alejarlo de otras fuentes de calor que le puedan afectar. Esto no solo incluye el no dejarlo al sol, si no de cualquier aparato que pueda generar calor y pasarlo al router. La temperatura es uno de los factores que más puede degradar la vida útil de cualquier dispositivo electrónico. Lo mejor que podemos hacer, es instalarlo en un lugar seco y alejado de altas temperaturas.
Con esto evitaremos sobrecalentamientos, que afectan a la velocidad de la red. Pero esto no es algo que haga que funcione mucho mejor a corto plazo. Si no que tendremos un router que nos va a durar más tiempo, antes de que aparezcan problemas.
Cómo resolver fallos en el router
Siempre que nuestros dispositivos no funcionan correctamente las causas pueden ser muy diversas. Podemos estar ante problemas de software, hardware, error de configuración… Por tanto las soluciones pueden ser también diferentes. En ocasiones pueden ser muy sencillas, mientras que otras veces puede que sea necesario cambiar alguna configuración o característica.
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los usuarios es con la conexión de Internet. Intentan conectarse a la red mediante el navegador o cualquier programa y ven que no tienen acceso. Lógicamente esto puede ser causado por diferentes motivos, tanto de software como de hardware. Sin embargo uno de los más presentes es algún problema con el router.
Aunque el router está capacitado para estar siempre encendido y poder aglutinar una gran cantidad de equipos conectados, en ocasiones puede generar problemas. Por tanto vamos a ver qué hacer si sabemos que hay algún fallo con el router.
Reiniciar el router correctamente
Partiendo de lo más sencillo y rápido, algo que podemos tener en cuenta es reiniciar el router. Esto nos ayuda en muchos casos cuando tenemos problemas con el ordenador, móvil o cualquier aparato. Simplemente con reiniciar podemos solucionar algunos fallos que podrían ocurrir cuando tenemos muchos equipos conectados, por ejemplo.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que debemos reiniciarlo de forma correcta. No basta con pulsar el botón y volver a encenderlo. La idea aquí es apagar el router durante unos 30 segundos y posteriormente volver a encenderlo. De esta forma nos garantizamos que se reinicie correctamente.
Actualizar el router
Algunos fallos pueden surgir por tener el dispositivo desactualizado. Contar con la última versión del firmware es esencial para no tener fallos y lograr además corregir posibles vulnerabilidades que podrían ser aprovechadas por hipotéticos atacantes. Esto es algo que debemos aplicar a cualquier equipo que tengamos conectado a la red, ya que son muchos los problemas que pueden surgir sin que seamos conscientes de ello.
Por tanto, otro consejo más es actualizar el router a la última versión. Es posible que así logremos solucionar los fallos que impiden que tengamos un rendimiento óptimo de nuestra conexión. También evitaremos ciertas complicaciones relacionadas con la seguridad y que podrían ser aprovechadas por los intrusos.
Para actualizarlo tendremos que acceder al dispositivo, aunque dependerá de cada modelo. Lo normal es que baste con entrar en la puerta de enlace predeterminada, que suele ser 192.168.1.1, e iniciar sesión con los datos correspondientes para posteriormente ir a la sección de firmware y actualizar. A veces podemos contar también con una aplicación con la que gestionar el dispositivo.
Probar a conectarnos por cable
En ocasiones los problemas con el router no afectan a todo el dispositivo. Es decir, puede que un fallo concreto no impida que nos conectemos a la red, sino que afecta únicamente al Wi-Fi. Por ello, una manera de ver si el problema reside únicamente en la red inalámbrica y poder tomar medidas adicionales es conectarnos por cable. Ya sea conectar un PC, consola, Smart TV… lo suyo que pruebes si también experimentas problemas por Ethernet y no solo por Wi-Fi.
Es cierto que en la actualidad las redes inalámbricas han mejorado considerablemente y que tenemos más dispositivos conectados de esta forma. Sin embargo a veces pueden surgir problemas, como puede ser una mala cobertura, usar un canal saturado, una banda inadecuada, etc. Esto lo podríamos evitar si decidimos hacer uso de la posibilidad de navegar mediante un cable de red.
Cambiar el cable
Tal vez el problema resida en la conexión por cable, pero no necesariamente puede deberse a un error con el propio router. Uno de los fallos más habituales es que nuestro ordenador no sincronice a 1 Gbps con el router, sino que está limitado a 100 Mbps. Esto puede deberse efectivamente a un problema con el router, con los puertos Ethernet, pero también podría tratarse de un fallo del cable.
Por tanto, algo que podemos tener en cuenta es simplemente cambiar el cable de red y asegurarnos de que está en óptimas condiciones. Así descartamos que ese sea el motivo de los errores. Es sin duda una pieza fundamental para cualquier conexión y un error, sea por deterioro o por contar con una versión antigua, podría lastrar la velocidad. Especialmente esto hay que tenerlo en cuenta si vamos a conectarnos a una distancia considerable, ya que mientras mayor sea mayores serán las exigencias también.
Colocar el router en otro lugar
Cuando se trata de conectarnos de forma inalámbrica, un problema común es el lugar en el que está colocado el router. Puede que funcione correctamente, pero la ubicación no la tenemos optimizada de la mejor manera. Hay que tener en cuenta posibles obstáculos que puedan estar afectando a que la señal sea óptima. Muchos problemas vienen por este motivo.
Una buena idea es situarlo en una ubicación central de la vivienda. De esta forma reparte mejor la conexión con otros dispositivos. También es importante que esté alejado de paredes y muros, así como de otros dispositivos electrónicos. En caso de que únicamente nos interese que tenga buena conectividad en una zona concreta, simplemente tendríamos que intentar colocarlo cerca. Esto permitirá evitar las molestas zonas muertas.
Además de la zona ideal dentro de la vivienda, hay otro elemento clave: la altura. En este caso hay que tener claro que ni hay que colocarlo en una zona muy elevada ni tampoco en una parte muy baja. Lo suyo es que situemos el equipo en una zona media, es decir, a una altura media. Es la mejor posición para que la red se distribuya de la mejor manera posible dentro de una casa.
Cuidado con los dispositivos conectados
Otro de los posibles problemas que muchos routers tienen, sobre todo antiguos, es la congestión debido a un gran número de dispositivos conectados al mismo tiempo. Esto ocurre, en mayor medida, debido a todos los equipos de domótica que tenemos actualmente en los hogares.
Luces LED, enchufes inteligentes, Alexa, Smart TV, lavadoras con WiFi, humidificador, y muchos más. Cada uno de ellos tiene que asignarse a una IP para poder funcionar, lo que podría llevar a incluso no tener una disponible al intentar conectar otro dispositivo, produciendo un error en la red debido simplemente a superar el número máximo de equipos, no por otra causa. Mucha gente opta por crear una red secundaria para todos estos dispositivos, separando una de otra, lo que, pese a no evitar todos los problemas, sí podría solucionar algunos de ellos.
Cambia el canal
Es probable que tu router esté emitiendo a través de un canal con muchas interferencias. Es por ello que de vez en cuando es recomendable analizarlas y ver si sería recomendable optar por otro. Los routers modernos ya tienen una opción para hacerlo de manera automática, evitando que tengamos que entrar nosotros a él, pero si no es tu caso, podrías probar a usar otro, y si esto mejora la conectividad, ya sabes de dónde viene el problema.
Como bien dijimos, esto sería al estar conectado a través de Wi-Fi, ya que, por el contrario, hacerlo mediante cable Ethernet no genera «ninguna» interferencia, y, por tanto, es una forma de saber si es problema del router, o de la señal que llega de manera inalámbrica.
Mejorar la seguridad
Sin duda la seguridad es un factor muy importante para nuestros dispositivos. Son muchos los problemas que podemos sufrir si no los protegemos correctamente. En el caso de la red inalámbrica, es importante tener una buena contraseña y cifrado para evitar intrusos que puedan acceder al router, cambiar la configuración y ralentizar la conexión.
Esa clave debe ser compleja y fuerte. Debe contener letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales. Además, el cifrado también es importante. Hay que evitar aquellos obsoletos como el cifrado WEP. Podemos utilizar los más recientes, como son WPA-2 y WPA-3 y así potenciar al máximo este factor. Pero no solo hay que proteger el Wi-Fi, sino también el acceso al propio dispositivo.
Recuerda que las redes WPA-3 no son compatibles con todos los dispositivos, por lo que habría que tenerlo en cuenta, ya que cambiarla podría dejar sin acceso a muchos de ellos, que solo admiten hasta WPA-2.
Modificar la configuración
Por último, para solucionar problemas con el router también podemos modificar algunos aspectos de la configuración. ¿No tenemos configurada correctamente la doble banda? Todo esto puede influir en una buena estabilidad y velocidad. Los routers modernos ofrecen un amplio abanico de opciones en este sentido.
Debemos echar un vistazo a la configuración del dispositivo en caso de tener problemas y si es necesario restablecer los valores de fábrica. Esto en muchas ocasiones puede arreglar fallos que han surgido después de realizar algún cambio inadecuado. Por ejemplo si hemos creado una red de invitados y hemos tocado algún parámetro, esto ha podido causar problemas.
En definitiva, estos son algunos pasos que podemos tener en cuenta si tenemos problemas con el router. El objetivo es que la conexión funcione lo mejor posible. lograr una buena velocidad, estabilidad y calidad va a ser muy importante para conectar nuestros equipos y que no surjan complicaciones. Cada vez tenemos más aparatos conectados y eso requiere de una buena conectividad. Además, si tenemos problemas de rendimiento con algunos programas P2P o nos funciona bien un servidor es porque no hemos abierto los puertos adecuados en nuestro router.
Por último, puede que en nuestra casa tengamos algunas zonas muertas donde no llegue bien el Wi-Fi. Entonces en ese caso lo que corresponde es comprar un punto de acceso o un sistema Wi-Fi Mesh.
Routers de buena calidad
En muchos casos hoy en día, o en la mayoría, los routers que tenemos en casa son los proporcionados por los ISP. Estos no son malos, pero están lejos de proporcionarnos el mejor rendimiento posible para nuestra conexión a Internet. Por lo cual, si es posible, lo más recomendable es realizar el cambio a uno neutro. Esto no es nada obligatorio, pero es algo con lo que vamos a ganar en prestaciones. Con estos routers, obtendremos características más avanzadas, lo cual nos dará algunos beneficios. Tampoco será necesario estar con labores de mantenimiento de forma tan habitual. Al menos más allá de las limpiezas necesarias para que no acumule polvo.
Estos routers cuentan con una tolerancia a fallos mucho mejor, por lo cual van a seguir funcionando incluso cuando ocurre algún problema en muchas ocasiones. Por otro lado, por lo general cuentan con componentes y materiales de mejor calidad. Esto hace que sean más duraderos en el tiempo, y no sean tan sensibles a posibles fallos de hardware como sobrecalentamientos o colapsos.
En cuanto a la configuración, también vamos a tener muchas más opciones de configuración. Esto hace que en un principio le tengamos que dedicar un poco más de tiempo, pero después de eso ya no será tan necesario estar encima del router. Incluso en algunos casos con estos routers neutros, la propia configuración nos permite programar reinicios para que no tengamos que hacerlo nosotros. Lo cual es recomendable establecer en momentos donde el tráfico es reducido, o directamente hacerlo a altas horas de la noche. Donde en una casa puede que nadie lo esté utilizando. Por supuesto esta configuración también incorpora mejoras en la seguridad, por lo cual no solo tendremos más opciones, sino que las que hay serán de alta calidad para tratar de evitar posibles problemas.