Para poder navegar por Internet es posible hacerlo a través de redes inalámbricas y también por Wi-Fi. Podemos decir que cada una de estas opciones tiene sus ventajas y desventajas. Lo habitual hoy en día es conectarnos sin cables, ya que usamos cada vez más dispositivos móviles y aparatos de lo que se conoce como el Internet de las Cosas. Si hablamos de un ordenador, los sobremesas en muchas ocasiones no tienen compatibilidad con redes inalámbricas. Entonces, ¿cómo podemos agregar Wi-Fi a un PC de sobremesa? Vamos a mostrar qué opciones hay y por qué es útil.
Hace un tiempo, lo cierto es que no era lo habitual encontrar un PC de sobremesa con tarjeta WiFi. Sin embargo, esto ha cambiado, por lo que lo normal es que cuente con la tarjeta de red para que los usuarios puedan conectar sus equipos al WiFi de sus routers.
Sin embargo, si en tu caso tienes un ordenador de sobremesa que no dispone de WiFi de serie, siempre hay una solución para añadir la conexión inalámbrica a tu equipo y así no solo recurrir al cable Ethernet. Hay más de una alternativa que puedes tener sobre la mesa para comenzar a disfrutar de una conexión inalámbrica en tu PC. Para ello, en RedesZone te explicaremos cuáles son los puntos que debes tener en cuenta en el momento de elegir entre las distintas posibilidades.
Por qué tener Wi-Fi en un sobremesa
Puede que te preguntes si realmente necesitas tener Wi-Fi en un ordenador de sobremesa. Esto va a depender de qué tipo de usuario seas, dónde tengas el ordenador y si va a estar siempre ahí o lo vas a cambiar de sitio. Incluso también debes tener en cuenta qué tarjeta de red Ethernet tiene integrada.
El hecho de contar con una tarjeta Wi-Fi va a permitir conectar un ordenador sin necesidad de usar cables. Vas a poder conectarlo al router o a algún punto de acceso que tengas. Por lo que supone un extra de comodidad y rapidez a la hora de disfrutar de conexión a Internet. En cambio, si te conectas por cable, eso va a requerir de una instalación y no siempre es posible. Especialmente puedes tener problemas si en algún momento cambias el ordenador a otra ubicación o incluso pones el router en otro sitio.
Ahora bien, si tu ordenador de sobremesa no tiene tarjeta Wi-Fi, es probable que la tarjeta de Ethernet que tenga no sea actual, por lo que vas a estar limitado. Tal vez sea Fast Ethernet y eso significa que no vas a poder alcanzar velocidades superiores a los 100 Mbps. Solo si la tarjeta es Gigabit Ethernet y usas un cable de al menos categoría 5E podrías llegar a 1 Gbps y aprovechar así las velocidades de fibra óptica actuales.
Si utilizas un adaptador Wi-Fi moderno para tu PC, vas a poder conectarte a una buena velocidad y no depender de cables, ni de un lugar fijo en el que conectarte. Además, como vas a ver son económicas y vas a encontrar opciones que son muy sencillas de instalar.
¿Hay limitaciones?
Cuando utilizamos la red Wi-Fi en equipos de sobremesa, tenemos una solución de conectividad muy efectiva que permite al dispositivo conectarse sin necesidad de cableado. En cambio, a pesar de que realmente cuenta con ventajas, siempre vamos a tener que lidiar con algunas limitaciones que la tecnología Wi-Fi tiene en comparación con la red que podemos tener conectando el cable Ethernet.
Una de las principales, es la velocidad de transferencia. A pesar de que por Wi-Fi esto es algo que ha mejorado de forma considerable en los últimos años, es cierto que esta sigue sin poder compararse con las conexiones cableadas. La conexión por cable nos permite transferencias de datos mucho más rápidas que las conexiones inalámbricas. Por otro lado, tenemos la señal. Todos los dispositivos Wi-Fi utilizan ondas de radio para poder realizar la transmisión de los datos. Estas pueden llegar a interferir con otras señales de radio que aparezcan de otros equipos cercanos. Afectando a la calidad de la señal, y a la velocidad de transferencia de los datos. En cambio, las conexiones cableadas, suprimen ese problema casi por completo, ya que no se ven afectados por las interferencias.
Por otro lado, tenemos la seguridad, la cual puede ser una limitación de la red Wi-Fi. Esto ocurre porque las señales se transmiten por aire, las cuales pueden llegar a ser interceptadas por otras personas malintencionadas. Los hackers, pueden tratar de robar la información más sensible, como pueden ser las contraseñas, tarjetas de crédito, entre otros. Por lo cual, en estos casos, la conexión vía cable sigue siendo una opción mucho más segura que la red Wi-Fi.
Y, por último, las distancias. La señal Wi-Fi es una tecnología que se debilita según la distancia al emisor aumenta. Por lo cual es más probable que perdamos la conexión debido a la distancia. Con el cable tendremos este problema, pero es mucho más permisivo. Llegando incluso a no afectar para nada en la gran mayoría de los hogares.
Qué hacer para tener Wi-Fi en un PC
Si tienes un ordenador de sobremesa y no cuenta con conectividad inalámbrica, no es complicado añadirle Wi-Fi por más que puedas pensar que es realmente complejo. Básicamente vas a tener la opción de instalar una tarjeta interna o una externa a través de un puerto USB. Con ambos métodos podrás conectarte a una red Wi-Fi y tener acceso a Internet.
Y es que, por si todavía no lo sabías, existen diferentes tarjetas WiFi con las que poder añadir a partir de ahora esta conexión a tu PC. Por lo que podrás instalar desde una tarjeta inalámbrica a través del USB del equipo o hasta instalar una tarjeta de red interna. Tú decides cuál es la mejor alternativa según tus necesidades y el presupuesto que tengas:
Tarjeta Wi-Fi USB
Quizás la opción más sencilla y accesible para la mayoría es instalar una tarjeta Wi-Fi externa, que puedas conectar a un puerto USB en el ordenador. No vas a tener que desmontar el equipo, ni llevar a cabo nada complejo. Únicamente tendrás que comprar el adaptador de red, lo enchufas a algún puerto USB libre y automáticamente el sistema operativo lo detectará.
Se trata de un dispositivo que puede ser tan pequeño como un pendrive. Los hay de diferentes tamaños, ya que algunos cuentan con antena externa y otros solo interna. Estos pequeños adaptadores los puedes encontrar desde apenas 8-10 euros, aunque también pueden ser más caros en función de las características.
A partir de ese momento, cuando tengas la tarjeta Wi-Fi USB configurada y funcionando, ya podrás conectarte tanto por cable Ethernet como de forma inalámbrica. Podrás detectar redes Wi-Fi que tengas cerca y tener acceso a la red con tu ordenador de sobremesa sin preocuparte de cables.
Lo bueno de esta alternativa que se puede conectar por USB es que es muy fácil de instalar. Además de que, en caso de que no te funcione, la puedes reemplazar de manera sencilla. Al igual que estamos ante una opción mucho más ecomómica si se compara con una tarteja de red WiFi que sea interna para el PC de sobremesa.
Tarjeta de red interna
Otra opción es instalar una tarjeta de red interna. No es tan sencillo como la opción anterior, ya que esta vez vas a tener que abrir tu PC de sobremesa. Las tarjetas de red WLAN más comunes funcionan mediante puertos PCIe. Básicamente significa que vas a tener que conectarla a la placa base.
Esto no necesariamente significa que vaya a ser un proceso difícil, pero sí es algo más complejo que simplemente coger la tarjeta y conectarla a un puerto USB que haya libre. Además, tal vez la placa base que tengas no cuente con ranuras libres o no sean compatibles con las tarjetas más modernas y no podrías tener los mejores resultados.
Si vas a tener el ordenador en un lugar siempre y quieres un rendimiento bueno, este tipo de tarjetas funcionan muy bien. Simplemente la conectas a la placa base y a partir de ahí te despreocupas. Va a ser uno más de los componentes con los que cuenta el equipo.
Lo que debes tener claro es que estamos opciones te ofrecen una mejor contectividad via inalámbrica que la anterior alternativa. Sin embargo, debes tener claro que el presupuesto es más elevado, además de que debes tener un conocimiento más avanzado sobre informática si quieres instarla por tu cuenta en el PC de sobremesa.
Aunque, si no quieres jugártela, siempre puedes recurrir a tiendas especializadas en las que podrán llevar a cabo la instalación para que no lo hagas por tu cuenta. Pero, como es obvio, deberás dejarte más dinero en esta alternativa.
Otro método inalámbrico
Como hemos visto, tenemos un par de formas para conectar nuestros ordenadores a redes Wi-Fi, pero estos no son los únicos que nos podemos encontrar de forma inalámbrica. Si bien no es el más eficiente ni el más rápido, la conexión también se puede compartir mediante un punto de acceso Bluetooth. Este tiene una ventaja que puede marcar la diferencia, y es que no afecta a las otras redes que se puedan estar utilizando en el equipo. Si estamos en una red local, con o sin salida a internet, establecer esta conexión por Bluetooth no hará que estas se desconecten. Por lo cual siempre estarán ambas opciones disponibles.
Los procesos son muy sencillos, simplemente tendremos que ir a los ajustes de los dispositivos, y en los apartados de redes e internet, acudir a la opción de compartir la conexión por Bluetooth. En cuanto se establece como activada, empezará a buscar dispositivos, y conectarse. Si todo se ha desarrollado sin problemas, se establecerá la conexión a internet.
Como hemos dicho, este método tiene carencias bastante grandes en cuanto a velocidad, pero puede ser muy útil para emergencias o momentos muy concretos donde necesitemos una conexión básica para alguna tarea que no requiera demasiada conexión de bajada o subida, o sea necesaria una latencia muy baja. También será necesario estar atentos al consumo de energía, en este caso del dispositivo que genera el punto de acceso. Si bien la conexión Bluetooth ya no consume tanta batería, si lo utilizamos para transmitir una red Wi-Fi, será mayor. También el número de dispositivos que podremos conectar es solo de uno.
Esto lo puedes conseguir, por ejemplo, compartiendo conexión a Internet desde tu móvil por Bluetooth. Una opción que permiten una inmensa mayoría de dispositivos. Aunque, como en otros casos, hay una serie de limitaciones.
El otro punto negativo es la distancia, donde se reduce a lo que pueda cubrir la conexión Bluetooth. En cuanto nos encontremos a una distancia superior a 10 metros, la calidad de la conexión bajará notablemente, ya entraríamos en la zona de desconexión. Por lo cual, estamos ante una conexión que, si bien no es lo mejor para conexiones normales, si no puede ayudar en momentos muy específicos.
A través de tu móvil
Puede que estés buscando este tutorial debido a que el único punto de acceso que tienes es tu teléfono, y quieres ponerlo en modo router para dar internet a tu ordenador, el cual tampoco tiene adaptador Bluetooth, algo que no suele poseer si tampoco tiene WiFi. Pues bien, podrás hacerlo sin necesidad de adquirir nada, solamente con el cable de carga de tu teléfono, el cual, acoplando al ordenador, te dará la opción de compartir datos mediante USB, por lo que evitarás todo el resto de métodos y podrás tener internet gracias al móvil.
Qué tener en cuenta al comprar un adaptador Wi-Fi
Como podrás imaginar, no todos los adaptadores inalámbricos van a funcionar igual. De hecho, puede haber diferencias notables entre unos y otros y no todos van a ofrecer buenos resultados. Ya sea que compres una tarjeta de red Wi-Fi interna o externa, debes fijarte en algunas características para lograr la mejor cobertura y velocidad.
Lo ideal es comprar una tarjeta adaptada a los tiempos actuales, que sea compatible con los últimos estándares y de esta forma conseguir que la conexión esté protegida y sin prescindir de una gran velocidad y calidad. Podría incluso mejorar los resultados que obtienes cuando te conectas a través del cable.
Por tanto, estos son los principales factores que debes tener en cuenta si vas a comprar un adaptador Wi-Fi para tu ordenador de sobremesa:
- Doble banda: la primera característica es que tenga doble banda. De esta forma podrás conectarte tanto a la banda de los 2,4 GHz como a la de los 5 GHz. Podrás evitar interferencias y problemas que tendrías si no fuera doble banda. Por lo que es uno de esos aspectos que debes comprobar sin duda a la hora de comprar una tarjeta de red para tu ordenador de sobremesa, ya que conseguirás una mayor velocidad y estabilidad en cada momento.
- Wi-Fi 6: es el estándar más actual y con el que tendrás una buena velocidad, por encima del estándar Wi-Fi 5. Si vas a comprar una tarjeta de red inalámbrica, lo ideal es que sea compatible con Wi-Fi 6. Aunque, todo dependerá de si tu router te ofrece esta tecnología de conexión inalámbrica o no. O si estás pensando en cambiar de router para disfrutar de esta alternativa. Ya existen routers con Wi-Fi 7, por lo que al menos te recomendaríamos que fuese este.
- Velocidad máxima: ¿Qué velocidad máxima admite? Este punto también es importante. Lo verás medido en Mbps. Mientras más, mejor. Estarás preparado para las tarifas de fibra óptica más actuales. Ya no solo debes tener en cuenta la tarifa que tienes en este momento, sino la que vayas a poder tener el día de mañana con una mayor velocidad de Mbps o hasta Gbps. Es decir, si posees 500 MB de fibra, no adquieras una tarjeta de red con un máximo de 100 Mbps, ya que no estarás aprovechándolos, y será una tontería pagarlos.
- Tipo de antena: los adaptadores de red pueden tener tanto antena interna como externa. No significa que una sea mejor que otra, pero generalmente las que son externas suelen tener mejores resultados. Especialmente aquellas que son más grandes pueden tener un mayor alcance. Además, podrás adquirirlas por separado en la mayoría de casos, así que si ves que no consigues el resultado deseado, siempre podrás mejorarla.
- Tamaño: pero tener o no antena también va a hacer que el tamaño varíe. No obstante, en principio en un ordenador de sobremesa esto no importa tanto como en un portátil, pero es un factor más que debes tener en cuenta a la hora de comprar un adaptador WiFi para tu ordenador de sobremesa. ¿Quieres un adaptador pequeño, del tamaño de un pendrive, o te da igual que tenga una base más grande si los resultados son mejores? En caso de ser interna solo tendrás que preocuparte del tamaño de la caja, y ver si tienes espacio para ella. De ser así, no importará lo grande o no que sea.
- Precio: aunque obviamente esto dependerá de las elecciones anteriores, es importante ajustar el precio en base a la gama del ordenador, ya que si tenemos un PC de muy bajo coste, adquirir una tarjeta de red de un precio elevado es absurdo, y posiblemente ni lleguemos a aprovecharla, así que es interesante, sobre todo si algún día lo queremos vender, que su precio sea algo consecuente con el resto de hardware.
Por otro lado, lo más recomendable en todo momento es que se opte por comprar e instalar una tarjeta WiFi interna, ya que se podrá disfrutar de una mejor conexión, así como de una mayor cobertura y estabilidad. Aunque todo dependerá de las necesidades de cada usuario. Si tienes varios ordenadores de sobremesa, y crees que puedes necesitar cambiarla de uno a otro, por no comprar varias, obviamente lo mejor será una externa, la cual te servirá muchos años, aunque tenga capacidades peores.
Ethernet en portátiles
En los últimos años, hemos presenciado una tendencia en la reducción del número de puertos Ethernet en los portátiles. Esta disminución se debe a varias razones que han surgido con la evolución de la tecnología y las necesidades cambiantes de los usuarios.
Una de las principales razones es la creciente popularidad de las conexiones inalámbricas. Con el avance de las redes Wi-Fi y el aumento de la velocidad y la cobertura de estas conexiones, muchas personas prefieren utilizar el Wi-Fi para acceder a Internet en lugar de la conexión por cable. Esto ha llevado a que los fabricantes de portátiles prioricen la inclusión de adaptadores inalámbricos en lugar de múltiples puertos Ethernet. Además, el diseño de los portátiles se ha vuelto más delgado y liviano, lo que ha llevado a una reducción en el espacio disponible para los puertos. Los fabricantes están buscando constantemente formas de hacer que los portátiles sean más compactos y portátiles, y eliminar puertos menos utilizados como el Ethernet les permite lograr ese objetivo.
Otra razón importante es el crecimiento de la computación en la nube y el almacenamiento en línea. Cada vez más personas almacenan sus archivos y documentos en servicios de nube como Google Drive, Dropbox o OneDrive, lo que reduce la necesidad de transferir datos a través de cables Ethernet. Las transferencias de archivos se realizan de manera más eficiente a través de la conexión a Internet. Además, muchas tareas que antes requerían una conexión por cable, como la impresión o la conexión a periféricos, ahora se pueden realizar de forma inalámbrica. Los avances en tecnología han permitido la conexión de impresoras, escáneres y otros dispositivos periféricos a través de Wi-Fi o Bluetooth, eliminando la necesidad de cables adicionales.
Por último, la movilidad es un factor importante. Los portátiles están diseñados para ser utilizados en movimiento, ya sea en casa, en la oficina o en cualquier otro lugar. La conexión por cable limita la movilidad y la flexibilidad del usuario, mientras que el Wi-Fi permite una mayor libertad para moverse sin restricciones.
En definitiva, agregar Wi-Fi a un ordenador de sobremesa es un proceso sencillo. Simplemente vas a tener que comprar una tarjeta de red y conectarla, ya sea a través de un puerto USB (si es externa) o en la placa base (si es interna). Debes mirar bien siempre cuáles son sus características y así optimizar los resultados.