Las redes inalámbricas están cada vez más presentes en el día a día de los usuarios. Tenemos a nuestra disposición un gran abanico de posibilidades para conectarnos. Hay muchas redes Wi-Fi y dispositivos para conectarnos. Precisamente la mejora en las redes inalámbricas ha hecho también que aparezcan más equipos que podemos usar para navegar sin cables por la red. Hablamos de tabletas, móviles, televisiones y todo lo que conocemos como el Internet de las Cosas. Sin embargo no siempre hacemos un uso adecuado de las redes. En este artículo vamos a explicar por qué no debemos compartir el Wi-Fi con vecinos. Algunos motivos que nos harían pensarlo.
Por qué no debemos compartir el Wi-Fi con otras personas
Algunos usuarios optan por compartir la conexión inalámbrica con otros usuarios, generalmente vecinos o familiares que viven cerca. Esto permite ahorrar costes lógicamente. Una única persona paga Internet y se pueden aprovechar varios usuarios. Además, la tecnología ha avanzado en los últimos tiempos y esto hace que haya menos problemas para que la cobertura y velocidad sean muy limitadas.
Esto podría ser interesante y hacer que muchos usuarios lo tengan en cuenta. Sin embargo hay que tener presente que compartir la conexión Wi-Fi con otros usuarios puede traer problemas que afecten a nuestras conexiones y, en definitiva, a la manera en la que navegamos. También podría afectar a la privacidad y seguridad, dos factores tan importantes cuando se trata de conexiones de red y que debemos cuidar al máximo en todo momento. Todo esto hará que pongamos una balanza para ver si compensa o no tener una conexión compartida con otros.
Menor velocidad
Una de las primeras cuestiones es la pérdida de velocidad. Lógicamente cuando hay más usuarios conectados a la red significa que van a consumir más ancho de banda. No es lo mismo una vivienda que dos, por ejemplo. La conexión que tenemos es limitada, va a tener una capacidad concreta y especialmente podemos tener problemas si la velocidad no es demasiado elevada.
Por tanto el hecho de compartir la red Wi-Fi con nuestros vecinos por intentar ahorrar va a suponer tener pérdida de velocidad. Esto también provocaría una menor calidad y estabilidad de la conexión. Problemas que, en definitiva, afectan al buen funcionamiento a la hora de navegar.
No podemos controlar qué hacen otros usuarios. Pongamos como ejemplo que queremos realizar una videollamada. Vamos a necesitar que la latencia sea baja, que la velocidad sea buena y haya estabilidad. De lo contrario podría haber cortes y tendríamos problemas importantes. Pero claro, ¿Qué ocurre si otra persona está descargando archivos por Torrent y está llevando al extremo la conexión? Lógicamente habría problemas.
Problemas de seguridad graves
Por supuesto los riesgos de seguridad van a estar presentes. Ya sabemos que mantener el buen funcionamiento del router se basa esencialmente en la seguridad. Hay que evitar cometer errores que pongan en riesgo nuestra conexión, así como utilizar contraseñas que sean fuertes y complejas. Esto significa que si estamos compartiendo la conexión con otros usuarios, éstos podrían cometer errores que pongan en riesgo la seguridad de la red. No dependemos únicamente de cómo cuidemos nosotros la conexión, sino que vamos a depender de terceros y de que todos sus equipos estén correctamente actualizados y no haya vulnerabilidades que puedan poner en riesgo al resto de la red.
Infectar los dispositivos
Uno de los problemas de permitir que otra gente se conecte a nuestra red WiFi, es que puedan infectar el dispositivo. Podrían introducir software malicioso a través de la red. Ya sabemos que son muchas las variedades de malware que pueden afectar a todo tipo de equipos y sistemas operativos. Hablamos de ransomware, spyware, adware… Una de las opciones que tienen los ciberdelincuentes de infectarnos es precisamente al hacer uso de redes que no sean seguras.
Como hemos mencionado esto es algo que podría ocurrir en todo tipo de equipos. No importa si estamos navegando desde un ordenador o desde cualquier dispositivo móvil. Podrían infectar nuestros dispositivos.
Robo de datos del sistema
Sin duda otro problema importante es el robo de información que hay en nuestro equipo. Hablamos de cualquier tipo de datos personales, características del dispositivo, historial de navegación… En definitiva, nuestra privacidad estaría en peligro si dejamos conectar a nuestra red WiFi a cualquier persona.
Nuestros datos en la red tienen un gran valor. Es por ello que muchos intrusos pueden utilizar métodos para robar información y posteriormente incluirnos en listas de Spam, enviar publicidad orientada o incluso venderlos a terceros.
Interceptar las conexiones
Pero no solo pueden robar datos que ya tenemos almacenados, sino que podrían interceptar todo lo que enviamos o recibimos mediante las conexiones. Cualquier información que salga de nuestro dispositivo, cualquier dato que recibamos, podría pasar también por manos de los posibles intrusos de esa red pública. Podrían llegar a robar la información transmitida. Esto ocurre ya que, al estar dentro de la misma red, pueden realizar ataques Man in the Middle, como por ejemplo, ARP Spoofing. Esto les permitiría capturar toda la información que enviamos en Internet. Únicamente evitaríamos este problema si navegamos a través de páginas web que cuenten con HSTS y tengamos la cookie en nuestro navegador.
Esto es algo que una vez más pone en riesgo nuestra privacidad. Por ello debemos tomar precauciones y no cometer errores que nos queden expuestos en Internet.
Superar el límite de dispositivos conectados
Es cierto que hoy en día los routers modernos están capacitados para que se conecten muchos equipos al mismo tiempo. Para nada hay un límite tan corto como hace años y las conexiones no se ven tan influidas. Sin embargo hay que tener en cuenta que, aunque mayor, sigue habiendo un límite. Mientras más dispositivos haya conectados, más problemas de rendimiento tendremos.
Por tanto el hecho de compartir la conexión con más usuarios puede hacer que haya muchos más equipos conectados a la red. Esto se traduciría en problemas que pueden afectar al buen funcionamiento de las conexiones. Y ya sabemos que hoy en día tenemos más y más aparatos conectados. Hablamos principalmente de lo que se conoce como el Internet de las Cosas, que son todos los dispositivos domésticos como televisiones, bombillas inteligentes o reproductores de vídeo que se conectan a la red.
Fallos físicos en la conexión
Si compartimos Internet con algún vecino significa que el router puede que no esté en nuestra vivienda. ¿Qué pasa si hay un fallo físico que tengamos que reiniciar el aparato en un momento dado? Quizás la otra persona no esté en casa y no podamos resolver esos problemas a corto plazo. Puede que incluso haya aparecido alguna vulnerabilidad conocida y sea necesario acceder al aparato rápidamente y llevar a cabo ciertos cambios a nivel físico.
En ocasiones es necesario tener acceso físico a un aparato para arreglar problemas. Para reiniciar el router, además, hay que mantenerlo apagado al menos medio minuto antes de volver a encenderlo. Solo así se realizarán correctamente los cambios. De lo contrario el problema seguiría y no habremos solucionado nada.
Mal uso de la conexión
No hay que dejar atrás un posible mal uso de la conexión. Quizás realizar descargas ilegales, por ejemplo. Vamos a ser responsables de forma indirecta de lo que realicen los demás usuarios. Estaremos compartiendo la dirección IP, y eso puede tener consecuencias. Es algo similar a si un intruso llegara a entrar en nuestra red y usarla de forma delictiva. Debemos evitar que esto ocurra.
Desde el momento en el que alguien entra en nuestra conexión, su equipo pasa a formar parte de la red. Esto significa que va a estar asociado a nuestro nombre y en caso de realizar cualquier acto ilegal, vamos a ser responsables de ello. Si comete un delito, sea el que sea, las investigaciones van a llegar a que eso se realizó desde nuestra conexión.
En definitiva, compartir la conexión de Internet con nuestros vecinos puede ser algo útil e interesante en determinados momentos, pero hay que tener en cuenta que puede traer problemas. Hemos señalado los que son en nuestra opinión los principales. Hay que poner en una balanza los posibles beneficios que tengamos, pero también los problemas que podría generar esto. Siempre podemos optar por algunas soluciones en caso de necesidad. Como por ejemplo podría ser crear una red de invitados si en un momento dado queremos compartir la conexión con nuestros vecinos porque se hayan quedado sin Internet o cualquier cosa. Esto podría ayudar a evitar problemas.
¿Es legal compartir Wi-Fi?
La respuesta rápida a esta pregunta es que si, es completamente legal compartir Wi-Fi, incluso en una comunidad de vecinos. Pero todo esto tiene algunos matices los cuales son necesarios conocer. La línea entre lo legal y lo ilegal, es muy fina, como en prácticamente todo.
Según una resolución del Registro de Operadores de la CMT, será legal compartir una red Wi-Fi, siempre y cuando esta no se encuentre abierta al público en general. Por lo cual el número de usuarios conectados será reducido y no masivo. Por la contra, si la finalidad es compartir la red Wi-Fi de manera gratuita, sí que estaríamos realizando una actividad ilegal. Para esto puede ponerse de ejemplo una comunidad de vecinos, donde sí se podría compartir entre todas las viviendas. Por lo cual se supone que todos los vecinos contribuyen al pago y mantenimiento de la misma.
Y este es precisamente uno de los puntos de la CMT, donde está aprobado el uso comunitario. Esto se especifica como una red redistribuida desde un punto de acceso de origen hacia los clientes que pueden recoger la conexión o bien por cable o por otros dispositivos como PLCs. En todo caso este tipo de redes tienen sus problemas, sobre todo a nivel de seguridad. Siempre existirá el riesgo de que en la red se produzcan problemas de privacidad. O inconvenientes con el funcionamiento de la red, como lentitud. Por lo cual es totalmente recomendable que la señal sea de fibra óptica, y disponer de una elevada velocidad contratada para evitar todos los problemas que sean posibles. Como recomendación, se puede hacer una división de los megas que corresponden a cada vivienda, lo cual no es la velocidad de la que van a disponer, pero es un buen punto de partida en caso de que se instale este sistema.
Cómo compartir Wi-Fi de manera segura
En caso de que aun sabiendo los riesgos que te hemos comentado, sigues queriendo compartir tu conexión, puedes lo que te aconsejamos es que lo hagas de forma inteligente y mitigando al máximo las posibilidades de que las cosas salgan mal.
Por ejemplo, puedes utilizar una red de invitados, hoy en día la mayoría de routers vienen con una «red de invitados» opcional que puedes habilitar, y es una de las varias funciones esenciales del router que se pueden activar. Las redes de invitados funcionan de manera idéntica al uso normal de la red, excepto que brinda a los visitantes una conexión separada y los mantiene alejados de tu red Wi-Fi principal. Luego, puede proporcionar libremente el código de acceso a su red de invitados sin preocuparse de que estén en su red principal.
Ahora bien, esto es excelente para evitar que las personas accedan al concentrador central de tu red, pero aun así no evita en absoluto que las personas que usen tu mismo ancho de banda ni tampoco evita que visiten sitios ilegales, por lo que en este sentido nuestra mejor recomendación es que solo des acceso de invitado a personas en las que realmente confíes.
Otro consejo que podemos darte al momento de compartir tu conexión es solicitar detalles personales de los invitados ya que no es algo que pueda el router por si mismo. Sin embargo, si eres dueño de un negocio y quieres compartir la conexión con tus clientes, definitivamente deberías intentar obtener la información personal de las personas que se conectan a tu Wi-Fi público. Por ejemplo, puede solicitarse el correo electrónico o algún dato personal como requisito para realizar una conexión, esta función es una medida de precaución establecida para atrapar a las personas que realizan actividades ilegales, si las autoridades se ven involucradas, el host de Wi-Fi tiene toda la información que necesita para transmitir los detalles y encontrar al delincuente.
Qué hacer para comprobar intrusos en la red
Puede que te preguntes qué puedes hacer para ver si hay intrusos en tu red y así tomar medidas si fuera necesario. Vas a poder hacerlo y además es un proceso sencillo. Lo recomendamos siempre que surjan dudas o si has prestado la clave del Wi-Fi y ha podido haber alguna filtración.
La forma más sencilla es acceder al router. Esto va a depender del modelo que tengas, pero por lo general tendrás que acceder a través de la puerta de enlace predeterminada 192.168.1.1. Puedes ver un ejemplo con el modelo de router de un FRITZ!Box 7530:
Básicamente lo que tienes que hacer es revisar cada uno de los aparatos que hay conectados a la red. Ahí verás ordenadores, televisiones, móviles… Cualquier dispositivo que tengas conectado. En cuanto detectes algo extraño, eso podría significar que hay intrusos. Es ahí cuando deberías tomar medidas lo antes posible. Puedes ver también la dirección MAC de cada aparato y no solo el nombre. Esto, como decimos, va a depender del modelo de router que tengamos. En algunos casos incluso podrás entrar desde la aplicación. No obstante, el proceso es similar y siempre vas a poder acceder a todos los dispositivos que hay conectados y así tener más conocimiento y poder tomar medidas lo antes posible en caso de que detectes que algo no va bien.
Si quieres tomar medidas para mejorar la seguridad de tu router, os recomendamos revisar lo siguiente:
- Actualizar el firmware a la última versión, y mantener siempre el router actualizado.
- Tener mínimo un cifrado WPA2 para la red Wi-Fi. Si todos tus dispositivos son compatibles, siempre vas a poder configurar el protocolo WPA3.
- Poner una contraseña robusta, tanto para la red WiFi como también para la contraseña de administración del equipo, y no dejar la que viene de fábrica jamás.
- Desactivar el WPS siempre, es un protocolo no seguro, es mejor introducir la contraseña WPA.
- Comprobar periódicamente el listado de equipos conectados a la red Wi-Fi, tanto desde el propio router como también desde alguna aplicación como Fing.
En definitiva, como ves existen peligros en caso de que alguien entre en tu router. Es importante que tomes medidas de seguridad, que evites cometer errores y siempre revises qué aparatos hay conectados en la red para tomar acción en caso de que fuera necesario.
Compartir WiFi es como conectarse a una WiFi pública
Si piensas compartir tu red WiFi con otros vecinos, si no lo configuras correctamente y decides que se conecten a la misma red local doméstica que tú, correrás los mismos riesgos que si te conectas a una red Wi-Fi pública, por lo que debes tenerlo muy en cuenta. Las redes Wi-Fi públicas son aquellas redes en las cuales no encontramos ninguna contraseña o restricción para conectarnos a ellas. Estas no cifran la información transmitida, por lo cual se las trata como redes no seguras.
Pero puede darse el caso de que también sean redes protegidas con contraseña, pero en las cuales se conectan muchos usuarios, como puede ser una cafetería en la cual pedimos la contraseña. Se conocen como redes Wi-Fi gratuitas, y al conectarnos, lo estamos haciendo en una red que puede no tener ningún tipo de control sobre lo que se tramite en ella, ni sobre quién se conecta a ella.
Estas suelen ser terrenos de caza para ciberdelincuentes, que buscan realizar un distribución de malware entre los equipos infectados, o directamente están usando programas los cuales les permiten ver toda la información que se transmite en la red a la que están conectados, donde pueden aislar los paquetes de un dispositivo concreto. En este momento, pueden tener acceso a gran cantidad de información, la cual por supuesto, depende de lo que el usuario tramita, bien sean datos personales, contenido como fotos o vídeos, contraseñas, entre otros.
Cada vez es más común encontrarnos con redes de este estilo, por lo cual también se espera que los problemas relacionados aumenten, haciendo que cada vez sea más peligroso usarlas. En todo caso, todo esto no quiere decir que no se pueda dar uso de ellas, pues existen métodos para tratar de estar más seguros, y de prevenir muchos problemas. Esto puede deberse a cosas tan simples, como que muchos hackers tratan de ir a por objetivos fáciles, con seguridad mínima, pues cuando la víctima utiliza algún sistema de cifrado, el tiempo invertido puede no ser rentable para estos.
Qué no debes hacer en una red WiFi pública
Las redes públicas están presentes en todas partes. Podemos encontrar un Wi-Fi en un centro comercial, estación de tren, aeropuerto, parques. Ahora bien, no sabemos realmente quién puede estar detrás de esa red, si es legítima o no, si puede tener vulnerabilidades. Podría ser aprovechada por un atacante para robar nuestros datos, para observar todo lo que hacemos. Es importante que tengamos esto en cuenta y no cometamos errores.
- Enviar información sensible: algo básico a la hora de conectarnos a una red Wi-Fi pública, ya sea abierta o no, es no enviar información sensible. Por ejemplo no enviar un correo electrónico que pueda contener datos importantes, no subir archivos confidenciales a la red, no rellenar formularios donde aparezcan nuestros datos personales, etc.
- Iniciar sesión en diferentes servicios: por supuesto algo que debemos evitar es iniciar sesión. Como vemos la información que enviamos puede ser interceptada. Esto incluye lógicamente las credenciales y contraseñas a la hora de iniciar sesión en cualquier servicio o plataforma. Nuestro consejo es evitar iniciar sesión en este tipo de redes, mucho menos si lo hacemos sin protección.
- Realizar pagos: otra cuestión importante y que debemos tener en cuenta es la de evitar realizar pagos. Cualquier transacción puede ser insegura si estamos conectados en un Wi-Fi público. Los datos de nuestra tarjeta, la información que enviamos, podrían estar comprometidos.
- Entrar sin antivirus: siempre debemos navegar por la red con herramientas de seguridad. Sin embargo, esto se hace aún más necesario cuando entramos en una red Wi-Fi pública. Nunca debemos acceder sin la protección adecuada y aquí un buen antivirus se antoja esencial. Podemos contar con programas de seguridad para todo tipo de sistemas y dispositivos. Es algo que debemos tener siempre en cuenta.
- Entrar en páginas sin cifrar: algo que debemos evitar pero que no siempre ocurre, es entrar en páginas sin cifrar. Nos referimos a las webs HTTP. Lo que enviamos o recibimos no va cifrado en este tipo de sitios y si estamos en una red inalámbrica pública podría ser interceptado por los piratas informáticos.
Tal y como podéis ver, esto mismo que no debemos hacer nunca en redes WiFi públicas, tampoco lo podríamos hacer en una red WiFi compartida con otra gente.
Cómo navegar seguro en un Wi-Fi público o compartido
Hemos visto algunas de las cuestiones más importantes y que debemos evitar para no comprometer nuestra seguridad al entrar en una red pública. Sin embargo es posible que naveguemos de forma segura, como vamos a ver.
Utilizar un servicio VPN
A todo lo que hemos indicado previamente hay que añadir el uso de un servicio VPN. Es algo muy importante si vamos a conectarnos a redes abiertas, a redes públicas donde no sabemos realmente quién puede estar detrás.
Las VPN son herramientas que cifran nuestra conexión. Básicamente podemos decir que nuestros datos viajan en un túnel sin que puedan ser interceptados. Es muy importante evitar problemas que expongan nuestra información y este tipo de servicios nos ayuda a ello. Podemos hacer uso de VPN en todo tipo de sistemas operativos y dispositivos. Tenemos a nuestra disposición opciones gratuitas y también de pago. Eso sí, siempre que vayamos a utilizar estas herramientas debemos asegurarnos de que la que utilizamos es fiable y que va a proteger nuestros datos correctamente.
Por tanto, utilizar una VPN para conectarnos a un Wi-Fi público es algo que recomendamos mucho. Una manera más de salvaguardar nuestra privacidad en la red.
Desactivar el uso compartido de archivos
Posiblemente no lo tengamos activado pero sería algo muy importante para evitar. Configurar nuestro dispositivo para compartir archivos, para ser visto por otros equipos de la misma red, es algo interesante en nuestro hogar. Es algo que nos permite interactuar con otros equipos en los que confiamos.
Ahora bien, esto es algo que debemos evitar a toda costa si vamos a conectarnos a una red pública. Lo que menos nos interesa es que terceros puedan obtener información de nuestro sistema y afectar así no solo a nuestra seguridad, sino también a la privacidad.
Analizar muy bien el nombre de la red
Sin duda esto es algo que debemos tener muy en cuenta y es el hecho de analizar, de observar, el nombre de la red. A veces los piratas informáticos crean redes Wi-Fi paralelas para despistar a las víctimas y que crean que están navegando por algo legítimo. Por ejemplo usar el nombre de una red similar a la de un centro comercial o un restaurante.
Hay que comprobar correctamente que la red a la que vamos a conectarnos es realmente la legítima. En caso de dudas, si por ejemplo vemos dos con el mismo nombre, lo ideal es preguntar en el establecimiento o ver un posible panel informativo donde venga el nombre y la contraseña. De esta forma evitaremos acceder a una red falsa, que solo busque imitar.
Evitar las redes sin contraseñas o cifrado débil
Las redes sin contraseñas significa que cualquiera puede entrar en ellas. Esto quiere decir que un posible pirata informático también podría estar fácilmente dentro de esa red y espiar todo lo que ocurre a su alrededor. Por un lado se aprovecha de entrar sin problemas en un Wi-Fi, pero además al ser una red abierta va a tener una mayor cantidad de usuarios posibles.
Por tanto debemos evitar entrar en redes Wi-Fi públicas que no tengan contraseña. Esto podría ser un problema para nuestra seguridad y es una de las cuestiones que debemos evitar en la medida de lo posible. Pero no solo eso, sino que también deberíamos prescindir de las redes que tengan un cifrado débil. ¿Qué significa esto? Podemos toparnos con un Wi-Fi que utilice un cifrado obsoleto como puede ser el WEP, el cual puede ser explotado fácilmente por un intruso con los conocimientos y herramientas adecuados.
Tener los equipos actualizados correctamente
Esto es muy importante y es algo que muchos usuarios no tienen en cuenta. Es vital que a la hora de conectarnos a una red Wi-Fi, así como en general navegar por Internet, nuestros equipos estén actualizados correctamente. Son muchas las ocasiones en las que surgen vulnerabilidades que pueden ser explotadas por posibles piratas informáticos.
Los propios fabricantes y desarrolladores lanzan parches para corregir esos fallos de seguridad. Siempre debemos tener las últimas versiones instaladas y así evitar problemas que puedan comprometernos.