En este artículo vamos a hablar de los tipos de cifrado Wi-Fi que pueden ser inseguros y que deberíamos evitar. También daremos algunos consejos relacionados con potenciar la fiabilidad del as redes inalámbricas.
Por qué debemos proteger las redes Wi-Fi
Siempre que utilicemos una red Wi-Fi debemos asegurarnos de que está correctamente protegida. De lo contrario estaríamos dejando una puerta abierta a posibles intrusos que podrían atacar todos los dispositivos que tengamos conectados a esa red.
¿Qué ocurre si utilizamos una red inalámbrica que no está protegida? Podemos tener problemas muy diversos, pero principalmente nos encontraremos con estas dos cuestiones:
- Pérdida de velocidad: sin duda es una de las causas que podemos sufrir si tenemos intrusos en nuestra red Wi-Fi. Notaremos una disminución notable del rendimiento, problemas de velocidad e incluso cortes a la hora de conectarnos. Esto podría afectar a todos los equipos que tenemos.
- Robo de información: pero también podríamos sufrir consecuencias peores, como es el robo de información. Mantener la seguridad en la red es algo muy importante y si tenemos intrusos en nuestro Wi-Fi podrían estar recopilando información de nuestra navegación, así como llegar incluso a infectar los equipos.
Por esto debemos asegurarnos de estar utilizando siempre un Wi-Fi protegido, pero no basta solo con la contraseña que pongamos. Hay que tener en cuenta un factor fundamental y que en muchas ocasiones pasa por alto y es el tipo de cifrado de seguridad. No todos son fiables hoy en día, como veremos.
Cifrados Wi-Fi más seguros en la actualidad
Hemos visto que hay cifrados Wi-Fi que son inseguros y podrían ser explotados por intrusos para acceder a la red. Siempre que sea posible debemos evitarlos en nuestro router, pero también evitar acceder a redes que cuenten con estos protocolos. Así mejoraríamos la seguridad y evitaríamos problemas. Ahora vamos a ver algunos tipos de cifrado que sí son más adecuados.
WPA3
En este caso estamos ante el estándar más fiable. Es el último que tenemos disponible. Llega como sucesor de WPA2, principalmente después de los problemas que hubo hace unos años con KRACK. Utiliza cifrado de 128 bits y además sustituye la manera en la que se compartían claves entre dispositivos, otorgando ahora una mayor fiabilidad.
El problema de WPA3 es que hoy en día no tiene una gran compatibilidad, aunque cada vez son más los dispositivos que podemos encontrar que funcionan correctamente con este tipo de cifrado. No obstante, sin duda va a ser la opción que nos acompañará durante los próximos años y que mantendrá a salvo nuestras redes Wi-Fi.