En la actualidad cada día tenemos más dispositivos conectados a Internet. Cuando estamos en casa, gracias a la conexión WiFi de nuestro hogar no vamos a tener problemas. El problema comienza cuando queremos acceder a la red de redes fuera de casa. En ese sentido, hay que recordar que, por ejemplo, muchos portátiles y tablets no pueden acceder a Internet por si mismos porque no disponen de un módem 4G integrado. Entonces, cobra sentido poder utilizar nuestro móvil como un router WiFi para ofrecer internet a esos dispositivos.
Antes de comenzar a explicar su configuración vamos a explicar las razones por las que utilizar el móvil como un router WiFi puede sernos de gran utilidad. Luego explicaremos cómo configurar nuestro móvil para hacerlo y qué medidas podemos tomar para aumentar nuestra seguridad.
Con el aumento de los datos en las diferentes tarifas, convertir nuestro teléfono móvil en un router WiFi es una excelente opción en muchas ocasiones. Podemos hacerlo si queremos viajar a cualquier parte y estamos utilizando una tarjeta eSIM que permite hacer tethering y queremos compartir Internet con nuestra pareja o amigos, por ejemplo. También es una buena opción en otros casos en los que queremos conectarnos a Internet desde un ordenador pero no tenemos conexión WiFi o hay una red pública que no sea segura… En ese caso, hacer tethering y conectarnos a Internet usando el móvil puede ser una buena opción que va a protegernos. Hay muchos casos en los que es una buena opción pero hay que tener en cuenta algunos aspectos.
Razones para usar nuestro móvil como router WiFi
Una de las razones es el auge del teletrabajo que ha aumentado considerablemente y que ha llegado para quedarse. Algunas personas tienen una segunda residencia, o una casa en el campo a la que van de vez en cuando. Sin embargo, tener una línea fija de Internet puede no ser rentable cuando sólo se va ocasionalmente algún fin de semana o en vacaciones. En este caso, podemos tener Internet vayamos donde vayamos. Si tienes una línea móvil con datos ilimitados puedes compartirlos con el ordenador para trabajar usando el teléfono como router.
No solo en una segunda residencia sino que también puede ser una buena opción en casos en los que vamos a viajar a un hotel o a un apartamento. Hay redes WiFi públicas o redes compartidas donde se conectan cientos o miles de personas y esto puede ser un problema para nuestra privacidad y nuestra seguridad porque las probabilidades de que nos hackeen son más altas que conectándonos a nuestra casa. En ese caso, evitar redes WiFi públicas de hoteles y usar el móvil como router es imprescindible si queremos navegar de forma segura y especialmente si vamos a compartir datos personales o a realizar algún tipo de trámite bancario.
También es una buena forma de compartir nuestros datos móviles con familiares y amigos. En ocasiones, tenemos una tarifa superior con bastantes más GB que ellos, que no llegamos a gastar a fin de mes. Además, puede darse el caso que alguno de ellos se haya quedado sin datos móviles, y le hayan bajado la velocidad a 32 KB o 64 KB.
Otro motivo, es que a veces tenemos que salir puntualmente fuera de nuestra casa u oficina a alguna reunión. En esos casos es muy común que necesitemos trabajar con nuestro portátil. Si bien es cierto que, en algunas ocasiones, podríamos usar una red pública, eso no suele ser conveniente. En ese sentido por seguridad, es mejor utilizar nuestros datos móviles. Esto es especialmente recomendable si utilizamos recursos de la empresa, nos conectamos a nuestro banco o cuentas de correo electrónico.
Calidad de la red Wi-Fi
Crear redes Wi-Fi con el móvil puede ser de gran ayuda en muchas ocasiones, y nos puede librar de un apuro. Pero lo cierto es que estas redes, dependen de muchos fatores a la hora de disponer de la calidad necesaria para establecer una conexión. Normalmente, a estas redes les pedimos que sean rápidas, fiables y seguras. Pero todo esto depende de varias cosas. Algunas de ellas son:
- Potencia del equipo: la potencia de transmisión de la que disponga la red Wi-Fi desde los móviles, puede ser limitada. Por lo cual se pueden crear más zonas donde la señal es muy débil, o incluso no está disponible. Esto afecta de forma negativa a la velocidad y estabilidad de la conexión Wi-Fi, y lo mejor será posicionarse cerca del dispositivo.
- Interferencias: La señal Wi-Fi se puede ver afectada por interferencias de todo tipo, principalmente de otros dispositivos en este caso. Pero también puede ser de routers, u otro tipo de dispositivos inalámbricos. Esto puede llegar a reducir la calidad de la conexión de forma considerable. Incluso el Bluetooth del propio teléfono podría disminuir la señal que emite de WiFi.
- Ancho de banda: El ancho de banda en otro apartado que puede ser limitado en redes creadas desde el móvil. Sobre todo, esto se produce cuando tenemos varios dispositivos conectados en la misma red. Esto afecta a la velocidad de la conexión, y hace que no funcione de una forma tan óptima para que las aplicaciones que requieren esa potencia, funcionen de la forma correcta. Será interesante estar en un lugar al aire libre, con cobertura 5G a poder ser, y con buena señal, ya que las redes móviles pueden ser tan potentes como la fibra, sin embargo, si tenemos poca cobertura, también la tendrán nuestros equipos conectados a ella.
- Configuración: La red Wi-Fi creada con el móvil no va a tener tantas opciones de configuración como puede tener un router. Por lo cual, habrá muchas cosas que no vamos a poder hacer. Tales como la gestión de direcciones IP, asignación de direcciones MAC, abrir puertos, entre otras muchas cosas, así que no lo tomes como una posible red para tu hogar, pues incluso podrías no poder jugar con una consola.
Entonces nos encontramos ante una red Wi-Fi muy útil, pero que depende de muchos más factores a la hora de mostrarse de calidad, y con suficiente potencia.
Requisitos para usar el móvil como router WiFi
Para poder utilizar nuestro móvil como un router Wi-Fi, lo único que necesitaremos serán dos cosas:
- Un smartphone.
- Una tarifa de datos móviles.
Debemos tomarnos en serio la seguridad de ese punto de acceso WiFi que vamos a crear. En ese sentido deberíamos aplicarle unas medidas seguridad de la misma manera que haríamos con el router de nuestra casa. De lo contrario, cualquier usuario cerca podría conectarte y ver todo el tráfico de nuestra conexión inalámbrica WiFi, además, también podría gastar nuestros valiosos datos móviles para tener Internet.
Lo primero que tenemos que hacer es establecer una buena contraseña que sea robusta. Lo ideal sería que esa contraseña contuviese mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. En cuanto a longitud recomendada sería mínima de 12 caracteres. En este sentido, lo que nunca debemos hacer es poner contraseñas simples estilo 12345678. Cualquiera podría entrar a tu red WiFi, quedarte sin datos todo el mes o incluso robar información personal.
Otra cosa que debemos comprobar es que esa red tenga al menos cifrado WPA2 para proteger la seguridad nuestra conexión WiFi. También, si es posible mejor llevar los dispositivos configurados de casa para que nadie pueda ver u oír esa contraseña. Además, debemos saber elegir qué banda nos conviene más usar, si la de 2.4 GHz o la de 5 GHz. Esto lo explicaremos más a fondo cuando configuremos un dispositivo. En resumen, a la hora de crear nuestro punto WiFi debemos hacer hincapié en su contraseña, cifrado y banda.
Primeros pasos para configurar el móvil
Lo primero que tenemos que hacer es localizar el apartado específico donde se configura. Para realizar esta tarea podríamos utilizar un móvil con sistema operativo Android o iOS. En este caso voy a poner un ejemplo con Android, que es el más utilizado actualmente. No obstante, aunque no sea igual, muchos apartados coinciden.
Una cosa que coincide para todos es que la activación y configuración la hacemos en el apartado de Ajustes. Cada fabricante la llama de una manera diferente, en iOS se llama Compartir internet. En Android en «Ajustes» se suele encontrar en un apartado llamado «Otras conexiones inalámbricas, Conexión y compartir, Red e internet«.
Por si no lo sabéis, en «Ajustes» en el icono de la lupa podéis poner el apartado exacto si conocéis el nombre. Aquí tenéis un ejemplo:
Ese apartado que podríamos meter directamente en la lupa y hacerlo de manera directa, ahorrando algunos pasos suele recibir estos nombres:
- Zona Wi-Fi portátil.
- Punto de acceso portátil.
- Compartir datos por Wi-Fi.
- Punto de acceso Wi-Fi.
Aquí vamos a hacerlo siguiendo todos los pasos, en este sería «Ajustes, Otras conexiones inalámbricas» y nos saldrá esta pantalla:
En esta ocasión, el que tenemos que pulsar se llama «Compartir datos por WiFi» y veremos la siguiente información.
El siguiente paso que vamos a hacer es tocar en «Ajustes de compartir datos por WiFi» para iniciar la configuración de nuestro teléfono inteligente.
Configurar la seguridad WiFi y la banda de frecuencias
Ahora llega el momento de configurar los apartados esenciales para poder usar nuestro móvil como un router WiFi.
El primer apartado es Nombre, con el que podremos distinguir nuestra red WiFi de las demás a la hora de buscarla. También es muy frecuente que a esta opción se le llame SSID.
Lo siguiente que tenemos que hacer es comprobar el apartado Seguridad. Allí obligatoriamente tenemos que tener un protocolo de cifrado. Como ya hemos comentado anteriormente, mínimo WPA2-PSK. Generalmente suele venir uno seleccionado por defecto. A continuación, lo que tenemos que hacer es establecer una contraseña robusta. Recordad que debe tener 12 caracteres mínimo, mayúsculas, minúsculas, símbolos y números. Justo debajo nos encontramos el apartado para configurar la banda de nuestro AP o punto de acceso.
Como podéis observar, tenemos dos posibilidades. A la banda de 2.4 GHz se pueden conectar todos los dispositivos ya que es la banda de frecuencias que siempre se ha utilizado en las redes inalámbricas Wi-Fi. En ese sentido no tendremos ningún problema de compatibilidad. Se caracteriza por soportar mejor la distancia y tener bastante menos velocidad que la de 5 GHz.
En cuanto a la banda de 5 GHz, aquí el tema es más complejo ya que no todos los dispositivos pueden conectarse a ella. La tendencia es que la mayoría de los que se han fabricado en 2020 son compatibles con este tipo de redes, pero no siempre es así, sobre todo en modelos de gama baja. Se caracteriza por una velocidad de conexión superior y una distancia bastante inferior de la que ofrece la banda de 2.4 GHz.
En RedesZone, como norma general recomendamos la de 2.4 GHz por tres razones. Una por compatibilidad y la otra porque alcanzar velocidades con 4G o 3G que la superen no es siempre posible. La tercera, porque nuestras tarifas de datos sólo tienen unos GB determinados a toda velocidad.
Activación y configuraciones adicionales
Una vez configurado para activarlo deberemos pulsar en compartir datos por Wi-Fi. Luego, si no lo hemos hecho anteriormente deberemos habilitar datos móviles para poder conectarnos a internet.
Otro apartado interesante es Desactivar automáticamente compartir datos por Wi-Fi. Se trata de una función muy común y que conviene que esté activada si cuenta con ella. En este caso nos va a permitir ahorrar batería de nuestro smartphone. En el momento que no haya ninguno conectado apagará el punto de acceso automáticamente.
Ahora vamos a tratar Gestión de conexiones. Como veis, tenemos un dispositivo conectado. Si pulsamos nos dará información adicional y más opciones.
Si pulsamos sobre dispositivos conectados presionado sobre el smartphone BlackShark podremos mandarlo a la lista negra. A partir de ese momento ese teléfono se desconectará y no tendrá acceso a internet.
El último apartado del que vamos a hablar es Restricción de datos. Gracias a él podemos establecer un límite tras el cual se apagará el AP. Aquí cada vez que empecemos a utilizarlo comenzaremos de cero. Esto puede ser diferente según cada fabricante.
Desventajas de usar el móvil como router Wi-Fi
Como todo en esta vida, y más tratándose de tecnología, no todo podían ser todo ventajas, ya que el hecho de utilizar nuestro móvil como la raíz o como el punto de acceso a nuestra conexión, presenta varios inconvenientes. El primero de ellos y, de hecho, es uno de los mayores problemas, es que no disfrutamos en la mayoría de los casos de una buena velocidad, ya que no solo es limitada debido a los estándares que aún manejamos hoy en día como el 4G, porque no todo el mundo disfruta de 5G en cualquier lugar, sino que también, a medida que vamos conectando dispositivos va disminuyendo hasta hacerla tan lenta que no valga la pena utilizarla.
Otro de los principales inconvenientes que observamos es que es una solución momentánea y para salir de un apuro, ya que a largo plazo puede incluso dañar la batería de nuestro terminal. Porque para que funcione, tendría que estar encendido, por lo que habría que tenerlo enchufado permanentemente y los teléfonos móviles no están diseñados con este propósito, por lo que es más que probable que la batería se acabe dañando y tengamos que reemplazar la batería o el móvil.
Además de esto, la seguridad de nuestra conexión puede verse comprometida, ya que no cuenta con los mismos mecanismos de seguridad con los que sí podemos contar cuando utilizamos un router o un punto de acceso convencional, por lo que nuestra información será más vulnerable y estará expuesta a cualquier tipo de ataque y poco podremos hacer al respecto.
Por último, dependiendo del terminal móvil, al utilizarlos en este modo, no permiten ser usados como teléfono, esto hoy en día casi no lo veremos, pero dependiendo de la marca y modelo, existe la posibilidad de que cuando usemos nuestro móvil como router o punto de acceso no podamos, por ejemplo, recibir llamadas.
Otras precauciones
Ahora que ya conocemos cómo se puede crear una red Wi-Fi mediante nuestro teléfono móvil, y cuáles son sus puntos negativos. Pero hay algo de lo que es muy importante hablar, y va más allá de que la red que creamos tenga una contraseña robusta. Se trata de varios factores que debemos tener en cuenta siempre y cuando se utilicen estas funciones.
La primera tiene que ver con la seguridad. Una red inestable puede ser un problema de seguridad para los usuarios que están utilizando la red, por lo cual es importante utilizarla cuando la cobertura sea buena. Pero más lejos de la seguridad, está la salud de nuestro propio dispositivo. En donde no solo la batería puede sufrir mucho en estos casos.
Con este tipo de procesos, los smartphones tienden a calentarse, por lo cual no es recomendable activarlas cuando están expuestos a una fuente de calor. Puede ser una superficie, o el propio sol. Esto hará que los sistemas de disipación pasivos que contienen se calienten por ambos lados. Lo cual puede producir que la refrigeración no funcione como tiene que hacerlo. En estos casos la batería también sufre, pero al igual que los demás componentes. El procesador es un componente que siempre tiende a calentarse cuando se le exige mucho rendimiento, y en este caso estamos ante una de esas funciones con las que debemos estar atentos. Hoy en día los dispositivos tienen sistemas para apagarse cuando detectan que la temperatura sube mucho, en todo caso lo mejor es que esto no llegue a ocurrir.
Si durante el tiempo que estamos creando una red Wi-Fi vemos que se sobrecalienta, lo mejor es que desactivemos esa función y regrese a la temperatura normal. En casos muy extremos, lo mejor es apagar el dispositivo o realizar un reinicio para que los procesos que se pueden quedar colgados se cierren. De este modo, se reducirá el consumo de una forma considerable en algunos casos.
Otras opciones para compartir internet
Cuando hablamos de compartir internet desde nuestro dispositivo móvil, siempre pensamos en crear una red Wi-Fi como mencionamos en la entrada, pero existen otros métodos que si bien no son los más utilizados, siguen siendo útiles para sacarnos de un apuro. Eso sí, no son tan eficaces como crear un punto de acceso Wi-Fi pero también hay otras opciones.
Compartir a través de cable
En primer lugar tenemos la opción de compartir la red por cable, lo cual es igual de sencillo que hacerlo de forma inalámbrica. En todo caso esta opción si puede variar su ubicación en el menú, dependiendo de la variante de Android que usemos y de sus capas de personalización. Pero si hablamos de Android sin ningún tipo de cambios, esta se encuentra en Redes e Internet y luego en Zona Wi-Fi / Compartir conexión. Dentro de esta opción, encontraremos la opción de compartir la red por USB. No se trata de algo instantáneo, pues el equipo se queda cargando un momento mientras prepara el punto de acceso. Finalmente, una vez en un PC con Windows, por ejemplo, nos aparecerá la ventana donde nos indica que se encontraron nuevas redes.
En todo caso para esta opción por cable, es recomendable que este sea de buena calidad para evitar algún tipo de desconexión por contacto, o que este se desconecte directamente del puerto. Pues esto hará que tengamos que establecer la conexión de nuevo.
Además, no todos los equipos soportan esto, por lo que si usas un sistema operativo obsoleto, o distinto a Windows y macOS, es probable que no sea tan sencillo configurarlo, y la mejor opción no sea esta, sino usar el modo router inalámbrico directamente.
Usar el Bluetooth
Otra opción es el Bluetooth. Esto nos puede facilitar la conexión con dispositivos que disponen de antena Wi-Fi, pero si disponen de conexión Bluetooth. El proceso es prácticamente el mismo, de nuevo entramos en Redes e Internet, luego a Zona Wi-Fi y en Compartir conexión seleccionamos la opción de Compartir conexión por Bluetooth. Ya en el otro dispositivo, tendremos que buscar a través de esta conexión y conectarlo. En ese momento, se compartirá una red la cual no será muy rápida, pero que nos puede servir para alguna emergencia
Recuerda que el uso de Bluetooth o modo router consumirá mucha más energía que haciéndolo por cable, ya que no solo estarás usando los datos del mismo, lo cual requiere energía para conectarse con la red sino que estarás transfiriendo esa información de manera inalámbrica. Además, hacerlo por USB incluso cargará el teléfono mientras tanto, por lo que sería la más recomendable.
Utilizar un módem 5G USB
Si tu teléfono no tiene opción de compartir datos, o cualquier problema está impidiendo que lo hagas, siempre podrás adquirir un modem USB con opción de tarjeta SIM. En este caso, lo único que tendrás que hacer es conectar este a tu ordenador, e introducir la SIM que quieres que use los datos. Sería algo similar a conectar el teléfono mediante cable USB, pero si por cualquier motivo no funciona, podrás compartir igualmente los datos de tu móvil de esta manera.
Con todos estos consejos, podéis configurar vuestro móvil como un router WiFi de forma segura y fácil, de tal forma que proporcionaréis conectividad a Internet tanto a portátiles como también a tablets e incluso otros smartphones. Eso sí, siempre debes hacerlo con mucho cuidado porque puede suponer que alguien entre en tu teléfono móvil aprovechando que has creado una red WiFi así que vigila quién se conecta y la seguridad utilizada.
Posibles problemas y errores
A la hora de compartir datos con nuestro smartphone hay 2 posibles problemas que pueden surgirnos. El primero de ellos es la compatibilidad con este sistema ya que, pese a que la mayoría de teléfonos actualmente lo tienen, no todos lo poseen, y puede que tu móvil sea uno de ellos, por tanto, dará igual que tengas datos ilimitados, 5G, etc, que necesitarás otro modelo. Sin embargo, como decimos, esto es raro de que ocurra, y si estás pensando en adquirir uno para poder hacer esto, a día de hoy todos lo traen.
Por otro lado, y este problema ya es más común, aunque cada vez menos, es que tu compañía no permita el tethering. Esto quiere decir que da igual el modelo que tengas, ya que tu operador de red no va a autorizar que otro dispositivo la use, y, por tanto, no se podrán conectar otros a ella. Es algo muy común en tarifas especiales o compañías más pequeñas. Orange, Vodafone, Movistar, etc, no suelen poner estos impedimentos, al menos no ahora, por lo que no tendrás problemas, sin embargo, si tu móvil no te deja, puede ser una de las causas. Prueba con la SIM de un familiar o amigo, y si ves que así sí funciona, ya sabes que no es cosa del teléfono. En caso de que tampoco vaya, asegúrate de que la tarjeta de tu amigo sí que funciona compartiendo datos en su móvil, ya que puede que estéis en el mismo caso ambos.
Velocidad lenta: por otro lado podemos sufrir problemas de velocidad si nuestro dispositivo no transmite en una banda y canal adecuados, y todo dependerá de la compatibilidad con el otro equipo. Normalmente esto no ocurre con móviles actuales, pero si ya tiene unos años, es probable que acabes desesperado, y lo mejor será conectarlo por cable.