Comprar por Internet es algo muy común hoy en día. Podemos adquirir cualquier producto y recibirlo en casa. También podemos pagar cualquier suscripción a servicios como Netflix, reservar un hotel, pagar un seguro, etc. Ahora bien, es imprescindible mantener en todo momento la seguridad. Por ello en este artículo vamos a dar algunos consejos esenciales para proteger al máximo la tarjeta al pagar online y poder comprar con total seguridad.
Si vamos a pagar por Internet hay una serie de pasos que debemos seguir para proteger nuestra tarjeta pero también conviene que sepamos cuáles son los métodos de pago más seguros o cuáles son las estafas más habituales a las que nos enfrentamos cuando hacemos compras online. De esta manera tendremos en nuestro poder todo lo necesario para evitar caer en los timos más comunes y que tanto se pueden ir repitiendo con el paso del tiempo.
Estafas comunes al pagar por Internet
Es imprescindible que elijas una opción segura para pagar, como te explicaremos más adelante, ya que de lo contrario podrías sufrir alguno de los ataques cibernéticos. ¿Cuáles son los ataques más habituales al pagar por Internet y las estafas más frecuentes que podemos encontrar?
Ataques phishing
Podemos decir que es una de las principales estafas a la hora de realizar un pago por Internet, poner datos bancarios o cualquier tipo de información personal. Consiste básicamente en acceder a una página en Internet que simula ser legítima, pero realmente se trata de una estafa y ha sido creada para robar esos datos.
Puede ocurrir al realizar un pago en plataformas como puede ser Amazon o cualquier servicio online. Al hacer clic a través de un enlace, nos lleva a una página que parece legítima. Sin embargo se trata de una copia que ha sido diseñada solo para robar los datos de la tarjeta y poner en riesgo nuestra seguridad.
Robo en redes Wi-Fi inseguras
Esto puede ocurrir cuando realizas un pago desde una red inalámbrica que no es fiable. Por ejemplo un Wi-Fi público en un centro comercial, aeropuerto o cualquier lugar similar. Ha podido ser creado simplemente para robar datos. No sabemos realmente quién puede estar detrás.
En estos casos se hace aún más imprescindible utilizar una tarjeta bancaria segura con la que poder minimizar riesgos lo máximo posible. No obstante, puedes también usar algunas opciones como por ejemplo una VPN. Esto va a permitir que la información que envíes en la red viaje de forma cifrada.
Lo que está claro es que, en la medida de lo posible, es más que recomendable no introducir ningún tipo de contraseña, dato personal… de ninguna cuenta ni acceder a tu cuenta bancaria. Lo ideal es usar los datos móviles o una red inalámbrica segura en todo momento.
Skimming
Un peligro más es lo que se conoce como Skimming. Es un caso diferente a los anteriores, ya que no se trata de una página web modificada o un sitio que simplemente tiene un malware capaz de recopilar los datos de la tarjeta a la hora de pagar. Pero también puede ser un problema importante.
Se trata en este caso de un hardware modificado que es capaz de copiar los datos de la tarjeta. En esta ocasión el problema aparece cuando vas a comprar en un sitio físico. Va a registrar la información de la tarjeta bancaria sin que te des cuenta. No es algo habitual, pero es una posibilidad más.
En definitiva, como has visto hay diferentes tipos de tarjetas bancarias que puedes utilizar. Es importante que elijas una opción segura, ya que así mantendrás protegidos tus datos personales y evitarás problemas que afecten a tu privacidad y seguridad en la red.
Cómo protegernos
Si queremos saber cómo podemos estar protegidos tenemos que vigilar dos aspectos fundamentales: la cuenta bancaria y la tarjeta por un lado y, por otro, nuestro equipo o dispositivos. Estos son las recomendaciones que puedes seguir en todo momento para evitar caer en la trama de los ciberdelincuentes. Así no pondrás en riesgo ni tus datos personales ni tu cuenta bancaria.
Protección de la cuenta bancaria y tarjeta
En primer lugar vamos a dar una serie de recomendaciones orientadas en la propia tarjeta y en la cuenta bancaria. Algunos ajustes y configuraciones que van a venir muy bien de cara a proteger al máximo la seguridad y evitar problemas al realizar cualquier tipo de transacción. Esto es básico para evitar un uso indebido de la tarjeta.
Usar autenticación en dos pasos
Algo fundamental es activar la autenticación en dos pasos. Es algo que cada vez se utiliza más en muchos servicios de Internet, como pueden ser redes sociales, correo electrónico y también cuentas bancarias. Básicamente consiste en un segundo paso más allá de tener que poner la contraseña. Una manera de verificar la identidad y evitar que un intruso pueda entrar en la cuenta o realizar un pago aun sabiendo la clave.
Suele ser un código que recibimos por SMS, correo electrónico o también a través de alguna aplicación 2FA como Google Authenticator. Eso va a servir para verificar que somos el usuario legítimo detrás de esa cuenta o ese pago. Es una medida de protección muy eficaz y debemos tenerla en cuenta.
Hay algunos bancos y tarjetas bancarias que ya obligan a activarlo. Suelen enviar un código por SMS al hacer un pago por Internet y eso ayuda a aumentar la protección. Pero en otros casos hay que activarlo, por lo que conviene revisar el caso concreto de cada banco y tenerlo bien configurado.
Instalar la aplicación desde fuentes oficiales
Por supuesto, otro punto muy importante a tener en cuenta es instalar la aplicación bancaria solo desde fuentes legítimas y seguras. Por ejemplo la web oficial de la entidad o utilizar tiendas como Google Play, que filtran qué aplicaciones van a estar ahí y de esta forma evitar que se cuelen programas creados solo para robar datos.
Esto también lo debes tener en cuenta a la hora de entrar en la página web del banco o de una página donde vayas a realizar una compra. Es importante que te asegures de estar accediendo al sitio legítimo y no se trata de una estafa. Tus datos bancarios podrían verse comprometidos si entras en una URL falsa, por ejemplo.
Activar límites
Una opción que tienen las tarjetas bancarias es poder configurar ciertos límites para evitar fraudes. Por ejemplo limitar la cantidad que puedes sacar del cajero o la cantidad que puedes gastar por Internet en un solo día. De esta forma, en caso de que alguien pueda robar tus datos y suplantar tu identidad, el daño sería menor y no podría gastar de forma ilimitada.
Cuando vayas a realizar un pago legítimo, siempre puedes entrar en tu cuenta y aumentar ese límite momentáneamente. Incluso puedes limitar la tarjeta para que no se pueda usar por Internet y cuando vayas a utilizarla simplemente la activas para ese momento y listo. Si alguien robara los datos de la tarjeta y los usara en la red, no podría realizar ninguna transacción al estar bloqueada.
Desde las propias apps bancarias se pueden establecer estos límites de gastos. Por lo que solamente tienes que investigar o ponerte en contacto con tu entidad bancaria para que te dé los pasos a seguir para fijar este tipo de límites. Así minimizarás los posibles problemas que se den si consiguen robarte los datos de tu tarjeta.
Configurar alertas
Una manera muy interesante de detectar ataques es configurar alertas. Puedes configurarlo para que te envíen un correo cada vez que se hace un pago con esa tarjeta o un SMS con la cantidad que has pagado y dónde. Esto te permitirá tener un mayor control y poder identificar lo antes posible cualquier ataque y tomar medidas.
Normalmente estas alertas se configuran a través de la aplicación o página web del banco o de la tarjeta. Depende de cada entidad, vas a encontrar más o menos alertas. Puedes indicar que te envíen un correo con cada pago que hagas, con transacciones solo hechas por Internet, según la cantidad, etc.
Y no solamente están los avisos por correo electrónico o SMS, si tienes la app de tu banco, debes activar las notificaciones. Básicamente consiste en que te salten en la pantalla de tu smartphone diferentes notificaciones que te indiquen los pagos que realizas con la tarjeta de crédito, los cobros que van realizando, cuando recibes un bizum, al recibir la nómina del mes, etc. Es una buena forma de estar pendiente. Incluso, te puede ser de gran ayuda cuando te intenten estafar e intentar realizar pagos no autorizados, ya que te saltará un mensaje en el móvil y así podrás actuar rápidamente.
Seguridad general del sistema y equipos
Pero para utilizar tarjetas bancarias y pagar por Internet con total seguridad no solo basta con configurar la cuenta bancaria y usar una aplicación segura. Es imprescindible también proteger la seguridad del sistema, por lo que vamos a dar algunos consejos esenciales que no pueden faltar para evitar problemas.
Proteger el equipo
Lo primero es proteger correctamente el sistema. Aquí debes tener en cuenta la importancia de contar con un buen antivirus. Hay muchos, tanto gratuitos como de pago. Uno muy útil es el propio de Windows, Microsoft Defender. Viene integrado con el sistema, es gratuito y no tienes que instalar nada. Únicamente debes comprobar que funciona correctamente.
Pero hay otras muchas opciones, como pueden ser Bitdefender o Avast. Sea cual sea la que elijas, debes asegurarte de que va a proteger adecuadamente tu sistema. El objetivo es evitar la entrada de virus que puedan poner en riesgo a la hora de realizar un pago online o en general al navegar por la red.
Mantener todo actualizado
Otro punto muy importante es tener siempre los dispositivos actualizados correctamente. Muchos tipos de ataques llegan después de que aparezca alguna vulnerabilidad. Puede haber un fallo que afecte al sistema operativo o a cualquier componente del equipo. Esto podría provocar la entrada de intrusos que puedan robar datos y controlar los pagos online.
En el caso de Windows, para actualizarlo debes ir a Inicio, entras en Configuración y vas a Windows Update. Allí te mostrará qué versión tienes instalada y si hay o no alguna actualización pendiente que puedas aplicar.
Esto mismo lo debes hacer en el móvil o en cualquier dispositivo que vayas a usar para pagar por Internet. Debes asegurarte siempre de tener las últimas versiones en todo momento. Mantener en buen estado los equipos también se consigue a través de actualizaciones y parches de seguridad.
Al igual que debes aplicar esta medida a cada uno de tus dispositivos en los que accedes a tus datos bancarios o con información personal, como puede ser un smartphone o smartwatch. Así te aseguras tener la última actualización de seguridad. Y es que muchos veces los usuarios deciden no ir actualizando sus dispositivos y el problema no está en que no se reciban las nuevas funcionalidades para el sistema operativo, sino que no se aplican los parches de seguridad que desarrollan y con los que pretenden capar posibles vulnerabilidades que se han descubierto. De ahí que sea importante ir actualizando los dispositivos, ya se use Windows, Android, iOS, etc.
Evitar pagar en redes inseguras
La red desde donde te conectes para pagar va a ser imprescindible que sea segura. ¿Vas a conectarte desde una red Wi-Fi pública, como puede ser un aeropuerto o centro comercial? Deberías evitar ese tipo de redes, ya que no sabes realmente quién puede estar detrás y tus datos podrían verse comprometidos.
No obstante, si no te queda más remedio que realizar un pago o hacer una compra a través de un Wi-Fi público, nuestro consejo es que instales una VPN. Esto te ayudará a cifrar la conexión y evitarás problemas, ya que tus datos van a ir en una especie de túnel y no pueden ser interceptados por posibles intrusos que haya en esa red. Por ejemplo puedes usar NordVPN o ExpressVPN, que funcionan bien.
Por otra parte, si tienes datos móviles, entonces opta por usarlos para realizar pagos o acceder a tu cuenta bancaria si lo necesitas. Cuando estés conectado a una red que no es privada o que crees que no es fiable, entonces no entres a ningún servicio relevante ni nada similar. Opta en estos casos como decíamos, de usar una conexión VPN y de utilizar los datos móviles si es que tienes disponibles al contratar una tarifa.
Cuidado con el Phishing
Uno de los ataques más comunes a la hora de pagar por Internet o usar tarjetas bancarias es el Phishing. Es un método por el cual los piratas informáticos buscan robar las contraseñas de las víctimas. Suelen lanzar un cebo a través de un SMS o correo electrónico y simular que es una página real del banco o del sitio donde vamos a comprar.
Sin embargo, al poner los datos realmente estamos enviándolos a un servidor controlado por los atacantes. Suelen utilizar estrategias como decir que hay algún problema o que debes poner tus datos para verificar que realmente eres el usuario legítimo. Pero realmente se trata de un engaño, por lo que aquí el sentido común es imprescindible.
Pagar solo en sitios fiables
En este caso también entra en juego el sentido común y evitar cometer errores. Es muy importante realizar compras o pagos únicamente en sitios que veamos fiables, que no supongan un problema para nuestra privacidad. Siempre debes mirar el aspecto general, comprobar la URL, ver que sea HTTPS, etc. Y es que, por más que compruebes que parece fiable con las herramientas online que hay disponibles, sin HTTPS, lo más recomendable es no usar tu tarjeta de crédito/débito habitual, sino que es mejor optar por pagar con plataformas como PayPal que ofrecen un extra de seguridad o con tarjetas prepagos que se vayan recargando con la cantidad exacta para que no te puedan robar dinero de tu cuenta principal.
Si en algún momento dudas de si un sitio puede ser una estafa, lo mejor es que te asegures de que no lo es antes de realizar ninguna transacción. Por ejemplo puedes realizar una búsqueda en Google y ver qué opinan otros usuarios, si ha habido algún problema o alguien dice que es una estafa.
Cuál es el método de pago más seguro
Para evitar problemas al comprar por Internet es imprescindible utilizar tarjetas que sean seguras. De hecho, podemos decir que es uno de los métodos más fiables. Son muy útiles por su facilidad de uso y además hay una gran cantidad de opciones disponibles. Siempre vamos a estar respaldados y por ello son una opción segura. De ahí que debas tener en cuenta las siguientes alternativas que hay disponibles a la hora de querer tener el método de pago más seguro:
Tipos de tarjetas y de pagos
Vamos a hablar de diferentes opciones habituales que existen en Internet y explicar cuáles son los puntos positivos y negativos de cada una de ellas. El objetivo es conocer en todo momento qué posibles riesgos de seguridad vamos a encontrar en cada opción y poder hacer uso de la que más ayude a evitar riesgos.
Crédito
La primera opción son las tarjetas de crédito. Podemos decir que es la más insegura de las que vamos a ver. No es insegura por su naturaleza, por cómo funcionan, sino por los límites que puede tener. En caso de ataque informático, que nos la roben o perdamos, es la que va a estar más expuesta de todas ellas. El límite es un punto a tener en cuenta en este caso. ¿Qué significa eso? Vamos a poder incluso quedar la cuenta bancaria en negativo. Si tenemos por ejemplo una cuenta con 500€, pero asociada a esa cuenta disponemos de una tarjeta de crédito de hasta 1000€, vamos a poder gastar esos 1000€. La cuenta va a quedarse en negativo. Por este motivo, es importante denunciar lo antes posible en caso de sufrir una pérdida o robo. Además, por suerte hoy en día es muy sencillo bloquear las tarjetas incluso desde el teléfono móvil, dentro de la aplicación bancaria, por lo que es algo que hay que hacer lo antes posible.
Débito
La siguiente opción que tenemos son las tarjetas de débito. Son más seguras que las de crédito. Estas tarjetas van a tener un límite de gasto inferior a las de crédito, pero además vamos a estar limitados al dinero existente en nuestra cuenta bancaria (salvo algunas excepciones y siempre que lo configuremos). Esto significa que, en caso de que alguien robe nuestra tarjeta, no va a poder gastar tanto dinero. Una vez llegue al límite, no va a poder gastar más allá de esa cantidad. Incluso si tenemos una cuenta bancaria con poco dinero y la tarjeta de débito está vinculada a esa cuenta, no podrían gastar más de esa cantidad. Eso sí, aunque digamos que son más seguras que las de crédito, igualmente conviene cancelar la tarjeta de débito en cuanto se detecte un fraude, robo de datos o pérdida. Esto evitará problemas adicionales.
Monedero o prepago
Estas tarjetas son mucho más seguras. Sirven también para realizar compras en Internet y pagar en cualquier tienda, pero tienen un plus de fiabilidad. ¿Por qué son más seguras? Básicamente se trata de una tarjeta a la que podemos ingresar una cantidad de dinero exacta. Ese dinero lo podemos meter a través de otra tarjeta, una transferencia bancaria, ingreso por el cajero, etc. Si por ejemplo vas a comprar algo por Internet que cueste 100€, simplemente te aseguras de que esa tarjeta tiene 100€ al momento de realizar el pago y listo.
No necesitas que tenga siempre dinero. Sin duda es una opción para minimizar riesgos y que en caso de pérdida o robo no afecte más allá del dinero que queramos tener, que incluso puede ser de 0€ salvo cuando vayamos a comprar algo. Hay opciones de este tipo, como son la tarjeta de Bnext o Revolut. Funcionan de forma similar y en ambos casos simplemente hay que meter la cantidad de dinero que queramos y realizar pagos por Internet o compras en lugares donde pueda haber cierto riesgo.
Tarjetas virtuales
Una opción también muy segura y similar a la anterior son las tarjetas virtuales. En este caso es el propio banco quien nos permite tener una o incluso varias tarjetas virtuales para realizar compras online. Son tarjetas independientes de la principal, que simplemente vamos a utilizar para esas compras puntuales que hagamos. Tenemos que recargar con la cantidad correspondiente y listo.
Hay que mencionar que en algunas ocasiones este tipo de tarjetas virtuales cambia la numeración. Si alguien logra robar los datos bancarios al realizar un pago, no podrá utilizarlos posteriormente ya que van a cambiar. Un extra de seguridad que sin duda viene muy bien para pagar.
Además este tipo de alternativas también viven de recargarse, por lo que es una especie también de monedero. De ahí que, en caso de que los datos queden expuestos, lo cierto es que los ciberdelincuentes no tendrían acceso a tu cuenta bancaria principal. Por lo que es otra de las opciones seguras que puedes tener en mente a la hora de querer proteger tu cuenta principal.
Tarjetas específicas de una tienda
También está la opción de utilizar una tarjeta específica de una tienda. Realmente va a actuar como una tarjeta recargable o monedero. No es algo que esté muy extendido, al menos no en España, pero es una alternativa más que podemos tener en cuenta para el comercio electrónico y no tener problemas.
Básicamente son tarjetas que proporciona la propia tienda y que podemos recargar. En cualquier momento podemos usarla para realizar una compra, sin necesidad de utilizar tarjetas de crédito, débito o cualquier otro método alternativo que tengamos.
¿Cuál es la mejor y más segura?
A la hora de pagar por Internet con tarjeta, las más seguras son las virtuales y las prepago que podemos recargar con la cantidad exacta. Las virtuales permiten tener incluso una tarjeta con numeración única para cada compra que se realice, por lo que la que estamos utilizando dejará de funcionar una vez finalicemos el proceso y un posible atacante no podría usarla en un futuro para suplantarnos y realizar un pago fraudulento. Además, también tienen la opción de poner límites.
Las tarjetas prepago o monedero básicamente se recargan cuando las necesitemos. Si por ejemplo vas a hacer una compra por Internet y vas a adquirir un producto que cueste 100€, simplemente te aseguras de recargarla con esa cantidad y listo. No expones más que el precio que realmente vas a pagar por esa compra y limitas mucho la capacidad de un atacante para robarte.
Por otro lado, las que menos aconsejamos son las de débito y, sobre todo, las de crédito. En este caso podríamos tener más problemas en caso de ser víctimas de un ataque informático. Podrían robarnos hasta el límite de la tarjeta de débito, que podría ser la cantidad de dinero que tengamos en una cuenta bancaria. Las de crédito incluso podría ir más allá, ya que podríamos quedarnos en negativo hasta cierto límite.
Por tanto, si vas a comprar por Internet y quieres pagar por tarjeta, nuestro consejo es que utilices las virtuales y prepago. Esto te aportará más garantías de que un hipotético atacante no va a robar dinero de tus cuentas, ya que estaría limitado a esa cantidad que tuvieras asignada en cada una de ellas.