Hoy en día es muy común tener varios sistemas operativos instalados nativamente en un ordenador. Si, por ejemplo, necesitas utilizar tanto Windows como Linux indistintamente, lo mejor que puedes hacer es un Dual-Boot para elegir qué sistema operativo arrancar cada vez que encendamos el ordenador. en este artículo os vamos a hablar de todos los riesgos que debes tener en cuenta a la hora de optar por esta práctica solución de instalar en un mismo PC, varios SO simultáneamente y elegir con cual arrancar.
Riesgos del dual-boot
Sobre-escritura de datos o del sistema operativo
Muy probablemente, este sea el riesgo más importante que debes considerar. ¿Esto qué quiere decir? Es posible que queriendo instalar el segundo sistema operativo, puedas acabar afectando a la integridad de los datos del sistema operativo primario, o bien, al propio sistema primario en cuestión. Se sabe que puedes optar por algunas herramientas que te ayudarán en la recuperación de archivos o sistema operativo dañado, sin embargo, las posibilidades de que la recuperación sea exitosa no llegan a un 100%.
La acción esencial para evitar inconvenientes con el sistema operativo primario y los datos asociados, es prestar atención a cuál es la partición de disco que utilizarás para la instalación del sistema secundario. Aunque, por fortuna, prácticamente una gran parte de los asistentes de instalación tienen la capacidad para detectar particiones primarias, es decir, particiones de disco que ya están ocupadas. Por tanto, sabrás de antemano que esa partición ya está ocupada, pero debes extremar la atención para no cometer un grave y terrible error.
Problemas a causa de particiones bloqueadas
Es importante puntualizar que los archivos que sean considerados importantes o esenciales para ti van a estar disponibles. Esto último, siempre y cuando los hayas organizado adecuadamente. No hay nada más molestoso que darte cuenta que aparentemente, no encuentras tus archivos o bien, no logras acceder a ellos por alguna razón.
Una de las alternativas más prácticas es la utilización de servicios en la nube para almacenar nuestros archivos. Existen soluciones populares como OneDrive de Microsoft, Google Drive o Dropbox entre otras muchas soluciones de almacenamiento en la nube privada. Todas ellas nos dan la posibilidad de subir archivos a nuestra nube personal y organizarlos como queramos. No obstante, desde RedesZone os recomendamos crear vuestra propia nube privada haciendo uso de un servidor NAS de marcas como QNAP, Synology o ASUSTOR, y sacarle el máximo partido usando sus propias aplicaciones de sincronización de archivos o carpetas, e incluso usando Nextcloud directamente para este mismo fin.