A la hora de enviar archivos entre dispositivos en una red tenemos varias opciones. Compartir datos, carpetas e información en general entre equipos es algo común y muy útil. Tenemos a nuestra disposición diferentes opciones. En este artículo vamos a hablar de qué métodos tenemos para enviar archivos dentro de nuestra red doméstica. Por ejemplo si queremos compartir algo de un ordenador a otro.
Puede que no te suenen todos, pero hay varios protocolos que están detrás de la transferencia de archivos. Por lo que hacen posible que podamos transferir los documentos que queramos entre nuestros dispositivos dentro de una red doméstica. Es por esto mismo por lo que vamos a hablar de las diferentes posibilidades que tenemos y también veremos en qué consisten.
Protocolos para transferir archivos
Tenemos a nuestra disposición una serie de protocolos para transferir archivos entre diferentes equipos. Podemos hacerlo tanto dentro de una misma red como acceder a servidores que se encuentren de forma remota. Para ello tenemos diferentes métodos que vamos a ir detallando. Cada uno de ellos puede ser interesante en un momento determinado.
Hay que tener claro que no todos los protocolos son iguales. Por lo que es importante tener en cuenta una serie de aspectos en el momento en el que busquemos un protocolo que cumpla con una serie de características. A modo de resumen, estos son los puntos que deberías tener en cuenta:
- Seguridad
- Velocidad
- Consumo de recursos
- Configuración
NFS
Uno de los métodos para enviar archivos dentro de un entorno de red en área local es el NFS. En español significa Sistema de archivos en red. Está implementado sobre los protocolos XDR y ONC RPC. Está incluido en la mayoría de distribuciones de Linux. Podemos decir que básicamente está dividido en dos partes: un servidor y al menos un cliente. Son los clientes los que acceden de forma remota a los archivos que hay alojados en el servidor.
Entre los puntos positivos podemos destacar la posibilidad de que muchos equipos accedan a un mismo servidor. El principal punto negativo es que la configuración no es sencilla y generalmente hay que utilizar la línea de comandos. Además de que es una de las opciones veloces que puedes usar. Y no solamente sirve para redes LAN.
Este cuenta con varias versiones, entre ellas está la NFSv2, que es la más utilizada y soportada por muchos Sistemas Operativos, por otro lado es la que presenta más errores. Más actuales tenemos las versiones NFSv3 que en este momento es la más eficiente. Y la NFSv4, que es la más segura de todas, pero necesita de ciertos ajustes y servicios añadidos. A mayores, esta añade el uso de listados de control de acceso y permisos para usuarios, y que este pueda acceder solo a determinados archivos.
Una de las grandes ventajas de NFS, es el acceso de múltiples dispositivos a los archivos de un servidor, y que podrán editar y actualizar archivos. Otro de sus beneficios, es que tiene compatibilidad con casi todos los sistemas operativos. En cambio necesita de mucha energía para poder leer el contenido, y su sistema de modificación de accesos es bastante complicado.
Hay que mencionar que a lo largo del tiempo este protocolo ha tenido muchas limitaciones. Estamos hablando de que lleva presente desde la década de los 80. Sin embargo en los últimos años muchas de estas limitaciones han desaparecido y han ido apareciendo diferentes mejoras.
FTP
FTP significa Protocolo de transferencia de archivos, si lo traducimos al español. En este caso estamos ante un protocolo muy popular para la transferencia de archivos entre sistemas conectados a una red TCP. Se basa en la arquitectura cliente-servidor. A través de un cliente podemos acceder al servidor para descargar archivos o enviarlos. Hay que tener en cuenta que este protocolo funciona independientemente del sistema operativo que estemos utilizando en cada caso. Nuestro propio router podría contar con un puerto USB y poder transferir archivos a un disco duro conectado mediante el protocolo FTP.
Este protocolo nos permitirá transferir archivos a través de la red local con solamente saber la dirección IP, puerto de control, y el usuario y contraseña para autenticarnos en el servidor y comenzar a transferir los datos. Un aspecto muy importante, es que FTP está diseñado para ser utilizado para transferir datos a través de Internet, no solamente es muy eficiente, sino que es muy fácil de configurar, incluso si estamos detrás de la NAT.
Si quieres acceder a un servidor FTP desde Internet, solamente tendrás que hacer lo siguiente:
- Comprobar que tienes una IP pública en tu hogar, no tienes que tener una conexión con CG-NAT.
- Abrir el puerto TCP de control en tu router hacia el servidor FTP.
- Abrir los puertos PASV del FTP, para poder atravesar la NAT correctamente y no tener problemas con ello.
Una vez hecho todo esto, ya podrás acceder al servidor FTP de manera remota a través de Internet. Este protocolo es ideal si queremos crear un servidor doméstico de una manera sencilla. Podemos hacer uso de numerosos clientes FTP para Windows y otros sistemas operativos, el cliente por excelencia es FileZilla, ya que está disponible tanto para sistemas operativos Windows, Linux y macOS.
Este protocolo tiene dos versiones «seguras», ya que el protocolo FTP envía la autenticación y los datos transmitidos en texto plano, por lo que de cara a la seguridad no es recomendable usarlo, excepto si usas las versiones «seguras». Hace años se lanzó el protocolo FTPS (implícito), pero requería cambiar el número del puerto del servidor FTP, además de tener problemas si estamos detrás de la NAT. Lo que está claro es que esta alternativa es una de las opciones más seguras, lo malo es que se necesita una serie de conocimientos mínimos para llevar a cabo por completo su configuración. Además de que es necesario instalar un servicio externo para comenzar a usar esta opción.
Actualmente se utiliza siempre el protocolo FTPES (explícito), este protocolo usa el mismo puerto que el servidor FTP, de hecho, podemos configurar el servidor para «obligar» a establecer siempre una conexión FTPES en lugar de una conexión FTP normal, con el objetivo de proporcionar confidencialidad a toda la comunicación (desde la autenticación hasta la transferencia de los archivos). La gran mayoría de clientes como FileZilla también soportan este protocolo, aunque debes saber que es recomendable que tu PC y servidor tenga un procesador con la funcionalidad AES-NI, para que la transferencia de los datos sea muy rápida y el proceso de cifrado/descifrado sea muy rápido.
En definitiva, si se pretende utilizar una alternativa más segura, hay que recurrir a otra opción. Y todo porque FTP no es el más seguro de todas las opciones que hay disponibles para la transmisión de datos. Por ejemplo, SFTP es cifrado, lo que quiere decir que los datos que se envían se mandan en un formato cifrado, por lo que ofrece una mayor seguridad en todo momento.
SSH/SFTP
SSH viene del inglés de Secure Shell. Básicamente se trata de un método para conectarnos a un equipo remoto. Va a través de comandos y nos permite conectarnos a un equipo aunque esté a cientos de kilómetros. Sin embargo el protocolo para transferir archivos es SFTP. Consiste en transferir archivos a través de una conexión cifrada SSH.
Por otro lado, de este protocolo en particular hay que destacar un aspecto: llega a funcionar de forma similar a una VPN. Es decir, no es tal cual, pero sí que tiene un funcionamiento parecido a la hora de iniciar sesión a distancia mediante una red privada virtual. Por lo que se usa para conectarse a PCs y servers consiguiendo una conexión de red cifrada. Es por esto mismo por lo que muchos recurren a esta alternativa a la hora de transmitir datos entre ordenadores en red. Y todo porque permite que se puedan acceder a muchos equipos en red de manera remota, desde servers, ordenadores, routers, entre otros.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que esta opción para transferir archivos está especialmente diseñada para equipos remotos. Es decir, no es un protocolo que utilizamos en nuestro día a día en el hogar. Más bien es para acceder a servidores que se encuentran en otro lugar y de forma segura. Podemos hacer uso de herramientas como FileZilla o WinSCP para transferir archivos por SFTP.
Además de lo anterior, no hay que confudir SSH con SFTP. Aunque el protocolo para transferir es SFTP, lo cierto es que el protocolo SSH puede ejecutar líneas de comandos o inicios de sesión. En cualquier caso, ambas opciones se usan para la transferencia de archivos, aunque este último lo cierto es que logra la comunicación entre diferentes dispositivos.
SMB
Es un método muy utilizado para que equipos con Windows se comuniquen dentro de una red local. A la hora de crear una carpeta en el sistema operativo de Microsoft y compartirla con otros usuarios se hace a través de SMB.
Eso sí, hay que mencionar que SMB no es un protocolo exclusivo para Windows. También es posible utilizarlo desde macOS o Linux. En estos sistemas recibe otro nombre, ya que Linux lo conocemos como Samba y en el caso de macOS sería SMBX.
Podemos utilizar el protocolo SMB para intercambiar archivos entre equipos conectados en una misma red y que además sean multiplataformas. Es muy utilizado también para compartir impresoras. No obstante, hay que tener en cuenta que este protocolo en particular tiene una desventaja, y es una característica que mencionamos al principio. Solamente sirve para redes LAN, es decir, para una red local. Lo bueno es que su configuración no es para nada complicada. Por cierto, el famoso exploit EternalBlue afectaba al protocolo SMS. Es justamente por los problemas de seguridad por lo que se ha vuelto un protocolo cada vez menos usado, incluso se recomienda en algunos casos deshabilitarlo y optar por otras alternativas.
DLNA
DLNA más que un protocolo de transferencia de archivos en realidad es un estándar de certificación. Está orientado para transferir a una Smart TV o videoconsola. Utiliza UPnP para transferir archivos y funciona tanto a través de redes Wi-Fi como Ethernet. Es por esto mismo por lo que se suele usar principalmente para transferir archivos multimedia en streaming desde un dispositivo hacia otros equipos como podría ser un PC, móvil o tablet.
Su objetivo es comunicar diferentes dispositivos de una forma sencilla, con la finalidad de compartir el contenido de forma directa. Puede ser mediante Wi-Fi o Ethernet. Lo mejor de los aparatos que podemos configurar con DLNA, es que la configuración es sencilla. Esta usa UPnP, por lo cual, los dispositivos conectados a una misma red, quedan conectados entre sí. El mayor inconveniente que nos podemos encontrar, es que la interfaz no será común entre ellos, pues esta depende de cada fabricante. Siempre que un dispositivo esté certificado con DLNA, se podrá conectar sin problema. Estos pueden ser desde discos duros, hasta cámaras de fotos o vídeo, incluso reproductores Blue-Ray.
El uso más común, es el acceso a contenido de todos los dispositivos conectados, pero entre ellos, el más utilizado es usar un disco duro de red (NAS) o un PC como base, que funcionen a modo de almacenamiento, y que se encarguen de facilitar los contenidos a los demás equipos. Una vez conectados, tendremos una red DLNA.
En definitiva estos son algunos de los protocolos para transferir archivos que podemos utilizar. Cada uno de ellos puede ser interesante en un momento determinado. Por ejemplo si queremos la máxima seguridad podríamos hacer uso de SFTP, para tener velocidad y simplicidad podemos optar por FTP, mientras que si queremos utilizarlo específicamente para equipos Linux lo mejor es NFS.
Enviar archivos a través de la nube
Hemos visto diferentes protocolos a través de los cuales podemos enviar archivos. La nube sin duda ofrece un amplio abanico de posibilidades a los usuarios. Podemos compartir todo tipo de contenido de una manera sencilla y rápida. Son muchos los servicios que tenemos a nuestra disposición. Muchos programas que nos permiten alojar archivos y datos de todo tipo y poder compartirlos con terceros desde cualquier dispositivo.
Si pensamos en cómo compartíamos archivos hace unos años, seguro que se nos viene a la cabeza tener que guardar carpetas en un DVD o CD, así como utilizar posteriormente dispositivos físicos como un pendrive. Sin embargo esto ha cambiado mucho en los últimos años gracias a los servicios que tenemos disponibles en Internet. Podemos mencionar que la nube permite disponer de muchas posibilidades en nuestro día a día. No solo sirve para enviar archivos a otros, sino también entre nuestros propios dispositivos. Es muy útil además para crear copias de seguridad que permitan salvar nuestros archivos de posibles problemas que puedan surgir y evitar así la pérdida de datos.
En definitiva, enviar archivos a través de la nube es una solución muy presente y que debemos tener en cuenta en nuestro día a día. Una alternativa segura, de buen rendimiento y donde además vamos a tener muchas opciones disponibles para utilizar. Hay muchos programas y servicios que de una forma u otra pueden ayudarnos.