Lo próxima que está la llegada del nuevo sistema operativo de Microsoft y Windows 8 y 8.1 comienzan a pasar factura a uno de los sistemas operativos más utilizados hasta el momento: Windows 7. El sistema operativo ve como su cuota de mercado se reduce paulatinamente, dejándose hasta el mes de junio poco más del 50%. Os recomendamos visitar nuestro tutorial sobre solucionar cruz roja en centro de redes de Windows 7.
Esto sería algo digno de celebrar para los de Redmond si en realidad toca esta cuota perdida se dirigiese a productos de la compañía. El problema es que de este 50% perdido cerca de un 40% se dirige a los sistemas operativos Linux y Mac OS X por lo que el resultado final no es para nada destacable ni beneficioso para Microsoft. Para que entendamos un poco más la situación, el sistema operativo de escritorio de Apple ha alcanzado ya el 18% de cuota de mercado.
Siempre se ha sabido que los de Redmond han buscado la forma de agrupar la cuota de mercado de todos sus sistemas operativos en uno solo, es decir, en el software más actual. El descalabro de Windows Vista y el posterior de 8 no ayudó a este aspecto y hoy en día existen usuarios repartidos entre Windows XP, Windows 7 y Windows 8.1, hasta el momento el más actual y que mejora con notoriedad el rendimiento de su predecesor.
Windows 7 seguirá siendo uno de los más utilizados en comparación a Windows 8 y 10
Los expertos del sector siempre han criticado la cantidad de nuevos sistemas operativos cada tan poco tiempo, algo que contrasta y mucho con la idea de Apple que al menos una vez al año publica una nueva versión pero manteniendo la base, algo que podríamos comparar con un service pack de los productos de la compañía estadounidense.
Microsoft confirmó hace algunos meses que Windows 10 sería el sistema operativo definitivo y que poseen la idea de trabajar sobre este y mejorarlo paulatinamente pero sin la necesidad de publicar un nuevo sistema operativo, copiando entre comillas idea de Mac OS X o incluso de las distribuciones Linux.
Los expertos del sector creen que por motivos de compatibilidad con aplicaciones muchos usuarios optarán por mantener su viejo Windows 7 y asegurar el funcionamiento de estas, algo parecido a lo que ya sucedió con XP.