El Raspberry Pi es el mini-ordenador de mayor éxito en todo el mundo. Gracias a él, por menos de 50 euros, cualquiera puede tener en su propia casa un pequeño servidor totalmente funcional con prácticamente infinitas posibilidades. Para poner en funcionamiento el Raspberry Pi, especialmente la versión 3, tan solo hace falta instalar el sistema operativo en la Micro-SD, introducirla y conectarlo a la red, sin embargo, la mayoría de la gente suele cometer una serie de errores que hacen que el mini-ordenador no funcione del todo bien y no podamos sacar el máximo rendimiento del mismo.
En este artículo vamos a intentar analizar los principales errores que se suelen cometer a la hora de intentar poner en funcionamiento un Raspberry Pi y cómo podemos evitarlos para hacer que este mini-ordenador pueda funcionar a máximo rendimiento.
El sistema operativo del Raspberry Pi, un punto muy importante que muchos no tienen en cuenta
Uno de los elementos más importantes a la hora de configurar nuestro mini-ordenador es elegir el sistema operativo que mejor se adapte a nuestras necesidades y al uso que vayamos a dar al mini-ordenador. Si vamos a utilizarlo como un dispositivo para todo, el sistema operativo Raspbian, sobre todo su última versión Jessie con el escritorio Pixel, será el que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Sin embargo, si vamos a convertir nuestro mini-ordenador, por ejemplo, en una retro-consola, debemos elegir otro sistema operativo, RetroPie, igual que si vamos a utilizarlo como una SmartTV (RaspAnd) o si vamos a utilizarlo como servidor multimedia con Kodi (OpenELEC).
Como el sistema operativo se guarda en la micro-sd, podemos tener varias tarjetas, cada una con un sistema operativo diferente, y cambiarlas fácilmente para darle la funcionalidad que deseemos en cada momento.
La tarjeta Micro-SD, uno de los elementos que más influye en el rendimiento del Raspberry Pi
Una vez tengamos claro el sistema operativo que vamos a utilizar, el siguiente paso es copiarlo a la tarjeta Micro-SD. Muchos usuarios aprovechan cualquier tarjeta de memoria que tengan por casa, una vieja, por ejemplo, para hacer funcionar al Raspberry Pi, sin embargo, este es uno de los elementos que más incluyen en el rendimiento del mini-ordenador.
Si utilizamos una tarjeta de memoria vieja y de baja calidad el rendimiento dejará mucho que desear, mientras que, si la tarjeta es de alta calidad, aunque no nos vayamos al sector profesional, el rendimiento mejorará notablemente. Una de las mejores tarjetas que podemos elegir son las Samsung EVO, tarjetas que por 12 euros podemos tener 32 GB para sacar el máximo provecho a nuestro dispositivo.
*Incluimos la Samsung EVO Plus, que es superior incluso a la EVO anterior, al estar al mismo precio en estos momentos (12 euros 32 GB).
Utilizar componentes y cables de baja calidad
Una vez llegados a este punto, algunos usuarios piensan que el resto de los componentes que utilicemos no influye en el funcionamiento del mini-ordenador, y están equivocados.
Para sacar el máximo provecho es recomendable utilizar cables HDMI de calidad, un cable de red decente (aunque la tarjeta sea Fast Ethernet) y, si nuestro modelo no tiene Wi-Fi y lo conectamos mediante esta tecnología, una tarjeta de red USB aceptable que nos ofrezca buena velocidad y cobertura.
Además, el adaptador de corriente es un elemento también muy importante. Aunque probablemente podamos hacerlo funcionar con 1 amperios, e incluso menos, es recomendable tener a mano un transformador de 5 voltios y 2.5 amperios para asegurarnos de que no tendremos problemas incluso cuando estemos sacando el máximo provecho de él.
Por último, aunque es obvio, las posibilidades de montaje de este mini-ordenador son infinitas y su límite es la imaginación (hemos visto hasta cómo lo utilizan para preparar té). Por ello, si vamos a realizar montajes con este mini-ordenador debemos asegurarnos de respetar la placa (no pegándola, por ejemplo, con pegamento o silicona) y, además, si utilizamos los GPIO, no debemos soldarlos directamente a la placa, sino que debemos utilizar adaptadores para no dañar el mini-ordenador.
¿Tienes un Raspberry Pi? ¿Sueles tener en cuenta estos consejos?