Hay determinados aparatos que usamos cada día en casa y que pueden suponer un gasto importante en la electricidad. Hay ejemplos claros, como puede ser el frigorífico o el horno, pero también otros que pueden pasar más desapercibidos. En este artículo nos vamos a centrar en el caso de la televisión. No vamos a hablar del consumo de tenerla encendida, ya que eso puede depender del modelo y del tiempo de uso, sino más bien de otros factores a tener en cuenta.
La idea es que puedas ahorrar energía cuando utilices la televisión. O, incluso, cuando no la estás usando. Vas a ver que, solo con cambiar algunos ajustes o realizar pequeños cambios, puedes ahorrar en la factura de la luz. Lo normal es que haya, al menos, una televisión en cada casa, por lo que prácticamente todo el mundo puede llegar a ahorrar.
Evita gastos extras con tu TV
Podemos decir que la televisión puede tener gastos adicionales, más allá del tiempo que la tengas encendida para ver películas, noticias o cualquier programa. Puede que pase desapercibido, pero hay varios motivos por los que podrías estar gastando más electricidad de la necesaria por culpa de tu TV.
Un ejemplo claro es cuando conectas dispositivos adicionales. Es un error tener conectados altavoces, videoconsola, algún disco duro o reproductor de vídeo, cuando realmente no lo necesitamos. Todo esto va a hacer que el consumo de electricidad aumente. A fin de cuentas, son aparatos conectados a la TV y, al mismo tiempo, a la electricidad.
Por tanto, ¿qué puedes hacer para ahorrar? Simplemente desconectar todo lo que no necesites. Si no vas a usar la videoconsola, apágala. Si no vas a reproducir ningún DVD, apágalo. Solo con esto, vas a evitar ese gasto innecesario que, incluso, puede estar presente cuando tienes la televisión apagada.
Pero también hay que añadir el caso del Stand By. Sí, la televisión va a consumir algo de electricidad debido a ese LED rojo que siempre permanece encendido. Es lo que se conoce como consumo fantasma. Aunque sea poco, el hecho de estar siempre encendido va a suponer un gasto adicional. Nuestro consejo es que apagues la TV por completo.
Acaba con el consumo fantasma
Podemos decir que el consumo fantasma es algo que está muy presente y que puede suponer un gasto innecesario. Se calcula que puede rondar el 10% del total de la factura. Algunos ejemplos son los que hemos mencionado, como los aparatos que rodean a la televisión o la propia TV en Stand By. Pero hay muchos más ejemplos.
Básicamente, cualquier cosa que tengas conectada a la corriente va a estar consumiendo energía. Hablamos de cargadores, electrodomésticos en reposo, lámparas que no sueles utilizar, etc. Todo, en mayor o menor medida, va a suponer un consumo añadido y va a hacer que la factura aumente.
En definitiva, como ves puedes ahorrar energía simplemente con controlar mejor la televisión. No cometas el error de dejar cosas enchufadas si realmente no las necesitas. Tampoco deberías dejar la propia TV en Stand By, ya que algo de energía siempre va a consumir. Si tienes Internet en toda la casa, incluso podrías aprovechar la domótica para consumir menos.