Si quieres ahorrar en la factura de la luz en casa, puedes tener en cuenta muchas recomendaciones diferentes. En esta ocasión, vamos a hablarte de las paredes y de cómo pueden ayudarte a pagar menos en la factura de energía cada mes. Vas a ver que, incluso con cambios sencillos, puedes optimizar más tu vivienda y evitar encender más las luces o poner la calefacción durante más tiempo.
Es algo que suele pasar desapercibido, pero lo cierto es que las paredes de una vivienda son importantes para gastar más o menos energía. Van a entrar en juego factores como el tipo de material, la decoración o incluso el color. Vamos a explicarte lo más importante, para que puedas ponerlo en práctica siempre que sea posible.
Las paredes ayudan a ahorrar energía
Lógicamente, ahorrarás más o menos en función de cómo sea tu vivienda y otras circunstancias. Por ejemplo, no es lo mismo una casa en una zona muy fría en invierno, que otra en la que hace una temperatura suave durante todo el año. También dependerá de la luz que entre de fuera.
Tipo de pintura
Sí, el tipo de pintura puede ser clave para que gastes más o menos luz en casa. Lo ideal es que tus paredes sean claras o tengan pintura reflectante. Esto hará que aumente el reflejo de la luz natural y haya más claridad. Vas a reducir el uso de bombillas y podrás ahorrar algo de dinero al prescindir de ellas durante más tiempo.
Un error para ahorrar energía es tener las paredes con pinturas oscuras. Eso hará que refleje menos luz y tengas que encender más las bombillas. Sin duda, cuanto menos enciendas las bombillas, mejor para ahorrar en la factura.
Materiales reflectantes
Otro punto a tener en cuenta es que las paredes tengan materiales reflectantes. Más allá del color, puedes usar adornos que ayuden a ahorrar en la factura de la luz. Un ejemplo claro es el uso de espejos y otras superficies reflectantes que permitan que la luminosidad aumente y tengas que encender menos las bombillas.
Especialmente, puedes poner estos materiales de forma estratégica. Por ejemplo, podrías aprovechar la entrada de luz natural por una ventana. Eso hará que toda la habitación esté más iluminada y no tengas que encender una bombilla, al menos durante parte del día, para tener más luminosidad en esa estancia.
Paredes con buen aislamiento
Esto es importante. Tanto en invierno como en verano, es imprescindible tener un buen aislamiento térmico y evitar así tener que encender por más tiempo la calefacción o el aire acondicionado. Por tanto, si las paredes de tu vivienda tienen un buen aislamiento térmico, vas a poder ahorrar energía.
Por ejemplo, podrías poner material reflectante cerca de los radiadores para que ese calor no sea tan absorbido por las paredes y se reparta mejor por toda la habitación. También puedes distribuir de forma correcta los muebles, adornos y cualquier cosa que pueda ayudar a optimizar ese aislamiento térmico. Si usas la domótica, comprueba a qué canal estás conectado y aprovecha el termostato inteligente para ahorrar más.
Como ves, las paredes juegan también un papel importante para ahorrar energía en tu vivienda. Puedes utilizar colores claros, para reflejar mejor la luz, así como materiales reflectantes. Incluso tener paredes con buen aislamiento térmico va a ser clave para el objetivo de gastar menos.