Utilizar una VPN y que la conexión se corte o vaya mal, es algo bastante frecuente. Puede ocurrir por diferentes motivos y muchas veces está en nuestra mano conseguir que funcione mejor. Por ello, en este artículo te vamos a explicar qué debes hacer si notas que la conexión no va bien o tienes cortes continuos. Verás que algunos pequeños cambios pueden hacer que funcione mucho mejor y evitar los molestos problemas habituales.
Tener una VPN puede ser necesario en determinadas situaciones. Por ejemplo, es útil para conectarnos a redes Wi-Fi públicas y evitar problemas de seguridad. También lo es cuando viajamos a un país en el cual hay restricciones geográficas para usar ciertos programas o servicios de Internet.
Qué hacer si la VPN se corta
El hecho de que la VPN deje de funcionar puede incluso suponer un problema de seguridad. Podríamos dejar expuesta la conexión en una red pública, por lo que conviene evitar que ocurra. También podríamos tener dificultades para acceder a alguna plataforma que estuviera restringida.
Detectar programas que interfieren
Lo primero que debes observar es si hay algún programa que pueda estar interfiriendo. Esto ocurre, principalmente, con antivirus y cortafuegos. Podrían detectar la VPN como una amenaza y provocar que no funcione o que lo haga de forma muy limitada. Esto puede afectar a la velocidad y a la usabilidad. Lo que debes hacer es utilizar programas de seguridad de garantías. Utiliza un buen programa, que no tenga problemas de este tipo. Hay aplicaciones que pueden afectar al rendimiento del sistema o perjudicar a otros servicios, como es el caso de la VPN.
Generalmente todos los programas de VPN lo que hacen es crear un nuevo adaptador de red en la sección de centro de redes, este adaptador es virtual y es totalmente necesario para el buen funcionamiento del servicio. Nunca debes deshabilitarlo o eliminarlo, porque si lo haces, no te funcionará el servicio y te dará un error inesperado a la hora de conectarte. Tampoco deberías forzar una configuración con dirección IP privada o pública, es totalmente necesario que este adaptador de red no lo toques en absoluto, de lo contrario, la VPN no te conectará y tendrás muchos problemas.
Mejorar la cobertura
Otro motivo por el cual se puede cortar la conexión VPN o ir muy mal, es por tener una mala cobertura. Puede pasar al utilizar una conexión Wi-Fi que no llega bien a donde tenemos el ordenador o el móvil. Eso va a provocar que no funcione correctamente y tengamos problemas para navegar. Puedes probar a mejorar la cobertura. Por ejemplo, podrías conectarte a la banda de los 2,4 GHz en vez de a la de los 5 GHz, ya que es menos sensible a la distancia. También podrías utilizar algún repetidor, sistema Mesh o dispositivos PLC para llevar la señal a otros lugares y tener mejor Internet.
Protocolos de VPN como IPsec o OpenVPN son bastante sensibles a una mala conexión inalámbrica, sin embargo, si utilizas protocolos como WireGuard funcionará mucho mejor. Gracias al diseño de la VPN de Wireguard, vamos a poder tener a nuestra disposición la más rápida y una de las más seguras, además, soporta «roaming», es decir, cambio en la conexión a Internet y hará el cambio de forma totalmente transparente. Simplemente lo que tenemos que hacer es activar el servicio de VPN con el servidor que hayamos configurado, y automáticamente empezará a enviar datos a través del túnel, sin necesidad de que tengamos que hacer absolutamente nada. En el caso de apagar el WiFi y conectarnos a otra red, la propia aplicación se encargará de hacer el cambio sin que nosotros lo notemos.
Elige otro servidor
Las VPN, normalmente, cuentan con múltiples servidores. Utilizar uno u otro puede ser un factor determinante para que funcione correctamente. Si ves que no va bien, que se corta o tiene mala velocidad, prueba a conectarte a otro servidor. Eso te permitirá ver si mejora la conexión y tienes menos problemas. Ten en cuenta que los servidores pueden estar alojados en numerosos países. Elegir cuál utilizar va a ser fundamental. Tal vez te interese conectarte a un servidor de un país que tienes cerca, para que funcione mejor.
También debes tener en cuenta que estos servicios disponen de VPN doble, de tal forma que, nosotros nos conectamos a un servidor VPN, este servidor se conecta a su vez a otro, y finalmente salimos a Internet por el segundo servidor, haciendo un total de dos saltos. Aunque esto añade una capa de anonimización bastante interesante, es posible que tengas problemas de conectividad ya que la latencia aumentará bastante.
Comprueba que está todo actualizado
Por supuesto, otro punto clave es tener todo actualizado. Revisa que tienes la última versión de la VPN, así como del sistema que estás usando. Si utilizas dispositivos o programas obsoletos, eso puede dar lugar a conflictos y que la conexión no funcione bien. Revisar esto es otro punto clave. Además, al tener todo actualizado puedes evitar problemas de seguridad. En muchos casos, aparecen vulnerabilidades que debes evitar. Eso ayudará a proteger la información que compartes por Internet. Si utilizas servicios de VPN como Surfshark, NordVPN y muchos otros, siempre debes mantener la aplicación actualizada a la última versión, con el objetivo de evitar problemas de compatibilidad con las nuevas funcionalidades que incorporan.
Con las actualizaciones del software también suelen incorporar mejoras en la seguridad del servicio de VPN, o del propio protocolo. Por ejemplo, OpenVPN con cada nueva actualización no solamente hace corrección de fallos, sino nuevas características que son muy importantes para mejorar la seguridad, privacidad e incluso la velocidad de descarga y subida cuando estamos usando el túnel OpenVPN contra un servidor. De esta forma, tener la última versión disponible es crítico para poder disfrutar de las últimas mejoras del protocolo que estemos usando.
Como ves, puedes realizar algunos ajustes o cambios si notas que la VPN no funciona bien. Lo que buscamos es que la velocidad sea óptima, que no aparezcan cortes y poder navegar correctamente por la red.