Si cambias de compañía de Internet en casa, lo más común es que te entreguen un nuevo router. Esto va a obligarte a realizar algunos cambios, configuraciones y ponerlo a punto para empezar a navegar por la red. A veces incluso puede que no tenga la potencia que te gustaría y tengas que realizar ciertos ajustes. En este artículo te vamos a hablar de qué debes hacer si has cambiado de compañía de Internet y tienes un nuevo router. Vamos a mostrar algunos cambios básicos que debes hacer.
El router que nos instala la compañía, en la gran mayoría de casos, es obligatorio utilizarlo porque el operador no suele proporcionar los datos necesarios para instalar nuestro propio router. Si los operadores nos dieran la opción de tener nuestro propio router, bastaría con modificar la configuración de la WAN de Internet y sustituir el router, sin necesidad de hacer absolutamente nada más. No obstante, esto no es siempre posible ahora mismo, por lo que deberías realizar ciertos ajustes en ese router nuevo que acaba de instalarle el operador.
Ajustes en el router al cambiar de compañía
Seguramente te entreguen tu nuevo router configurado con un nombre de red y contraseñas de fábrica. Tal vez incluso esté desactualizado o no tenga los ajustes adecuados de seguridad. Todo eso deberías revisarlo desde el principio y evitar problemas que puedan afectar al funcionamiento, pero también a tu propia seguridad.
Comprobar que esté actualizado
Lo primero es verificar que esté actualizado. Esto va a depender del modelo de router que tengas. En algunos casos se actualizará solo. En otros, en cambio, vas a tener que hacerlo de forma manual. Tal vez tengas que entrar en la configuración del router o descargar algún archivo desde la página web del fabricante. Sea cual sea tu caso, es esencial tener el firmware actualizado a la última versión. De esta forma, podrás evitar ciertas vulnerabilidades que afecten al uso y a la calidad de la conexión.
En la mayoría de los casos, cuando se instala el router en la red del operador, se descargará un nuevo firmware de forma automática, se instalará y se reiniciará solo. Por este motivo, el primer inicio es posible que tarde más de lo normal, porque está haciendo todo este proceso internamente. Mientras se realiza este proceso, lo más normal es que no tengamos conexión a Internet, o bien, tengamos corte en la conexión mientras se reinicia el router, debes tener paciencia.
Cambiar los valores de fábrica
También deberías cambiar los valores que vienen predeterminados, nunca deberíamos dejar las opciones de configuración por defecto por cuestiones de seguridad. Por ejemplo, puedes cambiar el nombre de red WiFi (SSID) para poner uno personalizado, pero lo realmente importante es cambiar la contraseña de la red inalámbrica WiFi para no tener problemas. Eso es lo que va a ayudarte a mejorar tu seguridad y evitar problemas. En muchos casos, viene una clave sencilla de averiguar porque está generada con un algoritmo, de todas formas, el algoritmo de los últimos routers no suelen ser conocidos.
No solo deberías cambiar la contraseña del Wi-Fi, sino también la de acceso a la configuración del router, es decir, la contraseña de administración para que nadie pueda acceder a él. Puedes poner una que sea compleja, que cuente con letras (tanto mayúsculas como minúsculas), números y otros símbolos especiales. Evita poner cosas sencillas, como puede ser tu nombre o fecha de nacimiento.
Ajustar la seguridad
Por otra parte, para potenciar la seguridad no solo consiste en cambiar la contraseña. Hay un punto muy importante y es usar un cifrado correcto. Evita utilizar cifrados que puedan ser antiguos y estar obsoletos. Eso podría dar lugar a que un hipotético intruso logre romper la clave de acceso.
Lo ideal es que utilices el cifrado WPA-3, que es el más reciente. No obstante, también puedes usar el WPA-2, que es casi tan seguro, con el que evitarás problemas de compatibilidad con muchos dispositivos. Actualmente hay muchos clientes inalámbricos que no soportan WPA3, por lo que es obligatorio que utilices WPA2 para que se puedan conectar y no tener problemas.
Es importante que no utilices cifrados que puedan ser obsoletos, como es el caso del WEP o WPA. En ese caso, un atacante podría utilizar herramientas para explotar la contraseña y poner en riesgo tu seguridad. Podría obtener acceso a tu dispositivo y a la red doméstica.
Probar los servidores DNS
Lo normal es que el router esté configurado con los servidores DNS de la compañía que has contratado. Puede que la conexión vaya bien, pero no siempre ocurre. A veces conviene cambiar los servidores DNS y utilizar otros, independientemente de qué compañía tengas contratada. Esto puede hacer que al abrir una web cargue algo más rápido. ¿Qué DNS puedes probar? Hay muchas opciones. Algunos de los más comunes son los de Google o Cloudflare. Es cuestión de ver cuáles funcionan mejor en tu caso, si realmente necesitas cambiarlos. Cambiar los DNS del router es sencillo.
Nuestra recomendación es que utilices los servidores DNS de Google o bien los de Cloudflare, de esta forma, podrás tener acceso a dominios que los operadores bloquean, e incluso podrás encontrarte con un mejor rendimiento respecto a los «oficiales».
Ver si necesitas mejorar el Wi-Fi
En este caso no se trata de un cambio que debas hacer en el propio router, sino en la red. Es posible que notes que la señal no llega bien donde debería. Tal vez la cobertura llegue muy débil a una habitación donde vas a conectarte o no puedas acceder a Internet desde un dispositivo determinado. Lo que puedes hacer es contar con algún aparato que te ayude a mejorar la red inalámbrica. Hay muchas opciones. Por ejemplo, puedes instalar un repetidor Wi-Fi. También puedes contar con un sistema Wi-Fi Mesh o dispositivos PLC. De esta forma, podrás llevar la conexión a otros lugares de la vivienda.
Nuestra recomendación es que instales una red WiFi Mesh, ya sea con dos o tres nodos para no tener ningún problema de cobertura en casa. En cuanto a los fabricantes más recomendables, son los ASUS, AVM FRITZ!Mesh, D-Link y también NETGEAR. Mira aspectos como si son o no doble banda, la velocidad máxima que soportan o la cantidad de puertos Ethernet (y que sean Gigabit) que tienen para conectar aparatos también por cable.
En todas las nuevas viviendas en España a partir del año 2011, todas las habitaciones, salón y cocina están cableadas con cable de red Ethernet Cat 6, y en el PAU de la entrada de la casa es donde tenemos todos los cables que van hacia las diferentes estancias de nuestro hogar. Gracias a este cableado, podríamos poner un sistema WiFi Mesh y conectar los nodos vía cable de red, es decir, la red troncal funcionará directamente a través de la red por cable, en lugar de usar la conectividad WiFi, lo que nos permitirá conseguir altas velocidades de Internet. Además, en este escenario donde podemos interconectar los nodos por cable, no se hace necesario comprar un sistema WiFi Mesh triple banda simultánea que son mucho más caros, con comprar un buen equipo doble banda simultánea será más que suficiente.
Como ves, si has cambiado de compañía de Internet recientemente y te han dado un nuevo router, es posible que tengas que hacer algunos ajustes. Es esencial mantener la seguridad, pero también lograr un buen funcionamiento para no tener problemas de ningún tipo.