¿Quieres mejorar la cobertura del Wi-Fi en casa? No necesariamente vas a tener que comprar un nuevo dispositivo. Te vamos a contar qué aparatos que tienes en casa puedes usar para mejorar la conexión de Internet. Vas a ver que hay varias alternativas y pueden ser muy útiles para tener mejor velocidad, estabilidad y evitar los molestos cortes. Con esto, podrás conectar el ordenador, móvil o cualquier otro dispositivo sin problemas.
El objetivo es poder aprovechar aparatos antiguos que tengas en casa sin usar, ya que puedes darle una segunda vida y lograr que la conexión inalámbrica funcione mejor. Con esto evitarás fallos a la hora de ver contenido en Streaming en alta calidad, descargar archivos o utilizar la nube para subir contenido. No siempre es posible contar con una buena velocidad de Internet, pero hay opciones para mejorarla.
Aparatos antiguos para mejorar el Wi-Fi
Siempre vas a poder comprar repetidores inalámbricos, sistemas Mesh o PLC. Pero puedes montar un repetidor doméstico con un router antiguo e incluso también con un ordenador o móvil que no utilices. Con estos tres aparatos puedes conseguir que la conexión inalámbrica funcione mejor. Conoce la Wi-Fi Pineapple.
Router antiguo
La primera opción que tienes disponible es la de utilizar un router antiguo. Puede que hayas cambiado de operadora y tengas uno de sobra o hayas decidido comprar otro más potente. El router viejo puede servir como repetidor. Te va a permitir tener conexión en zonas de la vivienda donde llegue débil la señal.
Eso sí, es necesario que ese router sea compatible y que lo configures bien. Además, sería interesante que fuera doble banda, tuviera una buena velocidad máxima y también compatible con Gigabit Ethernet para que puedas aprovecharlo al máximo y lograr tener una mejor conexión. Si lo conectas por cable de red al otro router, mejor. Necesitarías tener un cable CAT 5e, al menos, para alcanzar hasta 1 Gbps de velocidad. Descubre las mejores tarjetas de red Ethernet para tu PC.
Tener un router secundario es un perfecto punto de acceso. Vas a poder ubicarlo en una zona donde necesites tener mejor conexión y que actúe como un repetidor más. Eso sí, como siempre decimos es importante mantenerlo en buen estado y protegido. Es esencial que tenga una buena contraseña y que tenga el firmware actualizado para evitar posibles intrusos que puedan afectar a la calidad de la conexión.
La configuración que debes realizar puede parecer algo compleja, pero os vamos a explicar cómo debes configurarlo para que no tengas ninguna duda. El router principal suele tener la dirección IP 192.168.1.1 con el servidor DHCP activado desde la dirección 192.168.1.2 hasta la 192.168.1.254. Es fundamental que modifiques el rango de DHCP para que tengamos una dirección IP «libre», que será la que use el router secundario. Por ejemplo, puedes configurar el servidor DHCP desde la dirección IP 192.168.1.3 hasta la 192.168.1.254.
En el router secundario, tendrás que modificar la dirección IP de la LAN a la 192.168.1.2, de esta forma, el router será localizable a través de la red local doméstica con esta dirección IP. Una vez que hayas hecho esto, es fundamental que desactives el servidor DHCP de este router secundario, no podemos tener dos servidores DHCP funcionando en la misma red, porque el funcionamiento de cara a los clientes podría ser errático, así que lo mejor es desactivarlo.
Una vez que hayas configurado bien ambos routers, basta con conectar un cable de red Ethernet desde la LAN del router principal hasta la LAN del router secundario. Este router secundario nos permitirá acceder a la red local e Internet a través de su conexión cableada, y también podemos hacer lo mismo a través de su red inalámbrica WiFi. Aunque tu router secundario tenga el modo «repetidor WiFi», nuestra recomendación es que los interconectes siempre por cable, ya que te proporcionará el mejor rendimiento posible.
En cuanto a la configuración del WiFi en este router secundario, nuestra recomendación es que pongas el mismo SSID, tipo de cifrado y contraseña, aunque el canal de emisión os recomendamos que sea diferente. De esta forma, cuando te muevas por casa de un sitio a otro tendrás una especie de «roaming» WiFi, aunque lógicamente tendrás un corte pequeño en la conexión WiFi.
Ordenador viejo
También podrías usar un ordenador antiguo como repetidor Wi-Fi. No es tan práctico como la opción anterior, pero puede ser interesante en algunos casos. Si tienes un PC sin usar, ya sea de sobremesa o un portátil, lo puedes configurar para que actúe como repetidor y pueda compartir la red con otros aparatos. Es una manera de darle uso a un aparato que tengas sin utilizar, pero que funcione correctamente y sirva para mejorar la red inalámbrica.
Para que realmente sea útil, lo interesante es que tenga una buena tarjeta de red. Si tiene una tarjeta interna, integrada en la placa base, es posible que no funcione bien y tengas que comprar otra externa, que conectes por USB. De esta forma, va a poder recibir mejor la señal y repartirla a otros aparatos. Ahora bien, si lo conectas por cable de red, en caso de que tengas hecha instalación en casa, va a tener mejor velocidad y evitarás problemas.
Si no quieres tener un ordenador grande, tradicional, siempre puedes utilizar un Mini PC. Los hay realmente económicos, de bajo consumo y con características interesantes. Los vas a poder configurar para que actúen como un repetidor y mejorar la conexión en casa. Eso sí, es importante que mires bien las características relacionadas con redes, para que sea doble banda, tenga puertos Gigabit Ethernet y, en definitiva, pueda ofrecer una buena cobertura y velocidad. Hoy en día los modelos como el Beelink Mini S12 Pro son una solución muy interesante, este equipo dispone de un potente procesador Intel N100, 16GB de RAM y 500GB de almacenamiento SSD NVMe, además, respecto a la conectividad es realmente completo porque dispone del estándar Wi-Fi 6 con doble banda seleccionable y un puerto Gigabit Ethernet para la LAN, gracias a esto, podremos montar un repetidor WiFi a la vez que lo podemos usar para trabajar, y todo ello con un consumo realmente bajo.
Si necesitas una alternativa algo mejor, entonces puedes optar por el Beelink SER5, un modelo con un potente procesador AMD Ryzen 5 5500U, 16GB de memoria RAM y 500GB de SSD NVMe. Este modelo dispone de una conectividad muy completa, ya que tiene Wi-Fi 6 con dos antenas internas, por lo que es capaz de proporcionar hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y hasta 2.400Mbps en la banda de 5GHz si usamos los 160MHz de ancho de canal. Este equipo también incorpora un puerto Gigabit Ethernet para la LAN, perfecto para conectarlo por cable. Este modelo es bastante más potente que el anterior, y también tiene un consumo algo superior.
Vas a poder utilizar un ordenador con Windows o con cualquier otro sistema operativo. Cuentan con opciones integradas para compartir conexión, pero también verás aplicaciones específicas con las que puedes encontrar ciertas opciones adicionales o mayor facilidad para cambiar la contraseña, poner un nombre determinado, etc.
Móvil sin usar
Sí, también puedes utilizar un teléfono como repetidor Wi-Fi. Puedes compartir la señal con otros aparatos que tengan menos potencia, como puede ser una televisión o cualquier dispositivo de domótica. Esto es algo que puedes hacer tanto con un móvil con iOS, como uno que tenga instalado Android. Además, un móvil también lo puedes conectar por cable Ethernet siempre y cuando tengas un adaptador USB a Ethernet. Vas a poder aprovechar mejor la conexión, ya que tendrás menos problemas. Podrás alcanzar una buena estabilidad y que otros aparatos se conecten a Internet correctamente.
Otro factor a destacar en relación a usar el móvil como repetidor, es que vas a poder ponerle una tarjeta SIM. Esto significa que podrás ponerlo en cualquier sitio, ya que no necesariamente dependerá del router. Si lo tienes que poner en una habitación donde no hay señal o incluso en una vivienda donde no haya fibra óptica o ADSL, podrás poner una SIM en un móvil y compartir datos. Esto es útil, especialmente, para los dispositivos de domótica que simplemente necesitan tener acceso a Internet, pero no requieren de una gran velocidad o volumen de datos.
Pero también podrías utilizar una tablet, ya que el funcionamiento va a ser similar a un teléfono móvil. Si tiene una tablet sin usar en casa, la puedes utilizar como repetidor Wi-Fi y lograr así mejorar la conexión inalámbrica del hogar. La puedes poner en la zona donde necesites tener red. Eso sí, generalmente una tablet suele tener peor adaptador Wi-Fi que un móvil. Esto debes tenerlo en cuenta, ya que es posible que tengas un modelo antiguo y realmente no te sirva de mucho. Además, también es habitual que las tablets no admitan tarjeta SIM.
Conclusiones
Como has podido ver, tienes la posibilidad de utilizar estos tres dispositivos que tienes en casa para convertirlos en repetidores Wi-Fi. Son útiles para mejorar la señal inalámbrica en casa y podrás tener mayor velocidad cuando conectes otros aparatos, especialmente aquellos que estén más limitados. Puedes utilizar un router, ordenador o usar un mini PC de bajo consumo, y finalmente, un smartphone que no utilices y tengas olvidados.
En el caso de que no tengas ninguno de estos dispositivos, o simplemente no quieras utilizarlos, entonces puedes optar por comprar un repetidor WiFi de gran calidad y velocidad como es el AVM FRITZ!Repeater 1200 AX, un modelo doble banda simultánea Wi-Fi 6 y de clase AX3000. Podremos obtener una velocidad de hasta 574Mbps en la banda de 2.4GHz y una velocidad de hasta 2.400Mbps en la banda de 5GHz, perfecto para conseguir la máxima velocidad posible. Además, este modelo cuenta con un puerto Gigabit Ethernet para la LAN, por lo que podremos conectar un equipo vía cable sin problemas. Un aspecto importante, es que si tienes un router FRITZ!Box, podrías formar una completa red WiFi mallada de alto rendimiento con roaming WiFi y band-steering.