El bloatware está mucho más presente de lo que podemos imaginar en nuestros dispositivos móviles y ordenadores. Esto también afecta a Windows, como veremos. ¿Es realmente un problema? Lo cierto es que sí que podría llegar a afectar al rendimiento. Vamos a explicar en qué consiste, de qué manera puede llegar a afectar al funcionamiento de Windows y qué hacer para eliminarlo del sistema.
En qué consiste el bloatware
Pero, ¿qué es eso del bloatware? Cuando vemos cualquier término que finaliza en “ware” se nos viene a la cabeza algo peligroso. Por ejemplo podemos ver malware, ransomware, spyware… Este caso es diferente, ya que no es realmente una amenaza de seguridad aunque sí podría afectarnos en determinadas circunstancias.
Bloatware es cualquier programa que viene integrado en el dispositivo. Por ejemplo si compramos un móvil y ya vienen preinstaladas ciertas aplicaciones o en el caso de un ordenador con Windows. Son programas que pueden o no ser útiles. Algunos realmente sirven para el funcionamiento del equipo, para poder aprovechar ciertas características, pero otros en cambio no aportan nada y están consumiendo recursos.
Normalmente el bloatware está instalado en los equipos por acuerdos de los fabricantes. Por ejemplo al comprar un ordenador, puede que esa marca tenga un acuerdo con ciertos desarrolladores de software para preinstalarlos en ese equipo. Programas para escuchar música, navegar, editar fotos… Por nombrar algunos ejemplos, pero los hay de muchos tipos.
Cómo afecta al rendimiento de Windows
Ahora bien, ¿hasta qué punto puede afectar el bloatware al rendimiento de nuestro equipo con Windows? Esto dependerá de varios factores, como puede ser la capacidad de ese ordenador, el tipo de programas instalados y la cantidad. No es lo mismo una aplicación que simplemente sirva para leer textos y que funcione solo cuando la abrimos, que otras que puedan estar activas constantemente y consumir recursos.
Algo básico que podemos tener en cuenta es que estos programas van a consumir espacio en el disco duro. A fin de cuentas es como si nosotros mismos instaláramos cualquier aplicación. En caso de que tengamos un ordenador con Windows que cuente con un espacio reducido, podríamos tener problemas. Esto se incrementará mientras más aplicaciones haya preinstaladas, lógicamente.
Pero también afectará a la potencia y recursos disponibles. Si nuestro ordenador no tiene una gran capacidad y tenemos siempre 5 o 6 aplicaciones iniciadas en segundo plano, eso indudablemente va a restar capacidad a la hora de abrir otro programa que necesite muchos recursos, como podría ser una aplicación para editar vídeos por ejemplo.