La privacidad en servicios y el derecho al olvido, las asignaturas pendientes para el próximo año

La privacidad en servicios y el derecho al olvido, las asignaturas pendientes para el próximo año

Adrián Crespo

Los formularios abren las puertas a muchas cosas en Internet, pero sobre todo provocan que el usuario deje un rastro que difícilmente es borrable. Y es que quién no ha rellenado un formulario y después ha querido borrar esa información, o incluso eliminar datos de redes sociales. La privacidad en servicios de Internet es un tema muy importante y del que siempre se habla pero que pocas veces se respeta.

De la mano de la privacidad podría decirse que se encuentra el derecho al olvido: eliminar unos datos que un usuario u otra persona subió sin el consentimiento de este y que resulta muy complicado de hacer. Rellenar un cuestionario y la generación de una cookie es más que suficiente para que se pueda llegar a conocer información sobre ti. El nombre, los apellidos, el proveedor de servicios e incluso datos más sensibles se pueden conseguir gracias a esto. Pero no nos podemos olvidar de las fotografías y los vídeos. Los servicios de subida de este tipo de archivos pueden resultar muy cómodos y divertidos, pero con mucha facilidad se pueden volver contra el usuario.

Internet, una herramienta útil que se vuelve contra los usuarios

Lo que empezó siendo un lugar de consulta para los usuarios se ha convertido en el lugar donde muchos servicios se dan reunión a la espera de ser utilizados por los usuarios. Sin embargo, desde que las redes sociales comenzaron a destacar por encima de otros servicios esto ha provocado realmente muchos quebraderos de cabeza a los usuarios. Compartir una imagen o un vídeo con otros usuarios debe suponer el total acuerdo entre las personas que aparecen en este, ya que de lo contrario esto debería ser motivo para ser eliminado del servicio. Y es que cuántas imágenes se suben a diario de fiestas o reuniones sin haber pedido permiso a los involucrados. La mayoría de las veces son amistades por lo que no se cree necesario esto. Sin embargo, ¿qué sucedería si se tratase de alguien desconocido y un contenido que vulnerase la privacidad de los usuarios

En la mayoría de los casos resulta muy complicado conseguir que se elimine este contenido, aunque sí que es verdad que se puede conseguir, pero después de tener que meterse en batallas con los responsables del servicio. Y es que las empresas propietarias de los servicios son el primer problema que se encuentran los usuarios.

Muchas compañías parecen estar por encima de los organismos regulatorios

Ya no es solo un problema para los usuarios, ya que incluso otras compañías y organismos se encuentran con un problema a la hora de tratar con estas empresas. Si estás pensando en alguna, seguro que se te ha venido a la cabeza Google o Facebook. Como ya se sabe, estas compañías son unas de las que más problemas ponen a la hora de eliminar los contenidos de sus servidores. En el caso de Facebook, se defiende en la mayoría de los casos objetando que una vez que el contenido es publicado por el usuario, este ya no es propiedad de él, sino que se trata de un activo de la red social. Para poner un ejemplo de ambas compañías, Google está poniendo muchos impedimentos a la hora de eliminar los contenidos relacionados con descargas ilegales de contenidos protegidos, un tema que aunque se ha solucionado parcialmente, aún sigue dando mucho que hablar.

Además, muchas veces da la impresión que estas compañías se encuentran por encima de los organismos que se encargan de regular la privacidad de los usuarios en los diferentes países, algo que ha llegado a ser un problema para los gobiernos.

La Agencia Española de Protección de Datos toma importancia

Muchas veces se dice que quien hizo la ley hizo la trampa. Pues esto es algo que sucede a día de hoy con estas empresas y la Ley de Protección de Datos que se encuentra vigente en este momento en nuestro país. A pesar de haberse realizado una profunda reforma en esta, muchas empresas que acumulan quejas de sus servicios no poseen su sede fiscal en nuestro país, siendo el primer obstáculo para poder llevar a cabo una reclamación de eliminación de material.

Son muchos los que piensan que si se quiere operar en un país y ofrecer los servicios, lo justo es que esta empresa estuviese sujeta a los impuestos y leyes de dicho país.

La Agencia Española de Protección de Datos ha comenzado a entrar en juego y anima a los usuarios que deseen eliminar algún contenido  que se encuentre en la red puedan hacerlo. Además, también se está redactando un escrito común a todos los ciudadanos europeos que permitirá a estos disponer el derecho al olvido, es decir, eliminar de la red o de los servicios de internet cualquier dato que consideren oportuno, infrinja o no las leyes de privacidad.

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