Aumenta el número de servicios y también lo hace el de usuarios que hacen uso de estos. Los datos de los usuarios se encuentran relativamente al alcance de la mano de los ciberdelincuentes y estos son conscientes de ello. La tendencia conocida como «secuestros virtuales» van en aumento, recurriendo a la extorsión para que no se publique cierta información privada del usuario o incluso para recuperar esta o el control de un dispositivo.
Aunque la mayoría de las ocasiones la «culpa» es de los usuarios por permitir al acceso a esta información a personas desconocidas, hay que decir también que los fallos de seguridad en servicios como redes sociales y almacenamiento en la nube no ayudan de forma positiva para evitar esto.
Estos dos servicios están en el punto de mira de los ciberdelincuentes, sobre todo por la cantidad de usuarios que aglutinan y la cantidad de información que se puede conseguir de forma más o menos sencilla si se posee acceso a la cuenta. Fotos personales, información, gustos, números de teléfono o contactos son algunos de los ejemplos en lo referido a información facilitada. Sin embargo, entre estos destaca sin lugar a dudas las imágenes o fotografías de los usuarios, sobre todo aquellas que puedan comprometer a estos.
Es entonces cuando los ciberdelincuentes se ponen manos a la obra y comienza todo el proceso.
Los secuestros virtuales se fundamentan sobre imágenes personales y la realización de chantajes
Como en todo secuestro se a de pedir una recompensa. En estos casos la recompensa que se solicita es para evitar que las imágenes sean publicadas y lleguen a otras personas mediante servicios de almacenamiento o de vídeos en Internet.
Las cifras que se piden no suelen ser bajas y después de haberse dado ya algunos casos de extorsiones utilizando imágenes o vídeos personales, las cuantías que se han solicitado superaban los 8.000 dólares, siendo la mayor vista hasta el momento de 30.000 dólares para evitar la publicación de unas imágenes.
Sin embargo, el secuestro virtual es bastante más amplio que todo esto.
También se pide una recompensa por la liberación de dispositivos y datos cifrados
Dentro de la «captura» también entra el control remoto de dispositivos y el bloqueo de los datos de ordenadores de sobremesa, evitando que el usuario pueda acceder a estos. Podría decirse que este tipo de virus que se dedican a cifrar los datos y a pedir una recompensar para volver a tener acceso a ellos es un secuestro virtual.
La cosa se complica bastante más cuando es el terminal móvil o tableta los que se han visto bloqueados y solo el o los ciberdelincuentes pueden controlarlo de forma remota. La dependencia sobre estos dispositivos es tal que el usuario es capaz de hacer lo que sea por recuperar el control sobre el dispositivo.
Mucho cuidado con la información que publicamos en redes sociales y dónde la guardamos
Desde las autoridades recomiendan limitar y mucho la información que ofrecemos de forma pública en las redes sociales y escoger el mejor servicio en la nube para realizar el almacenamiento de documentos e imágenes.
En lo referido a los terminales móviles se recomienda prestar atención a las aplicaciones que instalamos en ellos, ya que gracias a estas es cuando los ciberdelincuentes consiguen bloquear el dispositivo y hacerse con el control, sucediendo lo mismo en el caso de los equipos de sobremesa.