Los estadounidenses son muy peculiares a la hora de resolver problemas. La última es conseguir pruebas para lleva a cabo el divorcio recurriendo a aplicaciones software. Para ser más exactos, un marido instaló en el ordenador de su mujer una software (es decir, un spyware) que le permitió recabar información para afrontar el proceso de separación.
Tal vez en alguna ocasión se ha hablado de WebWatcher. Para todos aquellos que no conozcan esta aplicación compatible con sistemas operativos Windows, hay que decir que está disponible desde hace mucho tiempo y permite la supervisión de niños y empleados mientras hacen uso del equipo. Es decir, recopila todas las actividades que se llevan a cabo en el equipo y los datos introducidos. Esto quiere decir que además de las páginas web visitadas, se recoge un listado con los archivos abiertos, tanto de imagen, vídeo o texto.
Pero en esta ocasión un marido ha llevado a cabo la instalación en el ordenador de su mujer, recopilando información introducida por esta para así proceder al divorcio con suficiente información.
La tercera persona involucrada en esta relación ha denunciado en primer lugar a la desarrolladora de este software, recibiendo una negativa por parte del juzgado, considerando que el software es legal.
La información obtenida del spyware considerada válida
En lo referido al proceso de separación, los abogados utilizaron la información ante el juez que la admitió para realizar el trámite y de alguna forma justificar el mismo.
Muchos piensan que esto puede ser un antes y un después, ya que serán muchos los que opten por la instalación de un software de este tipo bien en un equipo de escritorio o móvil para así recopilar información. Evidentemente todo depende de la legislación vigente en cada país pero es muy probable que ahora en Estados Unidos se ponga de moda.
Fuente | Softpedia