Virtualizar contenidos se ha convertido en la base de muchos usuarios domésticos y de cualquier tipo de empresas. Sin embargo, muchas veces resultado complicado aportar una capa sin la necesidad de hacer uso de un sistema operativo previo. Para ello podemos recurrir al software ESXi de VMWare. A continuación detallamos los aspectos más importantes.
Desde el punto de vista técnico, es una capa que se añade entre el hardware físico de nuestro equipo o servidor, sobre el que se crean las diferentes máquinas virtuales. Para optar a su instalación, desde la empresa desarrolladora han establecido una serie de especificaciones hardware recomendadas que el equipo debe cumplir para el correcto funcionamiento de ESXi. Podéis visitar nuestro tutorial sobre Windows no reconoce tarjeta de red Ethernet.
En lo que se refiere a CPU, con dos núcleos sería más que suficiente, aunque se recomienda que sean 4. Si hablamos de memoria RAM, se recomienda que sean al menos 8 GB, aunque se puede hacer uso del software con 4 GB, aunque el rendimiento final de las máquinas virtuales puede verse reducido. Pasando a hablar de disco duro, se requieren 4 GB solo para la instalación ESXi. Este último aspecto no debería ser limitante. Tampoco debería ser un problema la tarjeta de red, recomendando que se utilice una Gigabit Ethernet.
ESXi y las diferentes licencias
Aunque hemos dicho que se trata de una aplicación gratuita, es necesario añadir que posee licencias de pago que añaden funcionalidades al software. Es decir, el usuario podrá disfrutar de esta herramienta de virtualización gracias a la licencia gratuita, siendo 100% funcional, aunque con funcionalidades restringidas, sobre todo a nivel de gestión y monotorización.
Para ser más exactos, lo que permite un servidor configurado con una licencia gratuita es realizar su gestión con el software vSphere Client. En lo que se refiere a aplicaciones que realizan copias de seguridad a nivel de hipervisor también existen limitaciones, ya que sin estas licencias no se pueden acceder a las APIs. A nivel de hardware no lo hemos mencionado, pero también hay limitaciones que tener en cuenta. La más significativa es aquella que limita el número de CPU físicas a dos.
Todas las ventajas de ESXi y vSphere Client
Además de virtualizar contenidos, el usuario podrá disfrutar de una gestión desde el escritorio de su equipo de sobremesa o portátil. Bastará con poner la IP del servidor y las credenciales de acceso configuradas durante el proceso de instalación. Con esto se dispondrá de acceso a todas las máquinas virtuales creadas, posibilidad de modificar su configuración o gestionar los snapshots que se hayan creado (tomar o borrar con total libertad).
La gestión también se puede realizar a través del propio servidor, gracias al menú de gestión web existente y que bajo nuestro punto de vista es más completo y en algunos aspectos más cómodo que el vSphere Client.
Instalación guiada y sencilla
Teniendo en cuenta que se trata de una ISO, debemos «quemar» esta en una memoria USB a través de la cual realizaremos la instalación. Se trata de un proceso guiado y el usuario no tendrá ningún tipo de problema para completar el proceso de instalación con éxito.
Para hacernos una idea mucho más fiel, el tiempo final es muy similar al de la instalación de una distribución de Ubuntu. Es cierto que una vez finalizado, se deben configurar algunos aspectos, de acuerdo sobre todo a las necesidades del usuario.