La domótica tiene muchos usos y también hay que incluir aquí la seguridad. Nos ayuda a evitar intrusos en nuestro hogar, así como evitar problemas que puedan afectarnos. En este artículo vamos a hablar de un sensor de movimiento económico y que además puede actuar como alarma. Una manera interesante de tener un mayor control sobre tu vivienda y evitar que alguien entre sin tu permiso.
Sensor de movimiento con alarma
Uno de los beneficios que aporta la domótica si lo comparamos con otros sistemas y dispositivos, es que podemos tener un mayor control de forma remota. Un sensor de movimientos nos permite acceder desde el dispositivo móvil en cualquier lugar y comprobar que todo está bien. En caso contrario, recibiremos una alerta.
Esa es precisamente la misión de este sensor de movimientos PIR, con alarma incorporada, que envía una alerta en caso de que detecte algo extraño. Esa alerta la vamos a recibir en el móvil, sin importar dónde estemos. De esta forma podremos tomar medidas de inmediato, antes de que sea demasiado tarde. Si por ejemplo ha detectado la presencia de alguien, podremos actuar.
Este tipo de sensor de movimiento funciona a través de la banda de los 2,4 GHz del Wi-Fi. Esto hace que la distancia a la que puede funcionar sea bastante amplia, tanto en interior como en exterior. Utiliza un sensor infrarrojo para detectar cualquier presencia, tanto de personas como también de animales que pueda haber. Es importante evitar que se desconecte el Wi-Fi y no tener problemas.
Lo puedes colocar en una casa, por ejemplo en una ventana o en la puerta. Cualquier movimiento que detecte, lanzará un aviso. Pero también es útil para oficinas y otros lugares donde necesites tener un mayor control para evitar problemas. Su diseño permite evitar puntos muertos, por lo que vas a poder vigilar correctamente sin que haya errores.
Controlado por aplicación
Lo positivo de utilizar la domótica en estos casos es que ofrece un mayor control en remoto. Al conectarse al Wi-Fi mediante la banda de los 2,4 GHz, vas a poder gestionarlo sin problemas desde tu móvil. No importa si estás en casa o no, ya que podrás ver en cualquier momento qué está pasando en tu casa, oficina o donde lo hayas colocado.
Una vez instales el aparato y la aplicación en el móvil, solo tendrás que vincularla. A partir de ahí podrás conectarte siempre que quieras y revisar que todo está correctamente funcionando. Si el sensor de movimiento detecta algo extraño, lanzará un aviso y te llegará al teléfono móvil para que puedas actuar lo antes posible.
Funciona a través de baterías. Puede aguantar hasta 6 meses sin que tengas que preocuparte por cargarlo. Son de larga duración y es ideal para una segunda residencia donde no vayas frecuentemente, por ejemplo. Podrás mantener el control en todo momento sin preocuparte por ello.
En definitiva, si buscas potenciar la seguridad de tu vivienda puedes tener en cuenta la posibilidad de utilizar un sensor de movimiento y alarma de este tipo. Su instalación es sencilla, lo puedes colocar en cualquier lugar y además vas a tener un control total desde el móvil.