Poner la calefacción en invierno puede suponer un consumo de energía importante. Sin duda, puede representar una parte importante del presupuesto doméstico. Es por ello que resulta esencial encenderla correctamente y solo cuando sea necesario. En este artículo te vamos a hablar de qué cosas debes mantener alejadas de los radiadores, ya que de lo contrario podrían consumir incluso más de lo habitual. Tal vez cometas algún error y vamos a hablarte de ello.
El objetivo es que puedas mantener tu vivienda a una buena temperatura en invierno, sin que ello suponga pagar en exceso. A veces, solo con realizar algunos cambios o mejoras, puedes conseguir un ahorro interesante. Especialmente, cuando se trata de aparatos que consumen bastante, es más importante tenerlo en cuenta.
Qué evitar cerca de los radiadores
No importa si vas a usar solo un radiador o tienes toda tu casa llena. Es clave siempre evitar ciertas cosas que puedas tener cerca. Eso te ayudará a evitar un consumo extra y no tener problemas cuando llegue la factura de luz o gas a final de mes y encontrarte con una sorpresa desagradable.
Ropa mojada
Algo que no deberías poner cerca de los radiadores es ropa mojada. Sí, puede parecer útil para secarlas antes. Sin embargo, es un error. Esto va a provocar que esos radiadores tengan que funcionar a una mayor potencia para ofrecer una buena temperatura en esa habitación. Van a sufrir más para llegar al objetivo establecido.
Por tanto, para secar ropa es mejor que busques una alternativa y no ponerlos cerca de los radiadores. Además, mucho menos debes ponerla justo encima, ya que puede tapar los radiadores y, más allá de consumir más electricidad, podría ser peligroso o provocar que funcionen peor.
Muebles y otros objetos que obstaculicen
En este caso, las opciones son muy amplias. Puede que tengas una estantería justo encima del radiador, un mueble al lado o que tape parte de estos aparatos. Cualquier cosa similar, va a hacer que calienten peor y empiecen a consumir más energía. Intenta alejar cualquier posible objeto que vaya a suponer un problema.
Lo ideal es que organices tu vivienda para que no haya muebles, ni cosas similares que puedan afectar al rendimiento de los radiadores. En muchos casos, tendrás que hacer pequeños ajustes para reorganizar mejor una habitación.
Ventana con mal aislamiento
Poner un radiador justo debajo de una ventana, puede ser una mala decisión. Por ahí podría escaparse el calor que desprende, por lo que estarías derrochando energía. Es un punto por donde podría entrar aire frío de fuera, lo cual va a suponer un problema si lo que buscas es mantener una buena temperatura.
En caso de que no te quede más remedio, y tengas que poner el radiador cerca de la ventana, lo que sí puedes hacer es tenerla bien sellada. Puedes utilizar burletes, una buena solución para evitar ese escape de temperatura.
Materiales que reflejen el calor
Tampoco debes tener cerca materiales que puedan reflejar el calor a las paredes exteriores. Básicamente, significa que el calor que desprenden los radiadores va a ir a parar, al menos en parte, a las paredes y no al resto de la habitación, donde realmente te interesa que aumente la temperatura y calentar el ambiente.
Por ejemplo, podemos nombrar superficies metálicas reflectantes, láminas brillantes y adornos que, en definitiva, reflejen más el calor. No significa que toda esa energía vaya a las paredes externas, pero sí una parte pequeña.
Por tanto, estos son algunos objetos que no deberías tener cerca de los radiadores. Podría suponer un mayor desgaste y tener problemas para ahorrar energía en invierno. Revisa muy bien cómo tienes todo configurado en tu vivienda. Si utilizas la domótica, puedes usar un termostato inteligente. Podría ser útil crear mapas de calor Wi-Fi.