En los meses de verano, para intentar hacer frente a las altas temperaturas, podemos utilizar diferentes aparatos. Hay dos que están muy presentes: el aire acondicionado y el ventilador. Si hablamos de ahorrar energía, de intentar gastar lo menos posible, sin duda el segundo es ideal. En este artículo te vamos a contar qué debes tener en cuenta al elegir un ventilador y poder así gastar menos en la factura de la luz cada mes.
Aunque un ventilador no puede ser comparable a un aire acondicionado, eso no significa que no sea una buena opción en muchos casos. Simplemente con mover el aire, aunque la temperatura siga siendo elevada, ya podemos tener un mayor confort cuando estamos en casa en los meses de más calor.
Cómo elegir un ventilador
Sin entrar en todas las características que podemos encontrar, vamos a hablar específicamente de cuáles nos interesan de cara a pagar menos en la factura de la luz. Lo que buscamos es elegir un ventilador que consuma poca energía y así poder tenerlo encendido muchas horas sin preocupaciones.
Potencia
La potencia es un factor determinante para elegir un ventilador pensando en el ahorro. Cuanto mayor sea la potencia, más fuerza va a tener y, por tanto, mayor será el consumo también. ¿Necesitas un ventilador solamente para una mesa, para una habitación pequeña o para una gran estancia? Eso va a determinar qué potencia vas a necesitar.
Cuanto menor sea el espacio que necesitas refrescar, menos potencia vas a necesitar. Por tanto, elige bien el ventilador pensando en la potencia que pueda tener y eso te ayudará a ahorrar en la factura. Normalmente, un ventilador va a tener entre 60 y 100 W de potencia. Los hay incluso de 30 W, por lo que podrás elegir uno más pequeño si es suficiente para ti.
Diferentes velocidades
También es interesante que cuente con diferentes velocidades o niveles. Esto significa que vas a poder ajustar dos o más velocidades para que eche más aire. Cuanto mayor sea la velocidad que elijas, mayor va a ser también el consumo. Siempre va a estar ajustado a esa potencia que hemos mencionado.
¿Por qué es útil que tenga varias velocidades? No siempre vas a necesitar que eche la misma cantidad de aire. Tal vez la temperatura sea más o menos agradable y simplemente quieres que mueva un poco el aire, mientras que otro día de mayor calor puede que necesites que lo mueva a mayor velocidad.
Certificación energética
Esto es algo que puedes ver en prácticamente cualquier aparato que compres hoy en día. Es una certificación que ayuda a saber si ese electrodoméstico es eficiente o no. Es una etiqueta donde aparece una letra. La A es la más eficiente, por lo que comprar un ventilador de este tipo sería lo más conveniente para ahorrar energía. Posteriormente le sigue la B, C y así.
Lógicamente, el precio del aparato no es igual en un ventilador muy eficiente que en otro que no lo es. Los materiales, los procesos de fabricación para llegar a esa eficiencia, aportan un valor añadido que hay que pagar.
Tamaño y formato
Este punto es también importante. Vas a encontrar ventiladores para el techo, de pie, para una mesa, portátiles… Hay muchas opciones y de todas ellas vas a encontrar dispositivos que consumen más o que consumen menos. Debes elegir qué formato te interesa más, según dónde lo vayas a ubicar y lo que necesites.
Lo ideal es elegir un modelo que se adapte bien a la zona donde lo vayas a poner, que sea moderno y cuente con características que ayuden a gastar menos electricidad. El objetivo, en nuestro caso, es intentar abaratar la factura de la luz.
Por tanto, como ves puedes tener en cuenta todo esto para comprar un ventilador con el objetivo de que sea más eficiente y ahorrar luz. Vas a encontrar muchas opciones disponibles, por lo que debes mirar bien cuál te conviene más y así evitar problemas.