Si quieres ahorrar en la factura de la luz o gas, es importante que controles los aparatos conectados. Algo fundamental es gestionar muy bien la temperatura, ya que cada grado adicional cuenta. En este artículo vamos a hablar de la temperatura del calentador. Vamos a explicar qué debes tener en cuenta para ahorrar y cuál es la temperatura máxima que deberías poner, ya que más de eso realmente no vas a necesitar.
A qué temperatura mantener el calentador
Aunque depende de cada fabricante, en muchos casos los calentadores mantienen una temperatura de 60 grados. Realmente no necesitamos tanto para ducharnos. Por ello, lo que conseguimos es mantener agua demasiado caliente para, realmente, no aprovecharla. Cuando nos duchemos, regularemos el agua para que nos llegue por debajo de 40 grados, que es lo ideal para ducharnos.
Entonces, ¿a qué temperatura debemos mantener el agua del calentador? Si solo la necesitas para ducharte, lo ideal es que la temperatura esté a unos 40 grados. En cualquier caso, más de 45 no es necesario. Eso es más que suficiente para que llegue caliente a la ducha y aprovechar el agua caliente sin problemas.
Pasar de 60 a 40 grados no significa que el agua con la que te duches esté más fría, sino simplemente que no estás derrochando energía. Es decir, si te duchas a unos 38 grados, que es lo común, te da igual que el calentador esté a 40-45 grados o a 60. En este último caso, estarías calentando agua en exceso para nada.
Sin duda, bajar la temperatura del calentador lo máximo posible va a ayudarte a ahorrar bastante gas o electricidad. Vas a tener agua caliente para ducharte, pero no estarás calentándola a una temperatura demasiado elevada, la cual no necesitas realmente en tu día a día.
Otro aspecto que deberías valorar si tienes un termo eléctrico, es encenderlo solamente en los horarios cuando lo vayas a utilizar. Estos equipos lo que hacen es mantener la temperatura del agua estable a la temperatura que hayas definido, incluso de madrugada cuando realmente no vamos a usar el agua caliente. Lo que podemos hacer es conectar un enchufe inteligente y programarlo en un determinado horario, con el objetivo de que solamente se ponga en marcha en ese horario y no esté continuamente con el agua a una temperatura alta.
Si tienes paneles solares en tu vivienda, podrías programar el termo eléctrico para que solamente se encienda cuando tengamos suficiente producción solar, esto es perfecto para no gastar absolutamente nada de electricidad desde la red fija, así podemos tener agua caliente totalmente gratis gracias a la generación de nuestros paneles.
Bueno para las tuberías
Pero más allá de simplemente ahorrar energía, algo también a tener en cuenta es que vas a poder mantener en buen estado las tuberías. No se van a estropear de la noche a la mañana por tener el agua a 60 grados, pero sí que van a sufrir un mayor deterioro que tenerla a 40 o 45 grados. Por tanto, de cara a aumentar la vida útil de las tuberías y del propio calentador, lo mejor que puedes hacer es reducir en la medida de lo posible la temperatura. Como decimos, esto va a depender del fabricante y es probable que ya lo tengas a unos 40 grados. Puedes revisarlo y si ves que está a más, simplemente la bajas.
Generalmente la temperatura va a oscilar entre los 40 y los 60 grados. Según el modelo o en función de cómo te lo hayan configurado, tendrá más o menos. Ponerlo a 40-45 grados va a ser lo ideal tanto para ahorrar energía como también para evitar un deterioro a corto plazo. En nuestro caso personal, tenemos la temperatura del agua caliente sanitaria a 45ºC ya que también fregamos en ocasiones, y es necesario agua un poco más caliente de lo normal para hacerlo bien.
En definitiva, una posibilidad más para ahorrar energía en casa es controlar la temperatura del calentador. Ten esto siempre en cuenta y no lo mantengas a una temperatura demasiado elevada. Siempre puedes controlar el consumo a través de un enchufe inteligente, aunque cuidado si afecta el Wi-Fi de tus vecinos.