Este truco de tu factura de luz te dice si te conviene o no cambiar a una tarifa por horas
Seguramente sea una de las cuestiones más repetidas cuando pensamos en ahorrar en la factura de la luz: cambiar o no a una tarifa con discriminación horaria. Básicamente, significa que vamos a pagar en función de la hora del día. No será lo mismo encender el horno a las 3 de la tarde, por ejemplo, que a las 3 de la madrugada. Pero, ¿cómo saber si realmente compensa o no este cambio? Te vamos a dar un truco que puedes poner en práctica.
Hacer este cambio en tu factura eléctrica, puede suponer que empieces a gastar menos. Pero ojo, no afecta por igual a todos. Por ello, es importante asegurarse de que compensa y no cometer un error por un impulso, simplemente por ver que a ciertas horas la electricidad es más barata; tal vez no lo aproveches y, en tu caso, no sea rentable.
Cambiar o no a discriminación horaria
El truco consiste en analizar muy bien tu factura. Sí, simplemente con ver lo que te envía la empresa con la que tienes contratada la electricidad, vas a tener la información necesaria para ver si es rentable o no cambiarte. Como sabrás, existen tres periodos de energía: punta, llano y valle. El primero es el más caro, mientras que el más barato es el tercero. Eso va en función de la hora del día, así como del día de la semana.
El periodo punta es de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00h y de 18:00 a 22:00h. El segundo, el periodo llano, es de 08:00 a 10:00h y de 14:00 a 18.00h, también de lunes a viernes. Por último, el tercer periodo, el más barato, es el comprendido entre las 22:00 y las 08:00h, así como los sábados y domingo, además de días festivos, durante las 24 horas.
En tu factura de la luz, vas a ver cuántos kWh has consumido en cada uno de esos periodos. ¿Cómo te ayuda eso a saber si te compensa o no pasarte a una tarifa con discriminación horaria? Muy sencillo: calcular el porcentaje de consumo que tienes en cada periodo. Si compruebas que consumes más en el periodo valle, mientras que en el periodo pico apenas consumes, claramente te interesa.
En cambio, si notas que gastas mucho más en el periodo pico, mientras que apenas tienes consumo en las horas más baratas, entonces difícilmente te compensará y será mejor que tengas una tarifa sin discriminación horaria. Eso dependerá de muchos factores, como las horas que pases en casa, si aprovechas los fines de semana para cocinar o lavar la ropa, etc.
Por tanto, tu propia factura de la luz, la cual recibes cada mes, va a darte una pista muy importante para determinar si te conviene o no pasarte a una tarifa con discriminación horaria. Revísalo, analiza tu consumo y decide. Eso sí, no te guíes únicamente de un mes concreto; lo ideal es que analices el consumo durante un periodo más amplio, si puede ser, incluso de un año. Eso te ayudará a poder ahorrar energía y no cometer errores. Usar detectores de presencia, aprovechar la domótica o utilizar el modo Eco de los electrodomésticos, también te ayudará a gastar menos.