En un mundo cada vez más digital está claro que la nube es muy importante para nosotros. Allí cada vez tenemos guardados más archivos confidenciales desde nuestras fotos, vídeos y facturas. Entonces es normal que en un momento dado nos preguntemos si estás aprovechando al máximo tu almacenamiento en la nube. En ese aspecto te puedes preguntar si has elegido un proveedor acorde con tus necesidades y si tus datos están seguros. En este artículo vamos a ofreceros los mejores consejos para que almacenes tus datos en la nube con la mayor seguridad posible, y que también puedas sacarle el máximo provecho.
Ventajas de almacenar tus datos en la nube
El almacenamiento en la nube pública te va a permitir acceder a tus archivos desde cualquier lugar. También te ofrece muchas herramientas de colaboración que te pueden ayudar a compartir fácilmente tus archivos con familiares y amigos.
Otra de las ventajas que tienes, es que no estás ocupando espacio de almacenamiento en local y no tienes ningún coste de energía ni impacto en tu factura de la luz porque el ordenador no es tuyo. El inconveniente está en que si no te llega el espacio que necesitas, vas a tener que optar por una tarifa de pago que puede ser más o menos cara. Por ese motivo, algunos usuarios optan por convertir su ordenador en una nube privada pero hay que tener en cuenta factores como la energía y su mantenimiento. Ahora vamos con unos consejos para que almacenes tus datos en la nube sacándole el máximo provecho.
La seguridad de tu nube pública
Los principales proveedores de almacenamiento en la nube tienen sistemas de seguridad de última generación que se actualizan periódicamente. Así, cuentan con el mejor cifrado y cortafuegos, por lo que tus archivos probablemente estén más seguros en la nube que si los guardas localmente.
Eso no quiere decir que no haya riesgos en ese aspecto, es importante que todos los usuarios tengan contraseñas seguras y únicas. Si una de tus cuentas cae en una filtración estarías poniendo en peligro lo que tienes guardado en la nube. La mejor solución en estos casos pasa por utilizar un gestor de contraseñas. Estos son altamente seguros y permiten a los usuarios tanto generar como almacenar sus contraseñas robustas.
Por otra parte, tienes que asegurarte de que las alertas de cuenta estén activadas. Así, en el caso de que haya alguna actividad sospechosa como inicios de sesión te lo notificará. Cuando almacenes tus datos en la nube hay que tomarse en serio la seguridad y además, si está disponible conviene habilitar la verificación en dos pasos.
Aprovecha la sincronización y la buena organización
Una de las principales ventajas del almacenamiento en la nube es la sincronización inmediata de tus archivos y carpetas. Así vas a poder tener los archivos actualizados independientemente del lugar en el que te encuentres. Esto también es muy útil cuando tienes archivos compartidos con algún familiar, amigo o compañero de trabajo porque a veces tenéis algún proyecto en común.
Por lo tanto, cuando almacenes tus datos en la nube una acción muy recomendable es que compruebes y tengas activada la sincronización de archivos. Si no te gustan las interfaces de almacenamiento en la nube basadas en el navegador, muchos proveedores como Google Drive pueden integrar y sincronizar tus carpetas en la nube utilizando el explorador de archivos de Windows.
Otro aspecto importante cuando almacenas tus datos en la nube es la organización de tu información. No olvides que el almacenamiento de datos en la nube te permite ordenar tus archivos dentro de una estructura de carpetas como lo harías en tu propio ordenador. En ese aspecto tienes que tener una estructura claramente planificada y establecer reglas para la nomenclatura de archivos, para que luego puedas encontrar fácilmente los archivos. Un aspecto muy importante es que hay que hacerlo desde el principio. Si esperamos a ordenar a medida que avanza, generalmente terminará con un caos que será difícil de arreglar.
Comparte, colabora y usa las integraciones
No debemos olvidarnos de que la nube permite compartir nuestras fotos y archivos de forma sencilla. Sin duda es otra de las cosas que más gusta pero eso no quita que tomes precauciones. Antes de compartir hay que estar muy atento con quién se comparte y limitar los usuarios que pueden acceder a esos archivos. También hay que vigilar los permisos que das, no es lo mismo dar el de solo lectura que el que te permite modificarlos.
Por otra parte, aunque los particulares utilizaremos menos están las integraciones. Por ejemplo, puedes usar la aplicación de chat Slack para la comunicación con gente del trabajo. Otra que también suele permitir la integración puede ser Microsoft Office que podemos utilizar con Dropbox.