Para tener tus archivos disponibles en Internet, en cualquier lugar, puedes optar por usar tu propia nube privada o bien servicios externos. Te vamos a explicar cuáles son las principales ventajas de tener tu propia nube. Vas a ver que puede ser de gran utilidad y te servirá para no tener problemas, como la pérdida de documentos importantes, en el peor momento. Vamos a hablarte de qué debes tener en cuenta.
Como vas a ver, tener tu nube privada va a darte mayor flexibilidad a la hora de almacenar archivos. Además, vas a poder despreocuparte de ciertas limitaciones que sí encontrarías en plataformas como Google Drive, Dropbox y otras muchas similares, ya sean de pago o que utilices de forma gratuita.
Ventajas de tener nube privada
Sí debes tener en cuenta que contar con una nube privada supone una inversión. Vas a tener que comprar un dispositivo, cosa que no tendrás que hacer si usas un servicio de nube gratis en Internet. Ahora bien, esa inversión inicial puede hacer que ahorres dinero a largo plazo, ya que vas a poder usarla para siempre.
Controlas los archivos
Una ventaja clara de usar la nube, es que vas a tener control total sobre tus archivos. Vas a guardarlos en una unidad de almacenamiento y no vana estar en otro servicio ajeno. No podrán borrarlos por error, ni dejar de estar disponibles por algún motivo ajeno a ti. Vas a poder otorgar permisos, decidir dónde vas a ubicar el contenido, etc.
Hay servicios de almacenamiento que te permiten guardar archivos durante un tiempo, únicamente. Por ejemplo, puede que dejen de estar disponibles una vez han pasado unos meses o unos años desde que no lo usas. No vas a controlar el contenido al 100%, como sí harás al usar tu propia nube.
Especialmente, al usar servicios de almacenamiento gratuito, puedes estar más limitado a la hora de poder acceder a los archivos pasado un tiempo. Esa plataforma podría dejar de funcionar, podría limitar el acceso para que solo puedas entrar una cantidad determinada de veces, durante un tiempo, etc. Al tener tu nube privada, eso no será problema y podrás disfrutar de un control total.
No dependes de otros servicios
Tampoco vas a depender de que otro servicio ajeno a ti funcione o no. Por ejemplo, si utilizas plataformas como Drive o Dropbox, podría haber algún problema puntual y que no funcionen. Puede ser algo momentáneo, de unos minutos u horas, pero incluso podrían cerrar para siempre y perder todo lo que tenías guardado.
Aunque esto no sea algo habitual, ya que si un servicio cierra lo normal es que avisen con tiempo, nunca puedes descartar que esto ocurra. Al tener tu nube privada, este problema no te afectará y podrás estar más tranquilo sabiendo que tus datos son tuyos. No te encontrarás, de la noche a la mañana, con un «apagón» de la nube que usas y sin margen para poder trasladar todos esos archivos a otra plataforma distinta y seguir utilizándolos.
Puedes tener más espacio disponible
Otra ventaja es que puedes tener más espacio disponible. Los servicios de almacenamiento en la nube, especialmente los que son gratuitos, no suelen tener demasiado espacio. De hecho, es bastante habitual no pasar de 15 GB, salvo que pagues por un plan superior que, igualmente, es raro que pase de 1 o 2 TB y, además, suele ser bastante costoso a la larga.
En cambio, al tener tu propia nube privada, puedes tener discos duros de gran capacidad conectados. Podrías tener 10 TB o más, si quisieras. Ahí tendrás mucha más flexibilidad para poder crear tus copias de seguridad y no tener problemas. Esto también dependerá de cuánto almacenamiento necesites, ya que cada usuario puede tener necesidades diferentes.
Seguridad y privacidad mejoradas
También hay que mencionar que la seguridad y la privacidad van a ser superiores. A fin de cuentas, una nube privada es eso: un almacenamiento que te pertenece, nadie va a tener acceso al contenido y no estará expuesto a posibles ataques y problemas en la red. No es lo mismo que usar un servicio externo, como puede ser Google Drive, y que en un momento dado se filtre.
Por tanto, si lo que quieres es potenciar tu seguridad y privacidad todo lo posible, sin duda tener tu propia nube es una buena idea. Vas a reducir el riesgo de que alguien llegue a robar tus datos o puedan terminar en malas manos por un descuido. En cualquier caso, siempre vas a tener que proteger bien tu nube y evitar así accesos indeseados que puedan poner en riesgo los archivos que tienes subidos a la red.
En definitiva, estas son algunas ventajas que debes tener en cuenta en relación a tener tu propia nube privada. Es una opción muy útil para tener archivos almacenados de todo tipo y poder acceder a ellos desde cualquier lugar, sin importar dónde estés, solo con contar con acceso a Internet. Para ello, puedes usar servidores NAS. Te recomendamos que adquieras productos de calidad, que funcionen correctamente y no tener problemas a largo plazo. A fin de cuentas, vas a confiar tus archivos y podrías encontrarte con ciertos fallos.