Los enlaces acortados pueden ser un problema muy importante para nuestra seguridad. Es de hecho una de las estrategias más usadas por los piratas informáticos para enviar malware a través del correo o de redes sociales. Vamos a explicar por qué no hay que abrir un link acortado sin antes asegurarnos de si es fiable o no, ya que podrían estar en juego nuestros datos personales.
Por qué hay que tener cuidado con los links acortados
¿Qué es un enlace acortado? Básicamente podemos decir que es una URL que no nos muestra la dirección completa. Suele ser un link que apenas contiene unas cuantas letras o dígitos, seguido de una extensión que normalmente no coincide con la del dominio real. Esto no siempre quiere decir que sea peligroso, ni mucho menos, pero sí es una estrategia utilizada por los piratas informáticos.
Un link acortado legítimo por ejemplo sería un enlace muy largo de un determinado producto que hemos visto en Amazon y queremos enviarlo por WhatsApp o correo y para que no sea tan largo hemos usado algún servicio para acortarlo. Lo que ocurre es que estamos ocultando realmente el nombre de ese dominio, su extensión, etc.
Esta estrategia la puede utilizar un ciberdelincuente para enviarnos un enlace falso, pero ocultando realmente todo el contenido. De esta forma solo nos llega un pequeño link por correo electrónico, por Facebook, WhatsApp o cualquier otro servicio y, al entrar, vamos al sitio que está ocultando.
Nunca debemos hacer clic sin pensar en estos links ya que pueden ser un fraude. Tal vez oculten una dirección maliciosa que contiene malware, es un ataque Phishing o cualquier otro método de ataque que comprometa la seguridad y privacidad. Además, siempre podemos crear enlaces acortados seguros.
Qué debemos hacer para abrir enlaces acortados
Después de explicar por qué pueden ser peligrosos los links acortados, vamos a dar algunos consejos para poder abrirlos sin poner en riesgo la seguridad. Es algo a lo que nos podemos enfrentar en muchas ocasiones, ya que no es extraño recibir un e-mail o un mensaje de este tipo.
Lo primero es ver la fuente del mensaje. ¿Quién nos ha enviado ese link acortado? Eso es básico. Nunca debemos abrirlo si nos llega por una cuenta desconocida o de alguna manera sospechamos que algo mal puede haber. Esto es esencial.
Por otra parte, siempre podemos ver qué hay detrás de un link sin necesidad de abrirlo. Por ejemplo podemos usar GetLinkInfo. Este tipo de páginas sirve para poner cualquier enlace acortado y, sin tener que abrirlo en nuestro equipo, ver cuál es la dirección completa.
Un tercer paso sería abrirlo en un entorno seguro. Por ejemplo un navegador donde no tengamos abiertas otras pestañas con nuestras cuentas. De esta forma, en caso de que entremos en una página maliciosa que pueda recopilar datos, tendríamos una barrera que al menos impida en ese sentido poner en riesgo la privacidad.
En definitiva, abrir un enlace acortado puede ser peligroso. Hemos visto que podemos tener en cuenta algunos pasos para no tener problemas. Podemos analizar la fuente del mensaje, ver el contenido completo con algún servicio externo o incluso abrirlo en un entorno seguro.