En los últimos días hemos visto lo que ha ocurrido con unas 100.000 cuentas de ChatGPT que han sido objetivo de los piratas informáticos. Han podido robarlas a través de diferentes estrategias y, aunque no es algo que haya afectado a todo el mundo, el riesgo siempre está ahí. Pero, ¿por qué quieren robar cuentas de ChatGPT? Vamos a explicar cuáles son los intereses que existen para que un atacante decida robar las cuentas.
ChatGPT es una popular herramienta de inteligencia artificial. Básicamente podemos preguntar cualquier cosa y, mejor o peor, nos responde. Precisamente eso, las preguntas que realizan los usuarios, puede ser muy cotizado en Internet. Es lo que puede provocar que los piratas informáticos pongan ahí sus miras e intenten hacerse con las cuentas.
Interés en las cuentas de ChatGPT
Los ciberdelincuentes siempre buscan la manera de robar datos personales. Pueden hacerlo si roban las contraseñas del correo electrónico o redes sociales, por ejemplo. También podrían lograrlo si cuelan un virus y empiezan a leer el historial de búsquedas. Pero últimamente ha estado muy presente el robo de cuentas de ChatGPT para obtener más información.
Cuando tú buscas algo en ChatGPT, eso se almacena en el historial. Por ejemplo, tal vez te interese el mundo del automovilismo y busques cosas concretas, como el funcionamiento de un motor, trucos para ahorrar combustible al usar una moto, información para conducir sobre nieve, etc. Esto es simplemente un ejemplo, ya que realmente puedes hacer búsquedas de cualquier cosa.
Si un atacante logra acceder a ese historial de búsqueda, va a saber que, como poco, te interesa el mundo del motor. Eso tiene un gran valor en la red, ya que puede crear perfiles de los usuarios y vender esa información a terceros. Podrían lanzarte campañas de Spam personalizadas o incluso ataques, como el Phishing, más personalizados.
Por tanto, el historial de las búsquedas de ChatGPT realmente puede decir mucho sobre ti. Es cierto que no es lo mismo en el caso de alguien que lo haya usado en contadas ocasiones que otra persona que lo utilice a diario, pero son muchos los datos que puede haber ahí almacenados y serán objetivo de los cibercriminales.
Algunas empresas prohíben compartir datos
Esto que mencionamos ha hecho que haya empresas que han prohibido a sus empleados compartir datos con ChatGPT relacionados con el negocio. Como hemos explicado, eso podría terminar en malas manos en caso de que un atacante logre explotar algún fallo de tu equipo, colarte un malware o utilizar ingeniería social, para hacerse con tu cuenta.
Por este mismo motivo, hay países donde ya han prohibido esta herramienta. Lo que buscan es proteger la privacidad de los usuarios, ya que consideran que no existen las medidas adecuadas para evitar problemas. Eso sí, siempre puedes usar software para saltarte este tipo de bloqueos, aunque tengas que evitar problemas típicos con la VPN.
Hay que tener en cuenta que este tipo de servicios lo utilizan todo tipo de usuarios. Muchos de ellos no tienen los conocimientos necesarios para usarlos correctamente, sin comprometer la seguridad. Eso lo aprovechan los piratas informáticos y es por ello que lanzan campañas con el objetivo de robar la información y los datos compartidos. Es un problema importante, pues como hemos visto puede conllevar a la venta de esos datos e incluso afectar a terceros.
No solo es importante que uses una contraseña segura, para que no roben tu cuenta de ChatGPT, sino que es clave tener el equipo protegido. Utiliza un buen antivirus, como puede ser el propio Microsoft Defender o cualquier otro, y actualiza el sistema para tener siempre las últimas versiones. De esta forma, podrás evitar la entrada de virus y que puedan explotar vulnerabilidades sin corregir, lo cual podría exponer todo lo que tengas almacenado.
En definitiva, como ves las cuentas de ChatGPT pueden ser un objetivo de los ciberdelincuentes para robar información personal. Todo lo que busques puede quedar expuesto si cometes errores. Por ello, te recomendamos tener el dispositivo protegido, actualizado y no cometer errores básicos que puedan suponer un problema.