Nada dura para siempre, y mucho menos cuando nos referimos a software. Muchas compañías únicamente actualizan sus aplicaciones con parches de seguridad durante un tiempo determinado, tras el cual, el programa queda abandonado de cara a las versiones más recientes obligando a los usuarios, en cierto modo, a actualizar sus software.
Hasta ahora, Microsoft está manteniendo 4 versiones de su navegador web, Internet Explorer: desde IE8, que es el navegador que vino por defecto en Windows 7 hasta el nuevo IE11, también disponible para Windows 7. Las versiones anteriores a la 8 ya son demasiado antiguas e incompatibles con los sistemas operativos actuales con soporte, por lo que la compañía ya ha dejado hace algún tiempo de actualizarlas. Sin embargo, es posible que esto cambie a corto plazo. Podéis leer nuestro tutorial sobre cómo ver la estabilidad de la conexión a Internet.
Aunque el navegador web de la compañía no recibe importantes actualizaciones de seguridad, sí que sigue recibiendo parches de seguridad mientras el soporte del sistema operativo dura, de manera que los usuarios no se ven obligados a cambiar su navegador durante este período, sin embargo, con los últimos cambios en las políticas de la compañía, los desarrolladores brindarán únicamente soporte a la versión más reciente del navegador web, quedando todas las demás abandonadas.
La fecha crítica se sitúa el 12 de enero de 2016, fecha tras la cual únicamente los usuarios que tengan instalada la última versión de Internet Explorer (probablemente Internet Explorer 12 por esos entonces) dejarán de recibir actualizaciones de seguridad y parches en el navegador, incluso en IE11, pese a que los sistemas operativos compatibles aún están dentro de los planes de soporte de la compañía.
Esta decisión puede llevar consigo ventajas e inconvenientes. En primer lugar, el uso de las versiones más recientes implica mejoras, tanto en funciones y usabilidad como en seguridad. Con esta decisión la compañía forzará a los usuarios a actualizar a la versión más reciente del navegador y reducir, en cierto modo, la fragmentación del mismo. A cambio de ello, muchos usuarios, especialmente en entornos empresariales que es donde se usan más a menudo las versiones antiguas, quedarán abandonados si no actualizan, lo que podría llevar a un mayor abandono de Internet Explorer de cara a otras alternativas como Firefox o Google Chrome.
Para la fecha prevista para estos cambios Windows 9 ya habrá salido al mercado y el nuevo Internet Explorer 12 ya estará disponible. Habrá que esperar a ver qué acogida tiene esta decisión entre los usuarios finales.
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