A la hora de crear una vivienda inteligente pueden salir diferentes términos. Uno de ellos es la domótica, muy presente hoy en día. Tenemos muchos dispositivos que podemos usar en nuestro día a día para domotizar la vivienda. Pero también puede aparecer el término inteligencia artificial y a veces se confunden. En este artículo vamos a hablar de sus diferencias, pero también veremos qué relación tienen.
Qué es domótica e inteligencia artificial
En primer lugar vamos a explicar qué es la domótica. Podemos decir que son todos los dispositivos inteligentes que tenemos en nuestro hogar. Por ejemplo bombillas Wi-Fi que controlamos desde el móvil, un horno que podemos controlar también en remoto, sensores de temperatura o humedad, etc.
Domotizar el hogar es hacer que electrodomésticos comunes sean inteligentes. Podemos nombrar muchos más: frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, microondas… Lo cierto es que tenemos un amplio abanico de opciones y cada vez hay más dispositivos disponibles, con más funciones y mejores precios.
Pero por otro lado tenemos la inteligencia artificial o simplemente IA. Son básicamente dispositivos y sistemas que buscan replicar la acción humana en máquinas. Por ejemplo, a través de la inteligencia artificial podemos crear un sistema de voz o incluso crear vídeos simulando personas pero en realidad está hecho por software.
Es, por tanto, intentar replicar el pensamiento humano o las acciones de personas, en máquinas y sistemas. Pueden crear procesos que realizamos en nuestro día a día. Pero esto es algo que viene de antes de la domótica del hogar y además se aplica en ámbitos muy variados. Por tanto, hay diferencias entre domótica e inteligencia artificial.
La diferencia más clara es que la domótica hace referencia a viviendas. La inteligencia artificial puede usarse en muchos más ámbitos de nuestra vida.
La domótica es la IA aplicada a las viviendas
Podemos decir que la domótica es la inteligencia artificial adaptada a los hogares. Es aprovechar dispositivos ya existentes, como son por ejemplo un horno o un frigorífico, pero aplicar la inteligencia artificial. De esta forma podremos lograr que esos aparatos sean más inteligentes y conseguir funciones nuevas.
La inteligencia artificial en este caso puede aprender de nuestros gustos o hábitos para, por ejemplo, encender la calefacción a las horas en las que estamos en casa o mostrarnos recetas que podemos hacer en el horno en función de los gustos que tenemos. Es, básicamente, un aprendizaje automático de todo lo que vamos haciendo en nuestro día a día.
Lo que hace la inteligencia artificial en nuestros hogares a través de la domótica es crear diferentes mecanismos de automatización. Por ejemplo encender y apagar luces cuando realizamos ciertas funciones, cerrar o abrir persianas, encender o no el aire acondicionado, etc. Son patrones que va estableciendo con el paso del tiempo.
Por tanto, aunque domótica e inteligencia artificial no son lo mismo, sí que podemos decir que tienen una relación directa. La domótica es la inteligencia artificial adaptada a los electrodomésticos del hogar. Pero la inteligencia artificial puede estar presente también en otros muchos dispositivos y sistemas más allá de nuestra vivienda.