Hacer nuestras casas inteligentes es algo que está cada vez más presente. Términos como domótica o Internet de las Cosas lo vemos muy frecuentemente. Sin embargo a veces podemos confundir qué es cada cosa. Por ello en este artículo vamos a hablar de sus diferencias. Vamos a ver qué es domotizar una vivienda y en qué se diferencia de lo que conocemos como IoT o Internet de las Cosas.
En qué consiste la domótica
Cuando hablamos de domótica nos referimos a dispositivos inteligentes que tenemos en el hogar. Por ejemplo bombillas con Wi-Fi, un horno que se conecte a la red, un altavoz que podamos controlar por voz, persianas automatizadas… Estos aparatos, además, pueden llegar a conectarse entre sí en algunas ocasiones.
Pero una de las claves de todo es que son dispositivos que tenemos en nuestra vivienda y no salen de ahí. Es decir, no sacamos fuera un aire acondicionado con Wi-Fi, ni un lavavajillas inteligente. Son aparatos que básicamente vamos a utilizar en casa y nada más. Su uso va a estar acotado en ese sentido.
Hay que indicar que los dispositivos de domótica no necesariamente están conectados a Internet, ya que algunos funcionan a través de Bluetooth y otras conexiones. Por ejemplo podemos mencionar bombillas inteligentes que se conectan a un hub, pero no directamente a la red de Internet. Descubre nuestro tutorial para solucionar el problema de no tener Internet al conectar por WiFi.
Con la domótica vamos a poder realizar varias acciones a la vez. Por ejemplo programar una función desde el móvil para que a una hora determinada se cierren todas las persianas y se apaguen las luces.
Qué es el Internet de las Cosas
Por otro lado tenemos el Internet de las Cosas. Una diferencia clara frente a la domótica es que son dispositivos que podemos utilizar fuera de casa. Incluso podemos nombrar sensores y aparatos que hay en la calle, como por ejemplo semáforos, sensores de aparcamientos que hay presentes en algunos sitios, etc.
Estos aparatos van a estar conectados a la red. Van a depender de un servidor para poder funcionar. Además, su misión principal es poder enviar información de un aparato a otro. Se puede utilizar en sectores como la sanidad, para poder enviar datos constantemente de un paciente. No obstante, también es posible tener dispositivos IoT en el hogar, como por ejemplo sensores de temperatura.
Podemos decir que el Internet de las Cosas forma parte también de la domótica, ya que lo podemos aplicar en una vivienda. Pero el punto diferencial va a ser que no es exclusivo de las casas, sino que se usa también en industrias, en la calle, en la sanidad…
De forma resumida podemos concluir con que la domótica busca mejorar el día a día de las personas en su vivienda, con electrodomésticos inteligentes, automatizar tareas o poder controlar aparatos. Los dispositivos IoT se usan especialmente para el envío de información y conectar dispositivos, pero no necesariamente a nivel doméstico, sino también en industrias y otros muchos lugares. IoT se puede decir también como la interconexión digital de objetos que usamos en nuestro día a día.