Aparatos de casa que van a gastar más o menos luz al llegar el frío; no cometas errores
Ahorrar energía es algo fundamental hoy en día si no queremos gastar demasiado cada mes. Aunque tenemos diferentes opciones para poder ahorrar y consumir menos electricidad, lo principal suele ser controlar los aparatos de mayor consumo. En este caso, podemos encontrarnos con diferencias en el gasto cuando llega el invierno. Vamos a hablar de ello. Vas a ver que puede beneficiarte, pero también afectar al consumo.
Lógicamente, si pensamos en aparatos como una estufa, calefacción o brasero, van a provocar un mayor consumo en invierno. En los meses de verano, directamente, no los encendemos. Pero no vamos a hablar de ello, sino que vamos a centrarnos en electrodomésticos que puedes usar en cualquier época del año.
El invierno influye en el gasto
Sí, cuando llega el invierno, cuando llegan los meses con temperaturas más frías, algunos electrodomésticos pueden consumir energía de forma distinta. Puede ser beneficioso, pero también pueden llegar a gastar más. La clave va a estar en la temperatura, como puedes imaginar, pero también en la configuración.
Si empezamos por aparatos que pueden consumir más electricidad, podemos nombrar algunos electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas. ¿Por qué ocurre esto? Ten en cuenta que estos electrodomésticos gastan bastante energía al calentar el agua. Si esa agua parte de una temperatura más fría, van a necesitar más recursos para calentarla.
En el caso de la lavadora, también puedes llegar a gastar más electricidad si la configuras para que centrifugue con mayor potencia, para que la ropa salga más seca y así no tener que esperar tanto a que se sequen. En verano, en cambio, aunque pongas la ropa a secar algo mojadas se van a secar más rápido al hacer más calor.
Pero también podemos mencionar el caso opuesto, en el que habrá electrodomésticos que van a consumir menos en invierno. Un ejemplo claro es el frigorífico. Al hacer menor temperatura fuera, va a tener que funcionar a menor potencia para enfriar. Además, cada vez que abras la puerta, el aire que entre de fuera va a estar más frío que en verano y la diferencia térmica no va a ser tan grande.
Por otra parte, hay aparatos que podrían sobrecalentarse en los meses de verano y tener que funcionar a mayor potencia para disminuir la temperatura. En invierno, en cambio, no van a tener ese problema. Por ese lado, también vas a poder ahorrar energía e incluso aumentar la vida útil de determinados dispositivos.
Controlar la temperatura, clave
Un método muy útil para ahorrar energía en invierno es controlar bien la temperatura. Por un lado, tener en cuenta si realmente necesitas lavar los platos o la ropa a una temperatura elevada o, por el contrario, es suficiente con agua más fría. Eso será esencial para gastar menos electricidad, como hemos explicado.
También deberías regular la temperatura del frigorífico. ¿Necesitas realmente tener tu nevera tan fría? Ten en cuenta que con tenerla a 4-5 grados es suficiente. No necesitas tenerla a menos, ya que la comida va a poder mantenerse sin problemas y cada grado puede hacer que el consumo aumente.
Lo mismo ocurre con la temperatura de la calefacción. Con tenerla a 19-20 grados, es suficiente. Incluso puedes bajarla a 15-16 durante la noche. No necesitas tener la casa a 23 o 24 grados en invierno. Revisa esto y podrás ahorrar en tus facturas en los meses de más frío. Si usas la domótica, algo interesante para ahorrar energía, podrías ayudarte de un router viejo y mejorar así la señal.
En definitiva, como ves hay electrodomésticos que pueden llegar a gastar más o menos electricidad en los meses de invierno. Algo fundamental es mantener bien la temperatura y así evitar problemas. Te recomendamos que tengas esto en cuenta, con el objetivo de poder pagar menos cada mes.