Diferencia de gasto en electricidad entre un aire acondicionado y un ventilador

En los meses de verano, para intentar refrescar el ambiente en casa, podemos utilizar diferentes aparatos. Lógicamente, el consumo energético va a ser algo a tener en cuenta. Si tu objetivo es gastar menos en la factura de la luz, ten en cuenta la comparación que vamos a hacer. Vamos a hablar de las diferencias en consumo entre un aire acondicionado y un ventilador. Aunque son aparatos muy distintos, ambos pueden ser útiles para los meses de más calor.
Saber cuánto consume un aparato puede ayudarnos a controlar mejor su uso. Puede servir para determinar cuánto tiempo tenerlo encendido, si bajar o subir la temperatura, si merece la pena comprar otro aparato de menor consumo, etc. Hacer una comparativa, por tanto, puede venir muy bien para ver si es mejor usar el aire acondicionado o un ventilador.
Gasto de luz de un aire vs ventilador
Lo primero que debes saber es que no todos los aparatos son iguales. Es decir, no todos los aires acondicionados consumen lo mismo, ni tampoco los ventiladores. No obstante, nosotros vamos a hablar del consumo más habitual. Vamos a mostrar cuánto gasta cada uno de manera general, en los casos más comunes.
Un aire acondicionado común de tipo split puede consumir sobre 1000Wh, que lo podemos traducir en 1 kWh. Un ventilador, por su parte, va a consumir mucho menos. En este caso podemos poner unos 60Wh. Por tanto, solo con esto ya podemos ver que un aire acondicionado consume más de 15 veces más que un ventilador. Si tienes un aire acondicionado más antiguo o de mayor potencia, el consumo va a ser superior. La diferencia va a ser mayor, ya que un ventilador no va a variar tanto. Aunque tengas un ventilador que consuma más, realmente es complicado que pase de 100 Wh. Siempre vas a gastar bastante más encendiendo el aire acondicionado porque dispone de una bomba y un compresor.
Pero, ¿cuánto se traduce esto en consumo real, en dinero? Volviendo al ejemplo de un aire acondicionado de 1000Wh, si por ejemplo lo tienes encendido 8 horas y planteamos un coste de la energía de 0,20€ el kWh, estaríamos gastando aproximadamente 1,60€. En cuanto al ventilador, si ponemos que tiene un consumo de 60Wh y lo encendemos también 8 horas y al mismo precio de la energía, gastaríamos unos 0,10€.
Un aspecto muy importante que debemos tener en cuenta, es que el aire acondicionado cuando ha llegado a la temperatura de operación, consumirá unos 200Wh aproximadamente. Es un error estar encendiendo y apagando el aire acondicionado, porque estaremos forzando el compresor a arrancar y parar cuando no es necesario. Lo mejor es dejar el AC encendido en todo momento que estemos en la habitación, y que él se regule automáticamente sin que tengamos que intervenir nosotros. En nuestras pruebas, los últimos modelos de aire acondicionado de bajo consumo y gran eficiencia, necesitan de una potencia de unos 1000W para arrancar, pero después la potencia que necesitan para enfriar ronda los 400W (un consumo de unos 400Wh), por lo que son realmente eficientes y nos permitirán tener el máximo confort en nuestro hogar.
La configuración es clave
Más allá de haber dado datos fijos, en los que puedes ver que el aire acondicionado consume unas 15 veces más que un ventilador, al menos partiendo de modelos habituales, sí hay que mencionarla importancia de la configuración. No es lo mismo tener un aire acondicionado a 18 grados que a 28. Tampoco es igual tener el ventilador puesto al mínimo o darle a la máxima potencia.
Principalmente vas a notar una diferencia importante en el aire acondicionado. Lo ideal es ajustar bien la temperatura. Los expertos recomiendan que debemos encenderlo entre 24 y 27 grados. Cada grado de más o de menos supondrá un ahorro o consumo de un 7%, aproximadamente. Hay otros factores, como la temperatura externa, si tienes las puertas bien cerradas o no, el tiempo de encendido, etc. Nuestra recomendación es que configures el AC a unos 23ºC aproximadamente, porque menos de eso no estarás cómodo, aunque tengas el AC encendido las 24h del día.
También es importante tener un buen mantenimiento. En el caso del ventilador, realmente el mantenimiento es escaso. Simplemente debes asegurarte de que está limpio y poco más. En cambio, en el aire acondicionado sí puedes necesitar cambiar piezas cuando pasa un tiempo, limpiar filtros, la caja de fuera, etc. Es un aparato más costoso, en todos los sentidos, pero lógicamente te dará un confort que no tiene nada que ver con el típico ventilador.
En definitiva, si te preguntas qué diferencia hay entre un aire acondicionado y un ventilador en cuanto a consumo, como has podido ver el primero consume unas 15 veces más. Básicamente, 8 horas de encendido va a consumir entre 1,5 y 2€ el aire acondicionado, mientras que un ventilador va a rondar los 0,10€ o poco más.
Existen dispositivos que nos permitirán controlar nuestro aire acondicionado de tipo split (con mando), a través de nuestro smartphone, y todo ello de manera muy fácil y rápida, con el objetivo de poder controlarlo en nuestro hogar y también de forma remota. Este tipo de dispositivos es perfecto para encender el aire acondicionado antes de llegar a nuestra casa, y así tener la casa con menos temperatura. También puedes realizar programaciones mucho más avanzadas que con el típico mando, ya que podrás programar un horario de encendido y apagado, dejarlo encendido y que se apague solo, e incluso integrarlo en la domótica con Home Assistant en nuestro hogar.
Si en tu hogar tienes un sistema de domótica con Home Assistant, podrás integrar este dispositivo de forma nativa de manera muy sencilla, además, podemos enviar comandos de manera local sin necesidad de tener conexión a Internet, esto es perfecto para no depender del «cloud» del fabricante ni de nuestra conexión a Internet. Para poder integrarlo, simplemente tienes que añadirlo con la integración de Apple HomeKit, introducir el código PIN que nos pedirá para sincronizarse con el dispositivo, y posteriormente reiniciar Home Assistant para que detecte correctament todas las entidades relacionadas como el termostato, temperatura de la habitación, así como la humedad que haya. Debemos recordar que este completo software nos permitirá integrar decenas de dispositivos domóticos, y hacer que interactúen entre ellos, añadiendo la «inteligencia» a la domótica.
Para poder instalar el sistema de domótica Home Assistant tendrás que tener un equipo permanentemente encendido, si tienes un NAS que nos permita virtualización de sistemas operativos, podrás hacerlo directamente aquí sin problemas, además, te ahorrarás la compra de un equipo adicional que esté permanentemente encendido. En el caso de que quieras un equipo específico para este uso, siempre puedes comprar un mini PC barato por menos de 200€, los requisitos mínimos a nivel de hardware que os recomendamos pasan por el procesador Intel N100, 8GB de memoria RAM y 256GB de almacenamiento SSD. Tienes dos opciones para instalarlo y que te funcione perfectamente:
- Instalarlo de forma nativa en el mini PC: esta es la forma más eficiente, porque el sistema funcionará realmente rápido al instalar instalado directamente sobre el hardware. Las copias de seguridad que hagas dependerán del propio Home Assistant, eso sí, si hay algún problema de corrupción de datos en el SO o realices alguna configuración que luego haga que no cargue correctamente el sistema, tendrás que realizar una reinstalación manual.
- Usar Proxmox en el mini PC: creemos que es la mejor solución para la gran mayoría de usuarios. No es la forma más eficiente porque estaremos ejecutando una máquina virtual con Home Assistant OS, pero disponemos de Proxmox como base que es bastante eficiente, por lo que es perfecto para disfrutar de todas las ventajas de la virtualización. Por ejemplo, podemos programar el uso de instantáneas, también tenemos la posibilidad de configurar copias de seguridad programadas, y si queremos restaurar la copia solamente tardaremos unos segundos, y todo ello podemos hacerlo de forma fácil y rápida. Además, también tenemos la posibilidad de tener un segundo Home Assistant en otro mini PC listo para funcionar en caso de caída del principal, no obstante, esto no se puede hacer automáticamente porque el sistema de domótica no soporta HA (Alta Disponibilidad).
Por supuesto, este tipo de dispositivo son compatibles con los altavoces de Google Home y también Amazon Alexa, con el objetivo de que puedas enviar comandos por voz para encender y apagar el aire acondicionado, tanto de manera local como también de manera remota. Esto es realmente útil por si estamos llegando a casa y queremos estar frescos una vez que lleguemos, sobre todo si vivimos en lugares muy calurosos donde el interior de los hogares está a 30ºC.
Cada aparato tiene su uso
Sin duda, si dejamos a un lado el tema del consumo, podemos afirmar que cada aparato puede tener un uso distinto. El aire acondicionado, por su funcionamiento, es ideal para bajar la temperatura rápidamente en una habitación. Eso sí, es importante que esté bien aislada, para que no entre aire caliente de fuera y consuma más. Por ejemplo, lo puedes poner en una habitación donde vayas a trabajar y la temperatura sea muy elevada o incluso para dormir, aunque en este caso te recomendamos activar el modo noche.
En cambio, el ventilador es un aparato más diseñado para mover el aire. No va a enfriar una estancia, pero sí puede aportar cierto nivel de confort. Si la temperatura no es muy elevada o incluso si quieres evitar que se reseque la garganta, lo puedes instalar en ciertas habitaciones y ganar en comodidad. También lo puedes poner por la noche, para dormir más cómodo en verano si no necesitas realmente bajar la temperatura ambiente.
Por tanto, cada uno de estos aparatos puede tener un uso distinto. Aunque claramente el ventilador va a consumir menos electricidad, los puedes usar en situaciones diferentes en tu vivienda. Van a ser compatibles para los meses en los que necesitas combatir las altas temperaturas del verano.
Conclusiones
Está claro que un ventilador normal y corriente consume muchísimo menos que un aire acondicionado, ya sea de tipo split, por conductos o cualquier otro tipo de AC. Hay que tener en cuenta que, el confort que nos dará el AC no será igual que el del ventilador, sobre todo si hace muchísimo calor. Un error bastante habitual es el de encender y apagar el AC manualmente cuando ya hace fresco en la habitación, lo mejor es dejarlo encendido con una temperatura de operación de unos 23ºC, con el objetivo de que el propio AC encienda y apague el compresor cuando sea necesario, consumiendo lo mínimo posible.
Gracias a la posibilidad de controlar los AC de tipo split o conductos desde nuestro smartphone, podremos definir diferentes horarios de funcionamiento e incluso encenderlo antes de llegar a casa para estar frescos, con el objetivo de que no pasemos mucho calor mientras enfría toda la habitación. Empresas como Tado o Netatmo disponen de dispositivos por infrarrojos para controlar el AC, en el caso de que tengas un AC por conductos, los productos de Airzone son realmente buenos.