Podemos decir que la calefacción es un gasto importante que tenemos que asumir cada invierno. No importa si es de gas, es eléctrica, tiene más o menos radiadores; en cualquier caso, puedes llegar a pagar bastante. Para evitar que esto ocurra, te vamos a dar algunas recomendaciones útiles. Te vamos a explicar qué puedes hacer para gastar menos al utilizar la calefacción en casa en invierno.
El objetivo es que puedas mantener la vivienda a una buena temperatura, sin que ello suponga tener que pagar en exceso. Solo con realizar algunos cambios o ajustes, vas a poder ver cambios importantes en cuanto a ahorro energético. Simplemente tienes que aplicar lo que vamos a mencionar a continuación.
Ahorra con tu calefacción
Todo esto lo puedes aplicar sin importar si tienes una calefacción más eficiente o es otra más antigua. En cualquier caso, siempre vas a poder reducir el consumo y conseguir que gaste menos energía. Eso sí, el margen de ahorro va a ser variable, en función de parámetros como la temperatura de donde viva, cuánto la utilices, etc.
Ajusta bien la temperatura
Algo fundamental es ajustar muy bien la temperatura. No necesitas estar en mangas cortas en enero en casa. No es necesario que pongas la calefacción a 23 o 24 grados, por ejemplo. De hecho, basta con que la pongas a 19 o 20 grados si lo que quieres es ahorrar. Por la noche, incluso, puedes bajar la temperatura a 16-17 grados.
Cada grado puede suponer un gasto o ahorro de un 7%. Por tanto, intenta ajustar la temperatura todo lo que puedas, siempre que tengas un nivel de confort aceptable, y así evitarás estar pagando más de lo necesario para utilizar la calefacción en casa durante los meses de más frío.
No la enciendas y apagues
Un error común, algo que comete mucha gente, es apagar y encender continuamente la calefacción. ¿Por qué es un error? Una parte importante del consumo energético es cuando la calefacción intenta alcanzar la temperatura que has marcado. Por ejemplo, si la casa está a 15 grados y la has puesto a 19, es en ese momento cuando más va a consumir.
Si apagas la calefacción cuando alcanza o casi alcanza esa temperatura, va a descender nuevamente. Si poco después la vuelves a encender, va a tener que consumir más en recuperar la temperatura que lo que hubiera consumido simplemente manteniéndola. Por tanto, apágala solo cuando realmente vayas a estar tiempo fuera de casa o para dormir.
Ventila tu casa correctamente
Este es otro fallo que puede aparecer en muchas ocasiones. Ventilamos la casa, algo que recomendamos hacer cada día, pero a mala horas. Con malas horas nos referimos a abrir puertas y ventanas por la mañana temprano o por la noche. Es cuando hace más frío, por lo que la vivienda va a perder temperatura.
Lo ideal es que ventiles tu casa en las horas centrales del día, que es cuando la temperatura es mayor. Eso te ayudará a evitar que la temperatura descienda bruscamente y no tengas que encender la calefacción tan rápido o a una temperatura tan elevada para que no tengas frío dentro.
Cuidado con el aislamiento
Aislar bien tu casa es muy importante para ahorrar energía en invierno. Si tienes una ventana con alguna grieta, por donde entre aire frío, eso va a hacer que la calefacción tenga que funcionar a mayor potencia para mantener una buena temperatura. Esos pequeños detalles, debes controlarlo para ahorrar.
Por ejemplo, en el caso de las ventanas puedes usar burletes. Esto evitará que entre aire frío y puedas aislar mejor tu vivienda. Incluso puedes utilizar doble cristal para aislar aún más del frío exterior.
Apaga lo que no necesites
Si tienes calefacción central, vas a tener radiadores por todas las habitaciones. Ahora bien, ¿realmente usas todas ellas? Tal vez puedas apagar algún radiador que no vayas a necesitar y eso ayudará a ahorrar energía. Vas a dejar encendidos únicamente aquellos que sí vas a necesitar en tu día a día.
Todo lo que puedas apagar, va a venir bien para ahorrar energía. Puede tratarse de un radiador, de una estufa o cualquier otro aparato que tengas enchufado a la corriente. La idea es tener únicamente lo que vayamos a necesitar y nada más.
Por tanto, con estos consejos puedes hacer que tu calefacción gaste menos. Vas a poder mantener una buena temperatura, sin hacer que el consumo se dispare. Igual que puedes ahorrar energía con el Wi-Fi, lo puedes aplicar a cualquier otro aspecto de tu día a día y cualquier dispositivo que uses.