A la hora de navegar por Internet son muchas las amenazas y problemas de seguridad que podemos encontrarnos. Pueden poner en riesgo nuestra seguridad y privacidad. Cualquier tipo de dispositivos o sistema operativo puede verse afectado por este problema. Ahora bien, también existen muchas herramientas de seguridad que nos ayudan a resolver este tipo de riesgos. Un buen antivirus, por ejemplo, puede evitar la entrada de malware. La cuestión es que algunos ataques denominados de Zero-Day no se pueden evitar con los antivirus. En este artículo vamos a hablar de qué métodos comunes pueden utilizar en este tipo de ataques.
Métodos comunes en ataques de Zero-Day
¿Qué son los ataques de Zero-Day? Los ataques de día cero básicamente son los ataques contra una aplicación o sistema en el que ejecutan código malicioso al aprovecharse de vulnerabilidades existentes. Esos fallos son desconocidos hasta ese momento y por tanto no cuentan con parches para corregirlos. Eso hace que los piratas informáticos tengan vía libre.
Hay muchos exploits en la red que se aprovechan justo de lo que decimos: vulnerabilidades existentes en una aplicación o sistema. Esto puede permitir el robo de contraseñas, infectar el equipo con malware, etc. Es un problema importante, ya que no hay protección y dependemos de que los desarrolladores lancen parches rápidamente una vez han conocido el problema.
Según un informe del que nos hacemos eco, tradicionalmente los antivirus han logrado evitar la entrada de malware conocido. Básicamente cuentan con una base de datos de las amenazas conocidas y son capaces de hacer saltar la alarma cuando intentan atacar nuestros equipos. El problema llega cuando esos antivirus no son capaces de evitar otro tipo de amenazas. Exponen principalmente cuatro métodos o maneras de ataque basándose en los ataques de Zero-Day.
Uno de los ataques es comprometer los sistemas a través de la fuerza bruta. Los piratas informáticos pueden comprometer un sistema, la red o un servidor haciendo uso de este tipo de ataque. De esta forma puede atacar posibles fallos a la hora de configurarlos. Puede basarse en vulnerabilidades existentes. En otro artículo hablamos de qué ataques pueden hacer por el Wi-Fi.
También están muy presentes los kits de exploits. En este caso se trata de una serie de herramientas que son utilizadas para atacar una aplicación o cualquier tipo de software que pueda ser vulnerable. De esta forma sería sencillo distribuir el malware.
Además, los ataques Phishing son una amenaza muy presente y que no puede ser detectado por los antivirus, más allá de poder bloquear ciertos dominios y direcciones de e-mail. Un ciberdelincuente puede enviar un correo electrónico que contenga enlaces maliciosos a través de los cuales pueden robar nuestras contraseñas.
Una variedad es el Spear Phishing. Como sabemos se trata de ataques que van dirigidos de forma personalizada. Puede ser a un usuario particular o también a una empresa u organización. El objetivo es el mismo: distribuir malware, software ejecutable, robar contraseñas…
En definitiva, estas son algunas de las amenazas que pueden ocurrir y que los antivirus no podrían evitar. Es esencial siempre tener sentido común y evitar estos problemas. Os dejamos un artículo donde hablamos de qué tipos de ataques Phishing hay.