Podemos decir que existen determinados aparatos que van a consumir mucha más electricidad. Pero especialmente van a gastar luz cuando los utilizamos de forma incorrecta. Por ello en este artículo vamos a hablar de tres electrodomésticos que tenemos en casa y que pueden suponer una parte muy importante de la factura de la luz cada mes. Vamos a dar algunos consejos para que puedas reducir el consumo de esos equipos y así gastar menos.
Aparatos que consumen mucha luz si cometemos errores
Cometer errores en este caso significa que vamos a estar pagando más de lo necesario cada mes. Eso puede suponer un dinero importante si lo trasladamos a todo un año. Por tanto, si quieres ahorrar en la factura de la luz y gastar menos, ten en cuenta las recomendaciones que vamos a darte a continuación.
Lavavajillas
Sin duda un electrodoméstico que puede llegar a consumir una parte importante de la factura es el lavavajillas. Es un aparato que podemos utilizar varias veces por semana, pero que puede consumir más o menos en función de cómo lo configuremos. Por ello, no cometer errores en este sentido va a ser clave para intentar gastar menos.
¿Qué podemos hacer para ahorrar con el lavavajillas? Lo primero es usarlo cuando esté lleno. Evita ponerlo a media carga, por ejemplo. Pero más allá de ese consejo básico, es buena idea que utilices programas ecológicos y de baja temperatura. Salvo que metas platos muy sucios, realmente no necesitas que el lavavajillas utilice programas de limpieza profunda, utilizando agua muy caliente. Eso es justo lo que más electricidad va a consumir.
Frigorífico
Otro aparato que consume bastante electricidad es el frigorífico. De hecho, se calcula que puede llegar a suponer el 30% de la factura total de una vivienda. Es un aparato que tenemos siempre conectado, pero que podemos configurar de tal forma que podamos ahorrar electricidad y no pagar más de lo necesario.
Un consejo básico y de sentido común es intentar abrir lo mínimo posible la puerta. Es justo en ese momento cuando más gasto vamos a provocar. Va a perder temperatura y va a tener que gastar recursos nuevamente para enfriar. Tampoco debes poner alimentos que estén calientes.
Pero un cambio que puedes realizar es ajustar bien la temperatura. De 4 a 6 grados es buena temperatura para el frigorífico. Evita ponerlo a menos, ya que no es necesario y cada grado de diferencia puede ayudarte a ahorrar. En cuanto al congelador, la temperatura ideal es sobre -17 grados. No necesitas que esté a menos. Siempre puedes analizar la conexión de Internet si vas a conectar aparatos de domótica.
Aire acondicionado o calefacción
En este caso ponemos dos aparatos en uno, y es que dependiendo de la época del año puede que uses el aire acondicionado o la calefacción. En ambos casos puedes tener un consumo de electricidad importante, ya que son electrodomésticos que necesitan bastante y suponen un gasto al mes elevado.
Nuevamente ajustar la temperatura va a ser clave. Respecto al aire acondicionado, no necesitas ponerlo a menos de 22 grados en verano. Es una temperatura para estar cómodos y no gastar en exceso. Incluso algún grado más, en función del lugar y las circunstancias, puede ayudarte. Algo similar ocurre con la calefacción y en este caso la temperatura óptima para ahorrar es de 19-20 grados. Tampoco necesitas ponerla a más.