El truco que me ha servido para ahorrar luz en verano y puedes usar hoy mismo

El truco que me ha servido para ahorrar luz en verano y puedes usar hoy mismo

Javier Jiménez

Controlar el gasto de electricidad es importante y hay determinadas épocas en las que el consumo puede dispararse. Una de ellas es el verano, cuando la temperatura aumenta y hacemos uso de aparatos como el aire acondicionado. No obstante, siempre puedes tener en cuenta ciertas medidas para gastar menos. Te vamos a contar un truco que puedes poner en práctica, de manera sencilla, para evitar que la factura de la luz se dispare estos meses.

¿Utilizas correctamente el aire acondicionado? La clave está en usarlo el menos tiempo posible y, además, a una potencia controlada. Eso es, por lógica, lo que va a permitir que gastes menos energía. Si lo utilizas de forma descontrolada, puede llegar a suponer una parte muy grande del total de la factura.

Controla la temperatura de casa

El truco consiste en intentar controlar la temperatura de casa lo máximo posible, sin tener que poner el aire acondicionado. No cometer errores en este sentido, va a ser importante para que el consumo no se dispare y evitar que la factura de la electricidad sea excesivamente elevada en estos meses de verano.

Pero, ¿de qué manera puedes controlar la temperatura de casa? Algo muy útil es evitar que entre calor, al menos en la medida de lo posible, de fuera durante el día. Para ello, lo mejor es aumentar el aislamiento térmico. Puedes cerrar las persianas en las horas del día en las que hace más calor. Solo con eso, vas a lograr mantener un poco mejor la temperatura dentro. Si permites que entre la luz directa del sol, eso va a hacer que la temperatura suba.

Ahora bien, no solo debes hacer eso; otro factor muy importante es refrescar la casa cuando corresponde. Puedes airear la vivienda a primera hora de la mañana y, tal vez, a última hora de la noche. En esos momentos, la temperatura fuera de casa es más baja. Vas a poder aprovecharlo para ventilar y hacer que la temperatura de dentro también baje.

Con esto, cuando tengas que poner el aire acondicionado lo vas a hacer con una temperatura interior más agradable. No es lo mismo tener la casa a 32 grados, por ejemplo, que a 28. Si tu objetivo es que esté a unos 26 grados, el aire va a tener que funcionar a menor potencia si solo tiene que bajar 2 grados la temperatura.

Temperatura adecuada

Más allá de esto que hemos explicado para gastar menos electricidad en verano al controlar mejor la temperatura al usar persianas, cortinas y aislantes, también es clave ajustar bien la temperatura a la que vas a poner el aire. Esto puede suponer un ahorro importante. Cada grado de diferencia, puede significar sobre un 7% más o menos de consumo.

¿A qué temperatura poner el aire acondicionado? Realmente va a depender de cuál sea tu nivel de confort. No obstante, lo más habitual es que los expertos recomienden ponerlo entre 24 y 27 grados. Durante el día, más cerca de 24; durante la noche, más próximo a 27. Dependerá de qué temperatura sea adecuada en tu caso.

Lo que está claro es que no debes poner el aire a 18 o 19 grados. Realmente no lo necesitas y eso va a hacer que el consumo sea mayor. Evita el error de llegar a casa, con calor, y poner el aire acondicionado al máximo de potencia y a una temperatura muy baja para que enfríe rápidamente; justo eso es lo que va a hacer que el consumo se dispare. Si utilizas la domótica, asegúrate de que la red Wi-Fi aparece y todo funciona correctamente.

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