Tener una buena conexión de Internet, no siempre es posible. Tal vez tengas problemas de velocidad, notes que la señal no llega bien o tienes cualquier dificultad para navegar. Lo primero que puedes pensar es en contratar otra tarifa o incluso cambiar de compañía telefónica. Crees que, por pagar más, vas a obtener una mejora en la conexión. Lo cierto es que, en la mayoría de casos, esto no va a ocurrir. Los problemas van a seguir ahí y estarás tirando el dinero. Vamos a explicarte qué debes hacer.
Principalmente, estos problemas van a estar presentes en el Wi-Fi. Vas a notar que la señal inalámbrica no llega a la zona donde debería, que la velocidad no es buena o incluso que no puedes conectar ciertos aparatos. El problema, al menos en este caso, no va a ser de la tarifa que tengas contratada. El hecho de pasar de 100 Mbps a 1 Gbps, por ejemplo, no va a hacer que el Wi-Fi llegue más lejos.
Prepara tu conexión
Lo que te recomendamos hacer, antes de decidir cambiar la tarifa por una más cara, es que prepares bien tu conexión. Esto va a involucrar al router, pero también a los dispositivos que vas a conectar a la red. Incluso puedes controlar mejor lo que haya alrededor, ya que puede haber interferencias que afecten a la señal.
Ubica bien el router
Lo primero que debes hacer es ubicar bien el router. Esto va a ser clave para tener una buena conexión. Va a ser imprescindible para que la señal llegue bien a todas partes, evitar zonas muertas y problemas cuando vayas a conectar el ordenador, móvil o cualquier otro dispositivo a la red. Elige siempre una buena zona y no lo pongas en cualquier lugar.
Por ejemplo, te recomendamos que esté en una zona central de la vivienda. Desde ahí podrá repartir mejor la señal. No lo pongas en un lugar esquinado, lejos de donde realmente vas a conectar aparatos. Viene bien que esté en un lugar elevado, como puede ser la parte de arriba de un mueble. No lo pongas cerca de ventanas o paredes que den a la calle.
Configura bien los dispositivos
Por otra parte, es igualmente fundamental que tengas los dispositivos perfectamente configurados. ¿Has actualizado la tarjeta de red del ordenador? ¿Tienes el sistema operativo con la última versión? Todo esto va a ser clave para evitar incompatibilidades y problemas a la hora de conectarte a Internet.
Cuando te conectes de forma inalámbrica, asegúrate siempre de utilizar la banda adecuada. Principalmente, la de los 5 GHz es la que va a aportar mayor velocidad, aunque es más sensible a la distancia y obstáculos. En cambio, la de los 2,4 GHz es la que te va a permitir conectarte desde más lejos del router.
Evita interferencias
En este caso, lo que debes hacer es evitar interferencias que puedan afectar a tu conexión. Esto va a ocurrir si, por ejemplo, tienes ciertos electrodomésticos cerca que van a hacer que no te conectes correctamente a la red. Puede ocurrir con el microondas, ya que utiliza la frecuencia de los 2,4 GHz. También puede pasar con un teléfono inalámbrico, por ejemplo.
Lo ideal es que alejes lo máximo posible estos dispositivos. Evita tenerlos cerca de los aparatos que vayas a usar para navegar. Aunque contrataras una tarifa superior, los problemas de interferencias iban a limitar igualmente la conexión inalámbrica. Por tanto, no cometas errores y evita fallos de este tipo.
Como ves, preparar tu conexión es fundamental para lograr una buena velocidad. De esta forma, podrás evitar tener que utilizar repetidores inalámbricos o pagar dinero por una tarifa superior, la cual no te ayudará a navegar mejor. No obstante, siempre puedes revisar qué tener en cuenta al contratar una tarifa de Internet.