Ten en cuenta todo esto si tienes discriminación horaria en tu factura y no cometas errores
Una opción para intentar ahorrar en la factura de la luz, es contar con una tarifa con discriminación horaria. Sin embargo, hay que saber aprovecharla correctamente y no cometer errores. No por el hecho de tener este tipo de tarifa, significa que vas a pagar menos. De hecho, podrías incluso empezar a pagar bastante más. Por ello, te vamos a dar algunas pautas esenciales que puedes poner en práctica.
Posiblemente sea una de las grandes dudas cuando pensamos en cambiar de tarifa de luz: ¿conviene o no tener una tarifa en la que paguemos en función de la hora del día? Pues eso dependerá de cada caso, de los hábitos, del tipo de aparatos, del precio actual de la energía, etc. Por tanto, es necesario revisar algunas cosas.
Qué revisar al usar tarifa de luz por hora
Lo importante es tener una tarifa que pueda ajustarse a nosotros, para poder ahorrar cada mes. Esto no siempre va ser fácil, por lo que tendremos que analizar muy bien cuál interesa más. Una vez la hayas elegido, tocará exprimirla todo lo posible y eso puede suponer ajustar los horarios.
Debes intentar ajustar tus hábitos
Si tienes una tarifa con discriminación horaria, significa que vas a pagar menos a ciertas horas. Esto te permitirá aprovechar ese tiempo más barato para concentrar ahí el consumo. Sin embargo, para ahorrar bastante más, debes ser consciente de que tendrás que intentar ajustar tus hábitos para aprovecharlo.
Por ejemplo, podrías tener que cambiar cuándo enciendes el lavavajillas o pones la lavadora. Lo ideal es que enciendas estos aparatos en los momentos del día en los que resulta más barato consumir electricidad. Hay diferentes periodos, que son el punta, llano y valle. Este último es el más económico.
El precio cambia cada día
También debes saber que el precio cambia constantemente. Si quieres exprimir al máximo este tipo de tarifa, tal vez tengas que mirar cada día cuáles son las horas más baratas y así calcular cuándo te conviene más encender los electrodomésticos que tienen un mayor consumo. Incluso podrías tener que dejar de encender algo y aplazarlo a otro día, ya que ese día puede que haya subido el precio bastante.
Este precio puede ser bastante volátil. Es cierto que existen ya mecanismos para que la fluctuación no sea tan notable como hace unos años, pero igualmente puedes notar que un día pagas mucho más que el anterior, o viceversa. Es el riesgo también de tener una tarifa de este tipo.
Puede dejar de ser rentable
Nadie sabe si en unos meses una tarifa seguirá siendo rentable o no. Vivimos tiempos de incertidumbre y lo hemos comprobado estos últimos años. El inicio de la guerra en Ucrania, supuso un aumento importante en la energía. Ha habido también crisis energéticas, sequías, temperaturas extremas (tanto en invierno como en verano) y eso hace que el precio de la electricidad pueda aumentar.
Por tanto, debes saber que lo que hoy es rentable, en unos meses tal vez no lo sea. Puede que en ese momento tengas que cambiar a otra tarifa, sin discriminación horaria, para evitar que te cueste más cada mes.
Intenta automatizar los aparatos
Otro factor a tener en cuenta, es que puede ser útil automatizar aparatos en casa. Por ejemplo, podrías programar el encendido de los electrodomésticos de mayor consumo, como puede ser el lavavajillas o la lavadora. La idea es concentrar esos aparatos en las horas en las que la energía es más barata.
Esto es útil, ya que no necesariamente vas a tener que estar en casa para encender esos aparatos. Podrías usar la domótica para este fin y así ahorrar energía al encender las cosas en los momentos en los que resulte más barato. Siempre vas a poder controlar aparatos en remoto.
En definitiva, estos son algunos factores que deberías tener en cuenta si tienes una tarifa con discriminación horaria o planteas contratarla. El objetivo es ahorrar en la factura y pagar menos cada mes.