Nunca debes hacer estas 3 cosas o pagarás mucho en la factura de luz

Nunca debes hacer estas 3 cosas o pagarás mucho en la factura de luz

Javier Jiménez

Ahorrar en la factura de la luz puede ser más sencillo que lo que imaginas. Simplemente debes ser consciente de qué es lo que más consume y evitar hacerlo. Además, en ocasiones puedes tocar algunos ajustes, o realizar pequeños cambios, para lograr un ahorro importante. En este artículo te vamos a dar tres consejos interesantes de qué debes evitar hacer, si tu objetivo es ahorrar luz y pagar menos cada mes.

Es posible que alguna de las cosas que vamos a mencionar, formen parte de tu día a día. Puedes ver que si haces algún cambio podrás gastar menos y controlar mejor el consumo de tus aparatos. Al final, para ahorrar en la luz entran en juego muchos factores y la suma de todos ellos importa. Descubre cuánto cuesta cargar un patinete eléctrico.

Errores que gastan mucha luz

Gastar más o menos en la luz va a depender de cómo sean tus aparatos, el tiempo que los uses, pero también de cómo los configures y qué tarifa de luz tengas contratada. Son varios factores los que pueden influir notablemente en pagar más o pagar menos cada mes.

Subir o bajar mucho la temperatura

El primer error, lo primero que debes evitar, es tener una temperatura demasiado elevada o demasiado baja. En invierno, no debes tener la calefacción puesta a una temperatura alta. Eso va a hacer que gaste mucho más. En verano, al contrario; no necesitas tener la casa a 18 grados, por lo que estarías gastando más de lo necesario. Tener la casa a 20-21 grados en invierno y a unos 24 en verano, es buena idea.

Cada grado puede hacer que consumas sobre un 7% más. Dependerá también de cómo sea tu aire acondicionado, cuál sea la temperatura exacta, etc. Pero, más o menos, puedes calcular sobre un 7% de ahorro cada grado que bajes en invierno y cada grado que aumentes en los meses de verano.

No ajustar los programas de electrodomésticos

Otro fallo común es no ajustar correctamente los programas de los electrodomésticos. Podemos nombrar dos ejemplos claros: el lavavajillas y la lavadora. Normalmente, estos aparatos suelen tener un programa Eco. Va a consumir menos, ya que calienta menos el agua y utiliza menos potencia.

Usar esos programas de menor consumo es interesante. Siempre debes tener en cuenta si realmente necesitas o no tenerlos al máximo. Ocurre igual en una estufa, un secador, etc. Cualquier aparato de este tipo, mientras más potencia le des, mayor será el consumo. No siempre necesitas que esté al máximo.

Tener aparatos muy antiguos funcionando

Sin duda es algo que puede hacer que tu facture se dispare. Si tienes un frigorífico antiguo, por ejemplo, así como un aire acondicionado viejo o deteriorado, puede hacer que gastes mucha más luz. Es importante que revises muy bien qué tienes instalado en casa y evites los aparatos más antiguos.

Aunque a corto plazo sea una inversión importante cambiar electrodomésticos viejos, seguro que a medio y largo plazo acabas ahorrando. Los electrodomésticos actuales están mucho más optimizados para consumir menos electricidad. Puedes gastar menos luz y obtener resultados iguales.

Como ves, es importante que evites ciertos errores a la hora de utilizar la energía en casa. El objetivo es ahorrar en la factura de la luz, pagar menos y no derrochar electricidad. Si usas la domótica, es importante asegurarte de que el Wi-Fi del router funciona bien y así aprovechar los aparatos también de cara a ahorrar energía.

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