A la hora de cocinar, es uno de los momentos en los que podemos gastar más energía. En la cocina, hay electrodomésticos que tienen un gran consumo. Podemos nombrar ejemplos como el horno o la vitrocerámica. En este artículo, nos vamos a centrar en este último caso. Vamos a hablarte de cuándo podrías apagar la vitro, al cocinar, para que el consumo disminuya. Esto puede ayudarte a pagar menos en la factura cada mes.
A esto se le conoce como calor residual. Es decir, cuando apagas la vitro, va a mantener la temperatura durante un tiempo más. No la apagas y se enfría de golpe. Es lo mismo que ocurre con un radiador, al usar el aire acondicionado o cualquier aparato similar que suba para regular la temperatura ambiente.
Apaga antes la vitrocerámica
Según indican desde IDAE, el tiempo óptimo para apagar la vitrocerámica antes de terminar de calentar la comida, es de entre 5 y 10 minutos. Va a depender de qué estés cocinando, cuánto tiempo antes la hayas tenido encendida y, también, del propio aparato que uses. No obstante, puedes hacerte una idea aproximada con ese tiempo.
¿Qué consigues con esto? Básicamente, ahorrar energía. En cuanto apagas la vitrocerámica, deja de consumir electricidad. Es igual que si desconectaras una estufa del enchufe o apagaras cualquier cosa. Pero claro, va a seguir emitiendo calor durante un tiempo. Eso es el calor residual, que mencionábamos anteriormente.
También puedes optar por bajar la temperatura, si crees que no te viene bien apagarla de golpe. En algunos casos, puede que sea interesante bajar el nivel para, poco después, apagarla por completo. Eso te ayudará a seguir cocinando correctamente, pero evitar consumir electricidad que no necesitas.
El ahorro va a depender de diferentes factores, como es el consumo que tenga esa vitro. Eso sí, sea más o sea menos, siempre vas a ahorrar. A fin de cuentas, estás apagando por completo un electrodoméstico que, encendido, consumiría bastante. Todo el tiempo que pueda permanecer apagado, mejor.
Hazlo en otros aparatos
Más allá de aplicar este consejo a la hora de usar la vitrocerámica, lo puedes hacer también en otros electrodomésticos. Por ejemplo, podrías apagar el horno antes de terminar de calentar la comida. También, al apagarlo unos minutos antes, vas a lograr que deje de consumir electricidad. Podrás ahorrar en la factura de la luz, gracias al calor residual.
Lo mismo también en una calefacción o aire acondicionado. Si vas a salir de casa o vas a irte a dormir, no esperes al último momento para apagar la calefacción. Lo que puedes hacer es apagarla 1 o 2 horas antes y aprovechar el calor residual. Eso sí, asegúrate de que tienes un buen aislamiento térmico y no entra aire frío de fuera.
Con pequeños detalles como este que mencionamos, puedes ahorrar bastante cada mes. Puedes conseguir que tus dispositivos consuman menos energía, sin que ello suponga un problema para cocinar o calentar la casa. El calor residual, clave para el objetivo de pagar menos dinero cada mes. Es uno de los trucos para ahorrar al cocinar que puedes aplicar de forma sencilla.